El número de casos de Ébola llegará a los 9 mil esta semana y la epidemia se sigue expandiendo geográficamente en Guinea, Sierra Leona y Liberia, indicó este martes la Organización Mundial de la Salud.
La cifra de muertes en el brote, que se reportó por primera vez en Guinea en marzo, ha alcanzado los 4 mil 447 de un total de 8 mil 914 casos y se estima que entre 5 mil y 10 mil casos por semana se registrarán en diciembre.
El director general asistente de la OMS, Bruce Aylward, espera que en la primera semana de diciembre se alcance ese “pico” y que a partir de ahí el número de infectados empiece a disminuir paulatinamente con las acciones de lucha que se están aplicando actualmente ante la enfermedad.
Aunque hay indicios de que las tasas de infección se están desacelerando en algunas de las áreas másafectadas, Aylward dijo que la enfermedad está en “más distritos, condados y prefecturas” que hace un mes, y que las cifras de casos seguirían subiendo, “superaremos los 9 mil casos esta semana”.
El funcionario aseguró que sería “muy, muy prematuro” interpretar éxito en la aparente desaceleración de las tasas en algunas áreas.
Médicos inconformes en EU
Mientras las autoridades de salud de Estados Unidos han intentado encontrar el origen del primer contagio de Ébola dentro de sus fronteras que ha afectado a una enfermera del Hospital Presbiteriano de Dallas, Texas, organizaciones profesionales de enfermeras han exigido el fin de una campaña de acusaciones sin sustento contra su compañera infectada, así como equipamiento medico y entrenamientos para hacer frente al virus mortal.
“Exigimos protección y un mejor entrenamiento de nuestras agremiadas para evitar futuros accidentes”, aseguró la directora ejecutiva de la Asociación Nacional de Enfermeras de EU, Rosean DeMoro, que agrupa a más de 186 mil afiliadas del sector salud.
Según una encuesta difundida este lunes por la organización, el 76% de las enfermeras consultadas en un total de 46 estados y el Distrito de Columbia, hasta el día de ayer no habían recibido información sobre el protocolo a seguir en caso de un infectado de Ébola, ni tampoco el equipo necesario para protegerse durante su trabajo.
El director del Centro para el Control de Enfermedades (CDC), Thomas Frieden, dijo ante las críticas que se habían interpretado mal su señalamiento de que se había incumplido estrictamente el protocolo en el caso de la enfermera infectada y que están en busca del origen del contagio a la enfermera que suponen fue a la hora de someter al paciente a diálisis, pero también al momento de ayudar en su entubamiento a un ventilador para recibir respiración asistida.
La enfermera contagiada, Nina Pham, de 26 años, ha recibido una transfusión de plasma de un médico que sobrevivió al virus. Jeremy Blume, un vocero del grupo médico sin fines de lucro Samaritan’s Purse, confirmó que la donación provino de Kent Brantly, el primer estadounidense que regresó a EU desde Liberia para ser tratado; Brantly recibió un tratamiento experimental, sobrevivió ante el virus mortal y ha donado sangre a otras tres personas.
Frieden dijo que no se sorprendería de que hubiera otros infectados debido a que los pacientes de Ébola son más contagiosos a medida que avanza la enfermedad.
Las otras víctimas
La auxiliar de enfermería española contagiada por la enfermedad mortal, Teresa Romero, ha experimentado una “leve mejoría” aunque su estado sigue siendo grave.
El director del Instituto de Salud Carlos III de Madrid, Antonio Andreu, informó que la situación de Romero ha mejorado, debido a que han pasado quince días desde que la mujer empezó a experimentar los primeros síntomas de la enfermedad.
En relación a las 15 personas consideradas de alto riesgo por haber tenido contacto con la enferma en días pasados y que están en cuarentena, ninguna tiene fiebre ni presenta síntomas de Ébola, dijo Andreu.
Para todos ellos la situación de riesgo acabará el 27 de octubre, transcurridos los veintiún días en los que se incuba y desarrolla el virus. El límite se fija en los 14 ó 15 días desde la aparición de los primeros síntomas, lo que indica que, en el caso de Romero, que en las próximas horas se determinará su posibilidades de curación.
El doctor Andreu no quiso informar acerca de qué sueros o productos se están administrado a Romero, con el argumento de que forma parte “del secreto médico”.
Por su parte, el enfermo de Ébola trasladado desde Liberia a Alemania para recibir tratamiento murió hoy en la clínica St. Georg de Leipzig, este del país, informaron los responsables del centro medico, a pesar de las intensivas medidas médicas adoptadas y de que el personal sanitario ha realizado los mayores esfuerzos.
El paciente era un trabajador de Naciones Unidas de origen sudanés, de 56 años, el tercer infectado con el virus trasladado a Alemania desde África.
En la Clínica Universitaria de Fráncfort sigue tratándose a un médico ugandés que trabajaba en Sierra Leona para una organización no gubernamental italiana.
Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores calificó ayer como un ejercicio de “solidaridad” la recepción de enfermos de nacionalidad extranjera en Alemania y que el Gobierno seguirá atendiendo las peticiones de ayuda que reciba de organizaciones internacionales, de acuerdo con los recursos existentes.
Alemania dispone de cincuenta camas para ser utilizadas por pacientes con Ébola y cuenta con cuatro aeropuertos preparados para atender casos sospechosos que puedan ser detectados a bordo de un avión.
Al parecer falsa alarma
Un avión de pasajeros de Aerolíneas Tucas aterrizó de emergencia en el aeropuerto Leonardo Da Vinci de la capital italiana por el temor de que dos pasajeras estuvieran enfermas de Ébola, indicaron portavoces de la Terminal aérea.
El avión cubría la ruta de Estambul-Pisa cuando el capitán pidió aterrizar en Roma porque dos mujeres se sintieron mal a bordo y se temía que fuera a causa de la enfermedad mortal.
La Terminal aérea implementó enseguida las medidas de emergencia previstas para atender casos de Ébola, por lo que el avión fue estacionado en una zona aislada para ser abordado por un equipo especial de médicos, oficiales de sanidad aérea y de frontera, así como personal de primeros auxilios.
Las dos pasajeras, una adulta y su hija, fueron llevadas al hospital Spallanzani de la capital italiana en donde permanecieron en observación, aunque según fuentes sanitarias no presentaban síntomas de la enfermedad.
