El Gobierno y los estudiantes de Hong Kong prevén un diálogo para mañana martes, el primero desde que inicio el descontento social y político, aunado a enfrentamientos con acusaciones mutuas, y después de que el Tribunal Supremo ordenó a manifestantes abandonar uno de los barrios ocupados.

La primera reunión entre los manifestantes y el gobierno, que durarán unas dos horas y serán abiertas y televisadas, condición que habían impuesto los estudiantes al Gobierno, se dará después de un fin de semana tenso lleno de enfrentamientos violentos la entre Policía y los activistas pro democracia, en el barrio de Mong Kok, que dejaron 40 detenidos y decenas de heridos, entre ellos una veintena de policías.

Lo anterior llevó a que este lunes el Tribunal Supremo de Hong Kong emitiera una medida para prohibir la ocupación en este barrio, ante la demanda interpuesta por varios operadores de transporte público que aseguran que están registrando pérdidas por culpa de la ocupación.

Esa medida fue poco difundida después de que la propia policía de Hong Kong asegurara en rueda de prensa que la situación en Mong Kok estaba al borde “del motín” y de que el jefe del Ejecutivo de Hong Kong, Leung Chin-yung, acusara a “fuerzas extranjeras” de alentar las masivas protestas.

Sin dar más detalles, sus palabras sirvieron para “echar más leña al fuego” en un ambiente ya explosivo, según el secretario general de la Federación de Estudiantes, Alex Chow, que mañana se presentará en la mesa para dialogar con las autoridades; además tachó de “irresponsables” las declaraciones de Leung.

Analistas no creen en acuerdo

De acuerdo con las estimaciones de los analistas, el encuentro no acabará en acuerdos concretos, debido a los antecedentes, la tensa situación que vive la ciudad y que los estudiantes son sólo una parte del movimiento de protesta.

“Es improbable que el diálogo traiga un avance, a no ser que ambos lados den un paso atrás. Todos los indicadores sugieren que el Gobierno chino no se retirará el sistema propuesto, pero no está claro cuánto margen hay para conseguir una forma más democrática de nominación de candidatos que sea aceptada por Pekín”, explicó a Efe el profesor de Política de la Universidad de Hong Kong, Peter Chung.

Para el activista David Webb, las autoridades podrían presentar la opción de reducir el peso de Pekín en la elección de candidatos a jefe ejecutivo local para que el sistema sea más democrático, “Es su oportunidad para recuperar la confianza de la gente. De la misma manera que en Hong Kong se experimenta con la internacionalización del yuan, también puede ser el laboratorio para probar la democracia”.

Sin embargo, tanto Webb como Chung coinciden en que los estudiantes no aceptarán “cualquier oferta”.

Pro democracia firmes

Los jóvenes han insistido firmes en sus demandas desde el pasado 28 de septiembre cuando decidieron tomar las calles de la ciudad, con lo que han logrado prologar una protesta que llega hoy a su vigésimo tercer día y que se ha extendido a varias zonas de la ex colonia británica.

Quieren una reforma del sistema electoral que permita a los ciudadanos la libre nominación de sus candidatos para las elecciones a la jefatura de Gobierno de Hong Kong en 2017, aunque el jefe del Ejecutivo local, Leung Chun-ying, se niega a aceptarlo.

La demanda ciudadana se intensificó luego de la decisión de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo chino) del 31 de agosto de dejar a cargo de un comité -formado por mil 200 miembros- la selección de los aspirantes a las urnas, en las que, por primera vez, los hongkoneses tienen la oportunidad de votar, para elegir entre candidatos que antes han sido aprobados por Pekín.

“La ANP no va a cambiar su política hacia Hong Kong, así que ahora está en las manos de los hongkoneses”, consideró hoy Li Fan, director del Instituto de Estudios de China y del Mundo; también defendió que el modelo de “un país, dos sistemas” por el cual la parte continental se diferencia de regiones como Hong Kong o Taiwán, sí sigue funcionando.

“Lo evidencia la actuación de las autoridades. Ni el Ejército ni la policía del Gobierno central han acudido a Hong Kong a sofocar las protestas”, opinó el analista desde Pekín, en contraposición a lo que los activistas y expertos de Hong Kong defienden: que, triunfen o no las protestas, el sistema ya se ha visto comprometido.