¡Mambrú se fue a la guerra! que dolor, que dolor, que pena, ¡Mambrú, se fue a la guerra!, no sé cuando vendrá. Esta copla popular fue compuesta por soldados franceses, al creer que el duque inglés de Malborough había muerto en la batalla de Malplaquet; él nunca imaginó que pasaría a la historia en esta tonada burlona y deformada, siendo tan célebre en la guerra y en la política de su época.
John Churchill, duque de Malborough, tuvo numerosos triunfos peleando contra los franceses en la Guerra de Sucesión española. Una de sus victorias más recordada la logró en la batalla de Malplaquet, un 11 de septiembre de 1709, cinco de generales de su ejército cayeron muertos en el campo y este último corrió tales peligros, que los franceses creyeron que era verdad la noticia de su muerte.
“Con esta creencia, y hallándose los franceses en su vivac de Quesnoy la noche misma de la batalla, a uno de los soldados sin saber quien, se le ocurrió componer y cantar la canción acompañado de sus compañeros, que dice “Malborough s’en va-t-en guerre; Mironton, mironton, mirontaine; Malborough s’en va-t-en guerre; Ne sait quand reviendra”, relató el compositor Francisco Asenjo Barbieri en la revista El Averiguador”.
Este cántico es una especie de oración fúnebre burlón, con la que los derrotados y hambrientos soldados franceses se mofaban de quien tanto daño les había hecho, según Barbieri consta de 22 coplas que durante algún tiempo corrieron entre soldados y campesinos franceses.
Ya estaba casi olvidada la canción, cuando la reina María Antonieta dio a luz al Delfín, y tomó por nodriza a una aldeana llamada Poitrine —cuenta el escritor de Mambrú—, quien acostumbraba cantar la canción de Marlboroug al bebé y hasta los Reyes comenzaron a repetirla con frecuencia y a partir de esto todo el palacio de Versalles, lo repetía.
Según narra Barbieri, el sonsonete se extendió rápidamente por Francia y también en Inglaterra, se hizo tan de moda que se dio el nombre a telas, peinados, carruajes, guisados, etc., furor que duró muchos años hasta la Revolución Francesa.
El eco de la popular canción llegó a España con la influencia francesa de la casa de Borbón y se cantó por doquier, aunque distorsionada y españolizada, dando al héroe el nombre de Mambrú, mas armónico con nuestro idioma, la rima era mas común entre las niñas que la entonaban en sus juegos de rayuela, aseguró el investigador.
Existe otra versión publicada en el “El Mundo Ilustrado” que destaca que de acuerdo a la tradición recogida y comentada por M. De Chateaubriand, resulta que Mambrú es de origen árabe, y se remonta a la edad media, que posiblemente fue importada a España y Francia por los soldados de don Jaime I de Aragón y de Luis IX, lo que debe considerarse como una leyenda, cuyo protagonista debió ser un oscuro cruzado llamado Mambrón, que coincide con la historia de la nodriza Poitrine y afirma que por un lapsus pudo sustituirse el nombre del cruzado con el del general Marlborough.
Sin embargo, para el escritor y profesor de literatura, Manuel Martín Sánchez, en su libro “Seres míticos y personajes fantásticos españoles, se trata de una versión mas de Mambrú en “una canción de origen “cátaro para ridiculizar al obispo de Lodeve”, que fue conde de Montbrún.
Martín Sánchez señala que los campesinos cátaros, habrían inventado la tonada como protesta, contra el obispo usurpador que les arrebató sus tierras después de la batalla de Muret, en la que murió Juan II de Aragón.
Información de ABC España.