Sara Rosalía
Artistas, como el pintor Francisco Toledo, activistas, dirigentes de organizaciones sociales, como el sacerdote Alejandro Solalinde, coordinador del albergue para migrantes Hermano en el camino, e incluso autoridades municipales y comunitarias, exigieron el pasado 14 de octubre, como ya lo han manifestado diversos organismos nacionales e internacionales, la exigencia de que aparezcan con vida los 43 estudiantes normalistas desaparecidos en Ayotzinapa. Igualmente demandaron que no queden impunes los responsables materiales e intelectuales de estos hechos en el que perdieron la vida tres normalistas y otras tres personas.
Y añaden en el documento, un reclamo particular, porque entre los desaparecidos se encuentra Christian Tomás Colón Garnica y hospitalizado de gravedad Edgar Andrés Vargas, ambos originarios de Oaxaca. Exigen al gobierno federal, además de agilidad en la localización de los normalistas desaparecidos, atención psicosocial a los normalistas supervivientes y a los familiares de los desaparecidos, así como garantías de seguridad a familiares de las víctimas y a las organizaciones que les están ofreciendo solidaridad.
Recuerdan al gobierno federal cuando fueron ejecutados extrajudicialmente los normalistas Jorge Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría, crímenes ocurridos el 12 de diciembre de 2011, y que permanecen en la impunidad.
Casi 40 escuelas y facultades de la UNAM, de la UAM, de la Universidad Autónoma de Zacatecas, de Chapingo y otras realizaron paros.
La escritora Elena Poniatowska manifestó en la UNAM, en una conferencia en que rememoró al líder del 68 Raúl Álvarez Garín, quien murió el 26 de septiembre, y en la Universidad Autónoma de Chiapas, donde se le otorgó un doctorado honoris causa, que consideraba estos crímenes peores incluso que los de Tlatelolco, juicio que coincide con otros analistas políticos. El rector de la UNAM y el del Instituto Tecnológico Autónomo de México, condenaron igualmente los hechos.
