CRÓNICA

 Ataques en Guerrero

Manuel Nava

Iguala, Gro.- Poco después de que se cumpliera un año de la devastación causada por los huracanes Ingrid y Manuel, Guerrero vive otra tormenta, sólo que ésta es de carácter político impregnada de violencia que podría desencadenar movilizaciones sociales iracundas como las ya ocurridas en otros momentos.

Los hechos de violencia más recientes registrados en Iguala no sólo indican que se incurrió en el uso excesivo de la fuerza pública, signo inequívoco de una autoridad rebasada, sino una participación del crimen organizado, en la víspera en que, de manera legal, se iniciará el proceso electoral del 2015.

Después de los hechos ocurridos el 26 y 27 de septiembre, que dejaron un saldo de seis muertos entre civiles y estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, ubicada en Ayotzinapa, José Luis Abarca Velázquez, alcalde de Iguala, pidió licencia para separarse del cargo por 30 días, con el fin de no entorpecer las investigaciones del caso, no sin antes desmarcarse de los actos violentos registrados y solicitó que quien tenga responsabilidad la pague con base a lo que establece la ley.

Los hechos

Durante la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre un grupo de policías municipales de Iguala y un comando armado no identificado dispararon en contra de estudiantes de la Normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa y unos deportistas, dejando un saldo preliminar de tres muertos seis heridos y al menos 25 detenidos.

Estos lamentables hecho comenzaron a fraguarse la tarde del viernes, en Chilpancingo cuando los normalistas intentaron secuestrar autobuses de pasajeros para viajar a la ciudad de México y participar en la marcha del 2 de octubre, pero la Policía Estatal se los impidió. Más tarde lo hicieron en Iguala donde se llevaron tres autobuses de líneas privadas.

El primer ataque ocurrió a las 21:50 horas del viernes. Unos 40 normalistas de primer y segundo año estuvieron pidiendo dinero en varios puntos de esa ciudad para su actividad del 2 de octubre, y por la noche sustrajeron los tres autobuses, de los que ya salían de la ciudad, pero según sus palabras, una patrulla y presuntos policías los alcanzaron y les dispararon.

Cuatro horas más tarde, volvieron a sufrir un ataque cuando los estudiantes hablaban en el mismo sitio con maestros y reporteros, aseguraron que hasta allí llegó una camioneta con personas a bordo que dispararon contra el grupo de normalistas y maestros; murieron dos de los estudiantes: Daniel Solís Gallardo y Yosivani Guerrero.

En otro ataque, en el crucero a Santa Teresa, la comunidad que anuncia la cabecera municipal, otro grupo de personas armadas disparó contra un autobús; en él viajaban los futbolistas del equipo estatal Los Avispones. Murieron dos, el deportista David Josué García Evangelista y el chofer Víctor Manuel Lugo Ortiz. Ahí falleció la señora Blanca Montiel Sánchez y fue herido el dirigente de los trabajadores del Colegio de Bachilleres. La versión es que las personas armadas confundieron a Los Avispones con los normalistas de Ayotzinapa.

En los escenarios de ataque, según reporte policiaco, se encontraron casquillos de calibre 9 milímetros y .223 para AR-15. Además se habla de una mujer muerta dentro de un vehículo que se encontraba en el lugar, sin relación con los normalistas.

Otro incidente ocurrió más tarde, sobre la carretera federal Chilpancingo-Iguala, cerca del crucero con la carretera que lleva a Tepecoacuilco, y posteriormente se localizaron dos vehículos, un Volkswagen tipo Pointer con el cristal lateral de la puerta trasera roto y en la portezuela del conductor tres impactos de arma de fuego calibre 7.62 x 39 mm (AK-47), y una camioneta marca Ford, tipo Escape, con las llantas ponchadas. Ahí resultaron lesionados un agente del ministerio público que transitaba por el lugar, y una mujer, los cuales fueron trasladados a un nosocomio de Chilpancingo, donde los reportaron estables.

A las 11 de la noche, durante una conferencia de prensa en las instalaciones de las oficinas centrales de la Secretaría de Educación Guerrero en esta capital, normalistas egresados integrantes del Frente Unido de Normales Públicas del Estado de Guerrero confirmaron el primer ataque a los estudiantes de Ayotzinapa en Iguala, y dijeron que estaban en esa ciudad porque realizaban una colecta de fondos para sus actividades escolares, cuando fueron atacados por los policías municipales.

A unos 500 metros de donde ocurrió el primer ataque a los normalistas fue encontrado el cuerpo desollado de otro estudiante, a quien sus compañeros llamaban El Chilango, a las 11 de la mañana del sábado.

Mediante un comunicado de prensa, el gobierno municipal de Iguala anunció la cancelación del segundo informe de labores de José Luis Abarca Velázquez, presidente municipal, quien exigió a las autoridades que se esclarezca lo sucedido y expresó el pésame a los familiares de los fallecidos. Durante las horas siguientes, el munícipe declaró que jamás tuvo conocimiento de los hechos ya que se encontraba bailando luego de que concluyó el informe de su esposa María de los Ángeles Pineda Villa, presidenta del DIF municipal.

El gobierno del estado informó que en los ataques de policías y civiles contra normalistas y futbolistas, seis personas perdieron la vida y 20 resultaron lesionadas.

Luego del ataque a los estudiantes de la normal de Ayotzinapa la noche del viernes, 280 efectivos fueron acuartelados y desarmados y las 40 patrullas de la corporación fueron aseguradas en el cuartel regional de la Policía Estatal. Después de las 6 de la tarde, 260 efectivos fueron liberados y sólo quedaron retenidos 20 que presuntamente tuvieron participación directa en el ataque a los estudiantes, a pesar de que un par de horas antes el procurador había informado que los policías estarían detenidos en calidad de testigos.

Iñaky Blanco Cabrera, procurador general de justicia del estado, confirmó que policías municipales de Iguala atacaron a normalistas de Ayotzinapa por lo que la principal línea de investigación “es el uso excesivo de la fuerza por parte de efectivos”, pero que también participó en los hechos de violencia la “delincuencia organizada”.

Los familiares de los policías efectuaron una protesta y mostraron cartulinas en las que decían que eran inocentes del ataque a los estudiantes. En una de las lonas mostradas se leía: “Señor presidente Enrique Peña Nieto, no permita que el señor procurador (Iñaky Blanco), junto con Omar Cuenca Marino estén permitiendo la entrada de grupos armados de Los Rojos a Iguala, porque aquí queremos paz. La Gendarmería está apoyando a la delincuencia organizada que parezca que es el pueblo, que ya no queremos muertes de gentes inocentes, que por eso están retirando la seguridad a la seguridad municipal para permitir el paso a los grupos armados”.

El lunes 30 de septiembre un grupo de normalistas de Ayotzinapa y contingentes de otras normales y de padres de familia marcharon en Chilpancingo para protestar por lo ocurrido en Iguala y al llegar al Congreso del Estado destruyeron gran parte del edificio, sobre todo los ventanales.

La dirigencia del Movimiento Popular Guerrerense advirtió que se sumará a la protesta y que radicalizarán sus movilizaciones.

Disputa de narcos

Guerrero es un territorio irradiado por la lucha entre los carteles del crimen organizado. Tanto las ciudades más importantes como las 7 regiones de la entidad registran un índice de actividad de este tipo de delincuencia que no sólo ha alterado la vida social sino también la vida política.

La renovación de alcaldías durante 2012 se efectuó en medio de un clima de violencia provocado por los enfrentamientos políticos y el crimen organizado, y con municipios que presentan los niveles de pobreza más elevados del país.

En los últimos años, el fenómeno se acentuó en Iguala, municipio que es la puerta de la región norte del estado, el cual se encuentra prácticamente dividido en dos áreas de control e influencia paramilitar.

Una bajo el grupo Guerreros Unidos, que disputa el control de las rutas de trasiego de drogas que conectan los estados de México, Guerrero y Morelos. Otra por Los Rojos, una célula encabezada por Leonor Nava Romero, El Tigre, hermano de Jesús Nava Romero, y El Rojo, lugarteniente de Arturo Beltrán Leyva.

Por recordar sólo algunos de los hechos más importantes ocurridos en los dos últimos años se mencionan:

En mayo de 2013 un grupo de 40 pistoleros fuertemente armados emboscaron un convoy militar, en la carretera estatal Ixcateopan-Pachivia, cuyas vías unen el municipio de Ixcateopan con la ciudad de Iguala.

En junio de 2013, ocurrió el asesinato de Arturo Hernández Cardona, el principal dirigente de la UP y fundador de la Unión Campesina Emiliano Zapata (UCEZ) y de Ángel Román Ramírez y de Rafael Bandera Román. Las organizaciones responsabilizaron al alcalde José Luis Abarca Velázquez.

Sofía Lorena Mendoza, la regidora de Desarrollo Rural, promovió el desafuero del alcalde pero Bernardo Ortega Jiménez, entonces presidente del Congreso del estado, desechó la demanda.

En abril de este año, efectivos de la Policía Estatal y del 27 Batallón de Infantería con sede en esta ciudad localizaron y desmantelaron un narcolaboratorio para la producción de heroína, en la colonia San Miguelito, al poniente de la cabecera municipal.

 

Quién es Abarca Velázquez

Durante el proceso electoral local de 2012, se habló en distintos momentos de la injerencia del crimen organizado en apoyo a unos candidatos e intimidando a otros, y se hicieron diferentes señalamientos sobre José Luis Abarca Velázquez —hoy primer edil con licencia— a lo que éste siempre respondió que se trataba de una campaña de desprestigio dado que buscó su candidatura por diferentes institutos políticos e invirtió, según él mismo lo llegó a decir, en la campaña electoral de Ángel Aguirre Rivero, actual gobernador

Abarca Velázquez llegó al cargo de presidente municipal a través del PRD, aunque nunca había militado en ese partido. Él comenzó vendiendo sombreros en el mercado, sólo estudió hasta preparatoria y lo hizo por el sistema de educación abierta; hoy es propietario de la plaza comercial Galerías Tamarindos, la más importante de esa localidad guerrerense sin que haya una explicación convincente de su auge económico.

Recibió el apoyo del gobernador Ángel Aguirre Rivero para que fuera el candidato del PRD y miles de despensas llegaron a todas las colonias de Iguala —previo a las elecciones—, como fruto de sus inversiones y el apoyo económico ofrecido en tiempos de campaña política a Aguirre Rivero entonces abanderado del PRD para contender por la gubernatura.

Una línea de investigación que la PGR sigue en contra del alcalde de Iguala es su esposa, María de los Ángeles Pineda Villa. Es hermana nada menos que de Alberto Pineda Villa, alias El Borrado, operador de Arturo Beltrán Leyva.

En la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/0241/2008 se le menciona como enlace entre altos funcionarios de la SIEDO con los hermanos Beltrán Leyva, quienes recibían información sobre las investigaciones en su contra a cambio de pagos superiores a los 450 mil dólares mensuales.

En el documento se asienta que un testigo protegido declaró que el agente federal Javier Jiménez Sánchez, El Pinocho, era el contacto a través del cual Miguel Colorado, quien fuera coordinador de inteligencia de la SIEDO (actualmente preso en el penal de Puente Grande, Jalisco, en espera de ser extraditado a Estados Unidos), le proporcionaba información en torno a las investigaciones que realizaba la PGR en contra de los Beltrán Leyva.

También declaró que Jiménez Sánchez “se reportaba directamente con El Borrado, uno de los principales integrantes de dicha organización delictiva y que se encuentra en la misma categoría que El Grande (Sergio Villarreal Barragán), operador del cártel en la Comarca Lagunera y en el estado de Morelos”.