Entrevista a Mario Montes y Ana Lucía Zavala/Miembros de la OHPS
Nora Rodríguez Aceves
La Organización Humanista para el Progreso Social (OHPS) exige a las autoridades responsables del caso Tlatlaya que los militares que se encuentran detenidos por la masacre de 22 presuntos delincuentes “tengan un juicio en orden, un juicio transparente, un juicio justo, apegado totalmente a derecho”.
“Nosotros no estamos diciendo que los solados sean culpables o que sean inocentes, lo que se busca es que se esclarezca el caso ante la sociedad. Nosotros somos sociedad civil preocupada porque, si existen los derechos para unos, ¿por qué no existen los derechos humanos para otros? Ése es el tema, en donde nos empezamos a involucrar como organización humanista. De entrada se hablaba de 25 soldados, por eso es que nace el movimiento #YoSoy26, como una iniciativa de la OHPS pero que gracias a las redes sociales empieza a sumarse mucha gente que coincide con nosotros, que empieza a cuestionar la información que se publica en los medios de comunicación sobre el caso, que se pregunta ¿quién tiene la verdad? Pero la verdad es que hay demasiada desinformación que lo único que ha generado en la opinión pública es incertidumbre, que se pregunta ¿qué fue lo qué pasó? Nosotros no podemos decir qué pasó puesto que no estuvimos ahí”.
Sin embargo, “nuestra preocupación es velar por el tema de los derechos humanos como organización humanista para que esto se dé de una manera transparente y la ciudadanía quede a gusto con el resultado, si son culpables los militares conforme a derecho, bueno tendrán que ser castigados y si son inocentes, que también se esclarezca la situación como tiene que ser”, afirma Mario Montes Aguilar, responsable de la Organización Humanista por el Progreso Social, en el Distrito Federal.
En este sentido, Montes Aguilar explica a Siempre! que el tema “de cómo se dio el caso Tlatlaya agarró a la opinión pública totalmente fuera de contexto porque de inició hay felicitaciones para estos militares de parte del gobernador del Estado de México porque plantea, en cuanto a la delincuencia organizada, que quedó extinto un grupo que estaba ya muy enquistado en esta zona, y así nos mantienen por meses hasta que de repente sale como de la chistera el tema de un testigo protegido, de una testigo que la conocemos por el seudónimo de Julia, y que no sé si la opinión pública la conozca o no la conozca, por lo menos nosotros no tenemos ese conocimiento, pero es un medio de comunicación, que no es del país, el que señala que habló con ella y el que le da un auge tremendo a sus declaraciones de que no fue un enfrentamiento sino una ejecución, eso plantea el periódico, sin embargo, parte de lo que nosotros entendemos como sociedad es que hubo un enfrentamiento, de entrada porque tan sólo el conductor del vehículo donde iban los militares sale herido en una pierna y lo que hacen los militares es repeler la agresión”.
Versiones encontradas
Por lo tanto, agrega el representante de la organización no gubernamental, “ese tema nos pone a nosotros como sociedad a decir: ¡ah, caray! Espera, un testigo protegido, un medio extranjero considerando la situación, y después inicia una serie de declaraciones la testigo; es más, el propio procurador en alguna entrevista planteó que las versiones eran encontradas, la primer versión contra la segunda versión contra lo que se había declarado primeramente en el periódico, y se tiene el entendido de que en un momento tan fuerte, porque está dentro de una balacera, lógicamente que el estado de ánimo puede ser en la otra frecuencia, y el estado anímico y humano también pudiera tener situaciones de exageración o de minimizar las cosas, pero eso solamente quien lo ha vivido en ese momento es quien puede determinar qué realmente ocurrió”.
Por eso, “cuando esto inicia, a nosotros como Organización Humanista por el Progreso Social nos mueve una situación y una interrogante: ¿qué pasó?, ¿quién tiene la razón?, ¿dónde está el tema, en cuanto a que si los militares actuaron en defensa propia o si hubo una ejecución? Y aquí tendríamos que evaluar el tema como sociedad, porque nosotros vemos que la delincuencia organizada, de ser victimarios, porque de acuerdo al reporte tenían asolada la región, cobro de piso, robos, asaltos, secuestros, asesinatos, decapitaciones, de repente de ser victimarios pasan a ser víctimas porque los derechos humanos empiezan a defender a estas personas, y sin embargo se les olvidan los derechos de las víctimas y por supuesto también de aquéllos que estuvieron implicados en el caso, como son los militares”.
Dado que en la entrevista con nuestro semanario se encuentra también la presidenta de la Organización Humanista para el Progreso Social, Ana Lucía Zavala Rodríguez, y que fue ella quien empezó el movimiento #YoSoy26, Montes Aguilar le cede la palabra para que comparta cómo se originó el movimiento. “Inició agarrando el número 26, me uno a la causa de ellos, de los 25 militares detenidos por el caso Tlatlaya, primero que nada tratando de investigar cómo estaba la situación, cómo es que sucedieron los hechos, pero está muy cerrado todo el asunto”.
De ahí que empiece “yo a hacer una especie de convocatoria ante las redes sociales en la cual yo digo a todas las personas que de una u otra manera han sido afectadas por el crimen organizado, que han sufrido algún asesinato, un secuestro, un levantón, que los han extorsionado y que estén inconformes, estamos hablando del crimen organizado, se les invita a que se unan a esta causa y que tratemos de ver de qué manera podemos ayudar a estos muchachos, y ante la información que se ha manejado de que son los militares los que inician, los que comienzan este movimiento, debo aclarar que nunca, nunca fueron ellos los que convocan, en ningún momento, somos la organización civil los que hemos hecho este movimiento”.
El número 26 soy yo
“No son los militares los que están detrás de todo esto, jamás, es algo que yo siempre les digo a todos los medios, a ver, nada más aclarando, el número 26 soy yo, su humilde servidora, mi nombre es Ana Lucía Zavala Rodríguez, soy la presidenta nacional de la Organización Humanista por el Progreso Social, estamos en esto por propia convicción y porque no queremos que haya tanto abuso, ya está todo el territorio nacional invadido por la delincuencia organizada, hoy sale una nota donde dice: los famosos narcojuniors, los narcojuniors a la cabeza, cosas así, es decir, estamos dándole demasiada importancia a la delincuencia organizada”.
Ahora con todo esto del caso Tlatlaya, expresa Zavala Rodríguez, “resulta que tienen más derechos los delincuentes que nosotros como ciudadanos, no es válido. Le voy a ser muy clara en esto, a partir de esta convocatoria que empezamos con el asunto Tlatlaya, se empiezan a agregar otros militares que dicen, yo también tengo un problema, está el caso de un sargento, conductor, de Ciudad Valle, San Luis Potosí, que por hacer su trabajo bien, hoy está pagando las consecuencias. Resulta que ponen a disposición a varios delincuentes o narcotraficantes o como le quieran llamar, y él por inocente, por tontería, descuido, lo que usted guste y mande, no se cubre su cara, lo identifican, y como a la semana o dos semanas van y le levantan a su esposa y a sus hijas de su casa, entonces a él le informan y en lo que le dan permiso de ir a buscar a su familia, de regresar a su casa a buscar a su familia, aparece su esposa muerta, ejecutada, torturada, violada, amarrada toda con cinta canela y una de sus hijas aparece también muerta y la otra está desaparecida, tiene años buscando, pidiendo ante los medios de comunicación, ante derechos humanos ante la Procuraduría General de Justicia, a todas las dependencias, que hagan algo, pero no hay eco para él, por eso él se une también y nos pide que pongamos voz en él para que si alguien sabe de su hija le informe, él sólo quiere rescatar a su hija y así es como empieza a darse una cadenita de gente que llega por otros motivos, por otros problemas, pero que también tienen que ver con justicia, con los derechos humanos”.
La presidenta de OHPS expone que “hay un sinfín de situaciones de esta índole, de esta naturaleza, y los penales están llenos, pero no de delincuentes, de mucha gente inocente, tal parece que la Procuraduría es experta en fabricar delincuentes, y la gente mala está afuera haciendo y deshaciendo, es un sinfín de cosas que están sucediendo en nuestro país y nadie hace nada, estamos indefensos y los que están llevando todo esto son los narcotraficantes, son los que viven como si nada, como si estuvieran en su casa y por eso es que nosotros estamos metiéndonos en esto, tratando de ayudar, de tocar conciencias, de que se entienda algo, que no podemos permitir que unos cuantos y que son, digo yo, chicos malos, y que los están defendiendo de esta manera, estén manchando tanto al Ejército mexicano porque, al final de cuentas, no están hablando de 25, están hablando de los soldados, son unos asesinos, si lo checa usted dentro de redes sociales no manejan en si un grupo, están hablando como si lo fueran todos, pluralizan una situación cuando en realidad es el Ejército quien ha estado en momentos difíciles, como han sido las inundaciones, en todos los desastres por fenómenos naturales”.
Pliego petitorio de once puntos
Dado que el sábado 11 de octubre se llevó a cabo la primera marcha en apoyo a los 25 militares implicados en el caso Tlatlaya, Mario Montes comenta algunos de los once puntos que contiene el pliego petitorio que entregaron en Los Pinos. “Conforme han avanzado los días la campaña ha ido creciendo al interior de las propias redes sociales y por eso marchamos de la Catedral Metropolitana a Los Pinos y efectivamente se llevó un pliego de peticiones en donde el primer punto tiene que ver con crear un marco jurídico para que los militares, en lugar de hacer la labor de ejército hagan la labor de seguridad pública, crear un marco jurídico para que ellos tengan la plena seguridad de que este marco les va a permitir un radio de acción y de ser respetados también. Un segundo punto es la creación de un comité ciudadano porque a raíz de este movimiento hay cientos de expedientes de personal militar que están recluidos en las cárceles militares y que hoy dicen es necesario que se revise el caso nuevamente; el tercer punto, agrega Montes Aguilar, tiene que ver con “el general Ricardo Martínez Perea, que está procesado; éste es uno de los casos fuertes, por un anónimo, es decir, nadie sabe quién lo puso, cómo lo puso, sin embargo por orden del expresidente Vicente Fox está purgando una condena donde no hubo absolutamente ningún proceso judicial, donde no existe ni su nombre, únicamente está purgando una condena que no se sabe ni porqué. Lamentablemente, son de los casos que precisamente ahora que se está dando el movimiento #YoSoy26 están empezando a salir a la luz pública, entonces es un asunto que para nosotros es importante”.
En ese mismo tenor, el representante de OHPS en la ciudad de México, agrega un cuarto punto y es “el no violentar los derechos de los militares, porque se prejuzga sin conocer. ¿Cuál es la labor real que ellos tienen? Tenemos el dato que aun sin llevar un juicio, inmediatamente que son detenidos les quitan el 90% de sus prestaciones económicas dejando en estado de indefensión a las familias, a sus mujeres, a sus hijos, es decir, aun sin llevar un juicio lo primero que les quitan es su salario y esto es algo que la gente desconoce”.
En espera de la respuesta que la Presidencia de la República le pueda dar a su pliego petitorio, los representantes de la Organización Humanista por el Progreso Social seguirán en su lucha en defensa de los militares que lo necesiten, no sólo los implicados en el caso Tlatlaya, y conscientes de los riesgos que corren en esta lucha. “Sí, antes de lanzar esta iniciativa se tocó este tema, es decir, que hay un riesgo como todo en la vida, pero la verdad es que estamos conscientes de que ese riesgo que estamos corriendo es precisamente para tratar de mejorar nuestra sociedad mexicana”, dice Mario Montes.
En este sentido, Ana Lucía Zavala, quien ha sido ya intimidada y amenazada desde que inició esta campaña en defensa de los militares y poco antes de la marcha realizada en la ciudad de México el pasado 11 de octubre, agrega que “si permitimos por temor, porque el que te estén hablando, te estén acosando, te estén tumbando la página de Internet, que te digan bájale, no te pongas aquí o esto o lo otro, si todos empezamos con esas angustias vamos a estar como ratoncitos nada más ahí esperando que todos salgan, que todos nos pisoteen, seguiremos igual; no, yo creo tenemos que dar la cara, tenemos familia, queremos una vida mejor para nuestros hijos, para nuestra familia, para nuestra descendencia; entonces es nuestra obligación y responsabilidad como mexicanos que somos el luchar por un país mejor porque si no alzamos la voz jamás seremos escuchados, y por eso hacen y deshacen, porque nosotros no ponemos un basta, y es una obligación que tenemos como mexicanos el defender, yo quiero mucho a mi patria, yo quiero mucho a México, y no es posible que permitamos que sigan así las cosas, ya estamos invadidos de puro delincuente, ya cualquier chamaco nada más porque escucha un corrido ya se siente bien fregón y anda con los malandrones haciendo y deshaciendo, pero nosotros también lo permitimos como ciudadanía, nosotros permitimos esa situación, nosotros hemos dejado que siga creciendo toda esta cuestión, tenemos que poner un alto y ponernos las pilas para avanzarle en esto, pero si empezamos con miedos y todas esas cosas cualquiera nos aplaca”.

