Patricia Gutiérrez-Otero

En esta República donde la desconfianza hacia un sistema partidista que debería ser representativo no hace más que crecer, no sorprende que nuevos partidos políticos consigan suficientes afiliados para conseguir el registro. Lo que sí sorprende es que los ciudadanos pidan que un partido deje de existir.
Este es el caso ahora. Un grupo de ciudadanos pequeño, pero con un alto grado de conciencia que se autonombra “Salir del Petróleo”, exigen que al Partido Verde Ecologista de México (pvem) se le retire el registro. No porque en México no urjan medidas y actos en pro del medio ambiente, para muestra un botón: el deplorable accidente en el Río Sonora así como de sus tierras aledañas, su flora y su fauna, y la ruin respuesta tanto del Grupo México como de la semarnat, sino porque este partido no representa los intereses reales de los que sí se interesan por la salud de la Tierra. Este partido sólo es un títere del Revolucionario Institucional.
En este momento crucial en el que aprovechando la Reforma energética se quiere hacer entrar en México la técnica de extracción de gas shale llamada fracking o fractura hidráulica (pues utiliza agua a presiones extremas junto con sustancias altamente contaminantes), el Partido Verde defiende su uso ¡ya!, pues pretenden ocuparse de la Agencia para el Control del Medio Ambiente en relación con los hidrocarburos. Les importan un bledo los daños que esta técnica ya ha ocasionado: “La tecnología del fracking ha sido denunciada internacionalmente por los científicos y ambientalistas responsables, las redes internacionales de ongs, y ya por decenas de miles de organizaciones sociales y ecologistas de muchos países, debido a la excesiva contaminación que produce en los mantos acuíferos, daños en el subsuelo, a los suelos mismos, al agua superficial, al aire, en las zonas donde se realiza; además, induce sismos que dañan a las construcciones de la zona”. (Comunicado). El fracking está prohibido en varios estados americanos, y en varios países europeos como Francia, Bélgica, Alemania, Polonia… En Youtube pueden buscarse documentales de Gasland que muestran los terribles daños a muchos niveles, aunque aún no se sepan los que tendrán lugar a largo plazo.
Greenpeace no reconoce al Partido Verde como un partido que se interese por la ecología. Asimismo, en 2009 el Partido Verde Europeo le retiró el reconocimiento a este partiducho a causa de su campaña en pro de la pena de muerte; también solicitó que Globo Verde lo expulsara. En México, además de no haberse realmente involucrado en la defensa de la Tierra y el medio ambiente, este partido ha sido acusado de ser un negocio familiar: ¡lo fundó un González Torres en 1986 y sigue con otro González Torres quien como buen junior lo ha metido en múltiples escándalos!
El comunicado, al que me adhiero, termina diciendo: “Poco se podrá avanzar en la genuina protección del Medio Ambiente, en la defensa del agua, los bosques, la biodiversidad, el petróleo, los minerales, la biodiversidad, el campo, la alimentación, la salud, las culturas, la educación, la seguridad, o enfrentar el Desastre Climático, en tanto subsista el engendro del pvem, arma de destrucción masiva del pri y el pan”. Lo firman: Adriana Matalonga, Ana María Yustis, Beatriz Eugenia Romero Cuevas, Edgardo Mota, Emilio Plascencia, Gustavo Armando Vega Martínez, José Ignacio Félix Díaz, José Arias Chávez, Miguel Valencia, Rodolfo Buentello.
Además, opino que se respeten los Acuerdos de San Andrés, que se respete la Ley de Víctimas, que se revisen a fondo y dialógicamente todas las reformas impuestas por el gobierno, que se detenga la reforma energética.

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