Del Campo Florido a la Ciudad Administrativa

 

 

 

 

Si queremos una deseable mejoría

para los pueblos

como para los individuos,

debemos respetar sus

tiempos, sus medidas, sus órdenes.

Ramón Xirau

 

José Alfonso Suárez del Real y Aguilera

La Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda del Gobierno de la ciudad se ha propuesto “resucitar” la Colonia de los Doctores, imponiendo un proceso unilateral de redensificación del antiguo cuadrante en el cual se erigió el Panteón del Campo Florido en 1846.

La propuesta concreta el proyecto de Ciudad Administrativa conformada por los edificios destinados al servicio del Poder Judicial local, cuyo titular tomó muy en serio el espíritu de dignificación de los inmuebles en los que se imparte la justicia, y por ello emprendió la construcción de una moderna sede de Salas de Justicia Oral en las calles de Héroes.

No obstante, el merecido reconocimiento a la labor revitalizadora del Poder Judicial en esta zona es menester destacar la importancia que, en su momento, revistió la atinada y solidaria decisión de un grupo de educadores, encabezado por la Dra. Gabriela de la Vega, quienes apostaron a rescatar el prestigiado Colegio de Niñas María Isabel Dondé, habilitando como Campus de la Universidad de Londres la extraordinaria construcción diseñada por don Miguel Ángel de Quevedo, cuya importancia histórica constituye uno de los muchos valores patrimoniales de esta importante colonia de la delegación Cuauhtémoc.

Los orígenes de la Doctores se remontan al año 1895, cuando a nombre de la Mexico City Propiety Sindicated Ltd. se adquieren los terrenos denominados de Las Indianillas a fin de urbanizarlos y erigir en ellos la Colonia Hidalgo, cuyo único vestigio es el nombre del popular mercado ubicado en el corazón del barrio de Amanalco perteneciente al predio adquirido por esa compañía ante la Testamentaria Escandón.

En 1898, la Mexican Electric Tramways adquiere una importante porción del fraccionamiento, para ubicar en ella sus patios de maniobras y depósito de tranvías, sustantiva infraestructura inaugurada el 15 de enero de 1900.

Cinco años más tarde, el Dr. Eduardo Liceaga verá coronado su esfuerzo por construir un nuevo Hospital General para la ciudad, con lo que se comenzó a popularizar el nombre de Colonia de los Doctores al relacionar la ubicación del hospital y los nombres de médicos que les fueron impuestos a las calles de ese fraccionamiento.

Hace un poco más de 50 años —precisamente en 1963—, el gobierno federal construyó frente al Panteón Francés de la Piedad el moderno Centro Médico Nacional, consolidando así la importancia de los servicios médicos públicos en esta zona de la ciudad.

Por ello, la pretensión de “resucitar” unilateralmente esta dinámica colonia exhibe la ausencia del respeto a los tiempos, medidas y órdenes que el filósofo español Ramón Xirau reconoce como premisas para lograr una deseable mejoría, en este caso para los vecinos residentes y no residentes de la Colonia de los Doctores, de quienes se reconoce su apertura a las diversas revitalizaciones de su entorno.