Este jueves estudiantes que encabezan las manifestaciones prodemocracia y los Gobiernos de Pekín y Hong Kong han endurecido sus posturas.
Ante la amenaza de los promotores de las protestas prodemocracia de incrementar los actos de desobediencia civil y ocupar edificios oficiales si para esta medianoche no ha dimitido el jefe del ejecutivo local, Leung Chun-Ying, la policía ha advertido de que no descarta el uso de la fuerza si los manifestantes intensifican su campaña de movilización.
Un portavoz de la policía hongkonesa, el superintendente Hui Chun-Tak, ha asegurado que se recurrirá a un “uso apropiado de la fuerza” si la situación empeora. Los organizadores de las protestas han instado a las familias con niños a que abandonen el área de las concentraciones, mientras los agentes han trasladado a la sede de la Administración autónoma cajas con lo que parece ser, según las imágenes que circulan en las redes sociales, material antidisturbio.
Un portavoz del Ejecutivo ha instado a las decenas de miles de manifestantes a disolverse. Tras dos días festivos, el viernes se retomará la actividad laboral y más de 3.000 funcionarios intentarán acudir a sus puestos de trabajo en el complejo gubernamental, bloqueado ahora por las protestas. Si los empleados de la Administración no pueden entrar, “afectará al orden público y el suministro de servicios a los ciudadanos”, aseguró el portavoz gubernamental.
Pekín ha elevado también el tono contra las protestas. Los medios oficiales han advertido que si las manifestaciones continúan podrían causar el “caos” en la ciudad. El diario oficial del Partido Comunista de China, El Diario del Pueblo, advierte en un editorial publicado este jueves que “el Gobierno central continuará apoyando de manera firme e inquebrantable las medidas legales y las políticas que adopten de acuerdo con la ley el jefe del gobierno local Leung y la policía autónoma hacia estas protestas ilegales”.
El editorial acusa a los manifestantes de comportarse de manera “egoísta”, uno de los peores insultos de acuerdo con la manera de pensar en la República Popular china.
El comentario del periódico llega después de que el propio ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, de visita en EEUU para participar en la Asamblea General de la ONU, advirtiera contra cualquier posible injerencia extranjera en la situación. “Los asuntos de Hong Kong son asuntos internos chinos. Esperamos que los países respeten la soberanía china”, declaró Wang el miércoles antes de reunirse en Washington con el secretario de Estado de EEUU, John Kerry. El ministro también calificó las movilizaciones en Hong Kong de “actos ilegales”. “Ningún país, ninguna sociedad permitiría estos actos ilegales que violan el orden público”, sostuvo
Los manifestantes exigen la dimisión de Leung como un primer paso necesario antes de acometer una reforma electoral que permita la celebración de comicios bajo sufragio universal y con libre designación de candidatos, su meta definitiva.
