Entrevista a Sofía Lorena Mendoza/Viuda del activista social Arturo Hernández Cardona
Irma Ortiz
La regidora Sofía Mendoza, quien fuera militante del PRD y pareja de Arturo Hernández Cardona, luchador social en Iguala, secuestrado el 30 de mayo de 2013 junto con varios compañeros de la Unión Popular y cuyos cuerpos fueran encontrados el 3 de junio, expresa hoy su miedo y desesperanza ante el clima de violencia que se vive en Iguala, cuna de la Independencia.
Además de Hernández Cardona, también fueron asesinados Rafael Banderas y Ángel Román, mientras que Nicolás Mendoza Villa, quien logró salvar la vida junto con otros 3 compañeros —siete fueron los secuestrados—, se armó de valor y acusó ante notario público al presidente municipal, José Luis Abarca Velázquez, de ser el autor del asesinato de Hernández Cadena, “al que le disparó en el rostro y en el pecho y lo dejaron tirado en la fosa”.
Representantes de la Red Solidaria Década contra la Impunidad —que encabeza el obispo Raúl Vera— denunciaron los hechos y anunciaron que éstos fueron incorporados a una queja ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Asimismo demandaron a la PGR que fuera atraído el caso ya que los autores de los asesinatos eran autoridades municipales y exigieron garantías de seguridad para la viuda de Hernández Cardona y su pequeño hijo, así como a familiares de los secuestrados.
Sofía Mendoza entregó a su vez, el 28 de junio de ese año, al Congreso local una solicitud para que el Poder Legislativo iniciara la revocación del hasta hoy presidente municipal con licencia José Luis Abarca, por persecuciones, agresiones y homicidios contra dirigentes sociales cometidos durante su gobierno, según consta en un post de Denuncia Ciudadana Iguala, en su muro de Facebook.
En agosto, el obispo Raúl Vera dijo que la PGR debiera atraer el caso de Hernández Cardona y sus compañeros porque no hay confianza en la procuraduría guerrerense ya que “hay denuncias de complicidades y existen evidencias”. Ahí el activista Bertoldo Martínez aseguró: “sabemos que el asesino está en palacio municipal”.
Hoy, luego de los últimos acontecimientos donde fueron rafagueados dos autobuses por parte de la policía municipal donde murieron seis personas, la desaparición de 43 jóvenes y la aparición de nuevas fosas, sigue pendiente el desafuero, detención y consignación del munícipe con licencia José Luis Abarca y su esposa. Sobre el tema, Siempre! entrevistó a la regidora Sofía Lorena Mendoza, quien fuera pareja del extinto activista social Arturo Hernández Cardona.
Con todo y miedo, estamos aquí
¿Cuál es su opinión sobre José Luis Abarca, el hombre que asesinó a su pareja, por lo que usted ha tenido que sufrir y su familia, en demanda de justicia?
Sí, ha estado complicado, muy difícil, aquí en Iguala se percibe el miedo. No digo que soy valiente, sí tengo miedo, siempre lo he manifestado, pero Arturo fue una persona que siempre luchó por la justicia, y no está bien que hoy su memoria quede en el olvido. Sí, con todo y el miedo estamos aquí y ese señor, ya se sabe, su intolerancia, es la cara de la intolerancia, muy notada. Nosotros llevamos todo este tiempo, ese año, casi año y medio, tan difícil que a nosotros se nos hace una eternidad.
Y además con los hijos, que hay que sacar adelante.
Nada más tengo uno, tiene cinco años, se llama Arturo y soy la segunda pareja, nada más, sin matrimonio, yo no coincido con eso.
¿Cuál fue la relación que tuvo su pareja con José Luis Abarca, el presidente municipal con licencia?
Hay manifestar, recalcar que fueron cuestiones políticas, Arturo nunca habló de su persona, jamás se dijo eso; no fueron cuestiones que hayan agredido a alguien de su familia. No fueron cuestiones personales, siempre fue política, y lo que se pedía es que se atendiera la demanda social de las organizaciones que conformaban la Unidad Popular, pero no hubo cosas personales. Un día se lo dije a uno de los funcionarios de Abarca, porque yo después del día 30, ya no tuve ningún contacto, no nos dirigíamos la palabra, dije, no, así no.
Después del 30 de mayo de 2013, ya no tuve ningún contacto con ese señor, ni siquiera para el saludo, porque ésa ya era una cuestión personal, y en mi caso, de ser una cuestión política, se volvió una cuestión personal, porque el único sobreviviente que declaró, bueno eran cuatro, sólo uno quiso declarar y nos dijo claramente que fue él.
Quien denunció fue Nicolás Mendoza…
Sí, y después de ese día, Nicolás ha sufrido de todo, ya no es vida lo que él ha vivido estos días, me refiero a estos meses, para él han sido como una lenta agonía.
Perseguido, imagino que vive escondido para evitar que lo encontraran estas gentes.
Imagínese, si nosotros hemos pasado una cosa fea, él ha vivido un calvario, hostigado, la familia espantada, la señora, los hijos, una cosa fea. Yo no creo que esté exenta de eso, nada más que conmigo el hostigamiento es de otra forma.
¿Cómo lo hacen?
A mí me siguen, me hacen llamadas telefónicas, ahorita me llegó un mensaje de un teléfono que no conozco, que dice: ¿que pasó con el paquete? No es un teléfono de Iguala, no es de Guerrero, no sé de dónde sea.
El terror psicológico.
Pues sí, pero yo tengo mucho apoyo, que siempre hemos encontrado en la red y en el obispo Raúl Vera.
Dejaron el tema para el final
Vera ha hecho pronunciamientos muy fuertes y sobre todo el apoyo, ¿pero qué es lo que ha pasado en Iguala?, ¿es una red de complicidad entre políticos y narcos?
Puede ser eso, y también puede ser la indiferencia de decir, de aquí a que sea o que se compruebe, pues nadie, no, todo el mundo involucrado en sus cosas, me refiero a la clase política. Todo el mundo involucrado en sus actividades políticas, para ganar espacios en elecciones o cosas de ésas, y el tema de nosotros siempre como que lo dejaron al final.
¿Qué tanta fuerza tiene este grupo de los Guerreros Unidos, del que hoy tanto se habla y que ha asolado la zona?
No conozco mucho de esa gente, la verdad se lo digo, sabemos ahora de los Guerreros Unidos, se habla y sólo lo he escuchado aquí, que alguien que está detenido en el caso de los normalistas ha dicho eso; que vivimos un clima de inseguridad aquí, es cierto, es palpable, pero bueno de verdad da mucho miedo…
Sé que ya no tuvo ningún acercamiento con Abarca, pero ¿cómo era el manejo de Abarca y su esposa en el municipio?
Mire, todos los programas sociales eran a través del DIF municipal, llámese de todas las áreas, Sedesol, Desarrollo Rural, DIF, todo lo controlaban y todas las cuestiones de gobierno.
¿Ella era la candidata a sucederlo en la Presidencia Municipal?
Así es.
¿La gente estaba conforme?
No, aquí la gente vive en un estado de terror, entonces hay gente que por miedo ahí estaba y otros que mejor no decían nada.
En algunos medios de comunicación ha salido René Bejarano a decir que siempre apoyó las denuncias contra Abarca y que habló con funcionarios de primer nivel y hasta lloró, pero que no le hicieron caso, ¿es cierto?
A mí me da pena lo que está haciendo René, pero yo no le quiero entrar a una dinámica de dimes y diretes, lo único que sí le puedo decir es que el maestro tuvo la oportunidad de apoyarnos y no lo hizo. Pero ya no quiero comentar eso, al tiempo hay que dejarle las cosas.
Las cosas caen por su propio peso, aunque a veces se tarden mucho…
Aquí el apoyo siempre fue del obispo Vera y de la Red.
Bejarano dice que está convenciendo a los otros sobrevivientes a que denuncien a Abarca, ¿qué opina?
Solamente le digo que si el maestro quiere hacer eso, que lo haga, está en su derecho de hacer lo que sea pertinente, nosotros siempre estuvimos luchando para que los sobrevivientes hablaran y no quisieron. Si hoy lo quieren hacer, es asunto de ellos, a nosotros ya no nos importa, no nos compete y sólo les deseo que les vaya bien y que tengan buena suerte.
Nosotros vamos a seguir por el camino que vamos, sabemos que implica muchos riesgos, pero somos un equipo y me refiero a la Red, al obispo, a las organizaciones que internacionalmente apoyan al obispo, por esa ruta vamos a seguir y a los otros compañeritos de aquel lado y al propio maestro no le tengo rabia, no estoy enojada, simplemente, que hagan lo que tengan que hacer. Nosotros vamos a seguir por nuestro lado, porque como le dije hace rato, al final las cosas van a caer por su propio peso.
“Aquí ya no me quedo”
¿Qué tanto la lucha electoral está empañando la situación?
Creo que le va a ir feo al PRD, ya tiene rato que me salí del partido, cuando vi que no ayudaban; dije: “aquí no voy a estar ya”, era indignante quedarme en un lugar donde en vez de apoyar a los que queríamos justicia estaban apoyando a los otros. Dije: “aquí ya no me quedo, ahí nos vemos”, y así fue.
¿Qué percibe?, ¿hay enojo hacia todos los partidos o particularmente al PRD?
No, a todos los partidos, nada más que en Iguala son muy dados a andar apoyando a la gente, pero que esto quede de ejemplo para que ya reflexionen sobre su voto; de mi parte en este momento, me asumo de apartidista, no quiero saber nada. Lo que quiero es justicia.
¿Cómo ve la desaparición de los jóvenes normalistas?
Me da mucha tristeza, son compañeros. Arturo fue solidario con ellos, y de verdad que siempre los apoyó, infinidad de veces visitó esa escuela y es que da mucha tristeza, mucha indignación, no poder hacer nada para remediar el dolor de los padres.
Pienso en las mamás que perdieron a sus hijos; en mi caso, yo que perdí a mi compañero, es un dolor inmenso, feo. Hago la comparación, pienso: “era mi compañero”, y ahora las mamás, se ha de sentir más feo todavía porque son sus hijos, los vieron nacer, crecer, los alimentaron, los fueron procurando para que crecieran y de buenas a primeras un loco hace lo que hace, se los quita, o un grupo de locos, no lo sé.
¿Qué es lo que piensa el pueblo sobre el móvil del secuestro de los jóvenes?
Pienso que han influido muchas cosas, por ejemplo el presidente del municipio tiene una mentalidad empresarial muy mezquina, con esto no quiero decir que todos los empresarios piensen igual, pero este señor tiene una mentalidad de que no quiere a la clase pobre.
¿Había desprecio hacía los pobladores pobres?
Sí.
¿Y la mujer, su esposa?
¡Uh!, pues…
¿Era peor?
Sí.
Un hombre intolerante
Este hombre se supone que es de baja extracción. Su papá vendía sombreros en el mercado, y luego, ¿se vuelve contra su propio pueblo?
Pues sí, yo digo que eso de que vendía sombreros no es malo, lo malo es que se condujera de esa manera; no es malo que de la noche a la mañana se haya hecho rico, a lo mejor sí trabajó y todo eso, el problema es que no era un personaje apto para gobernar, porque no existía en él la tolerancia.
¿Las cosas tenían que ser como él quería?, ¿así o así?
Así fue.
¿Es un hombre rudo, agresivo?
Fíjese que él en su carácter no muestra nunca eso, siempre como que se desquita después, no sé.
¿Rencoroso?
Algo de eso.
¿Usted cree que a Abarca se le podrá detener?
Mire, aquí la gente no cree, se siente poco segura, me lo ha manifestado a mí. La pregunta es qué va a pasar después cuando se vaya la Gendarmería, cuando se vaya la corporación, ¿qué vamos hacer?
¿La gente tiene esperanza de encontrar a los chicos con vida?
Es lo que quisiéramos, aquí los papás de plano ahorita ellos… ¿cómo se les dice a los papás que se vayan haciendo a la idea de que tal vez esos veintiocho cuerpos que aparecieron en las fosas, algunos de ellos pueden ser un hijo suyo. Yo creo, no sé, que aquí se va a requerir mucho apoyo de la sociedad, sobre todo de la sociedad, porque el gobierno ya nos demostró que no puede, pero las organizaciones, los organismos internacionales y grupos de asociaciones, que les ayuden a los papás a enfrentar el resultado que venga, me refiero a lo psicológico para aceptar el resultado que pueda venir. Siempre es difícil, yo ya lo pasé, yo veía ahí, estaba mirando el cuerpo de Arturo y no aceptaba que era él.
Señora, ¿tiene algún tipo de seguridad, algún tipo de apoyo?
Sí, la seguridad, las medidas cautelares que me dio el Gobierno del Estado a través de la Comisión de Derechos Humanos Estatal, pero a decir verdad, no me siento segura.
Lo único que me da seguridad, que eso sí vale, es que si me pasara algo, hay un responsable y ése es el Gobierno del Estado, porque él tiene a cargo nuestra seguridad. Estoy hablando de que si me pasa algo, hay a quien echarle la culpa, al gobernador. Ojalá nos puedan ayudar, a todos los medios de comunicación, les agradezco mucho y que se difunda lo que está sucediendo aquí.
