La demanda de justicia no disminuye ni puede agotarse

Teodoro Barajas Rodríguez

El tiempo transcurre en Guerrero y la ingobernabilidad manifiesta exhibe la insensibilidad del aún gobernador Ángel Aguirre Rivero que hasta el lunes 20 se mantenía en su cargo en medio de cuestionamientos en una entidad carente de justicia.

De nueva cuenta la impunidad como divisa invariable, la no asunción de la responsabilidad como característica de una clase política reacia a la rendición de cuentas.

En diversos puntos del país las protestan arrecian, la aldea global en la que estamos inmersos por los efectos de la globalización también registra recriminaciones al gobierno mexicano porque nadie sabe dónde están los 43 normalistas de Ayotzinapa, reprimidos por la policía de Iguala así como por integrantes del crimen organizado, cada vez se descubren más fosas, muertos sepultados clandestinamente en una tierra sin ley pero sí con sangre.

La narrrativa del crimen está por todas partes, en el medio urbano y rural, la crisis institucional es abiertamente expresiva como lo ejemplifica el caso de los normalistas de Ayotzinapa, las vejaciones que sufren los migrantes o la abierta intromisión del narcotráfico en diferentes niveles de gobierno.

México es una tumba clandestina, aseguró el sacerdote Alejandro Solalinde recientemente en alusión a las fosas que se han descubierto una tras otra en Guerrero, hace mucho el espíritu de la ley quedó atrapado en una especie de purgatorio, son muchos los expedientes criminales que señalan negligencia de autoridades, los gobernantes se aferran al hueso sin autoridad moral que los avale.

Michoacán continúa en una marejada de crímenes, con todo y la organización legal de los grupos de ex autodefensas ahora bajo lineamientos oficiales de policía.

Resulta inexplicable que el gobernador Aguirre, calificado de sátrapa, se mantenga en su cargo respaldado por su partido político, la izquierda o una parte de ella en el PRD olvida sus referentes, evidentemente la amnesia ha sido corrosiva con México.

Fue Guerrero la entidad que se caracterizó por la irrupción de la guerrilla de dos profesores normalistas a inicios de los años setenta como lo fueron Genaro Vázquez y Lucio Cabañas, la izquierda actual los deja de lado, los citados guerrerenses insurrectos se manifestaron contra el antiguo régimen.

Guerrero es una tierra con profunda historia si evocamos el origen de México, particularmente Iguala, también ha sido el feudo de caciques y de movimientos sociales. La demanda de justicia no disminuye ni puede agotarse.