CRÓNICA

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En la presentación, Leopoldo Espinosa, el autor; Beatriz Pagés, Amparo Gómez y Arturo Gálvez

 

 

Hablar de historia y geografía nacional es compromiso mayor.

Ambas ciencias representan además de cultura, esfuerzo;

la primera significa denuedo por descubrir el pasado nacional y

la segunda es el afán de representar gráficamente la porción de

tierra donde se asientan los mexicanos.

Leopoldo Espinosa

 

Elizabeth Ponce

La belleza emblemática que caracteriza el Castillo de Chapultepec: el alcázar fue el espacio donde el político y periodista Leopoldo Espinosa, acompañado de los historiadores Amparo Gómez y Arturo Gálvez así como la directora de la revista Siempre!, Beatriz Pagés, presentó la obra Un imperio venido a menos. Apuntes para la historia geográfica de México, el cual busca despertar el interés de la nuevas generaciones por la geografía histórica de nuestro país.

La isla Bermeja se podría recuperar

Durante la presentación, el autor hizo un llamado a los mexicanos a pelear en los tribunales internacionales el territorio que nuestro país ha perdido en invasiones, batallas y guerras. Destacó que entre los territorios que se pueden recuperar se encuentra la isla Bermeja, la cual forma parte de Campeche, y aparece en mapas antiguos desde el siglo XVI hasta el siglo XX. El último acto que reconoce su existencia es el Tratado sobre Límites Marítimos entre los Estados Unidos Mexicanos y Estados Unidos de América de 1978, sin embargo en el tratado Clinton-Zedillo, donde México y Estados Unidos convinieron sus fronteras marítimas en el Golfo de México, signado el 9 de junio de 2000 en Washington, ya no aparece la isla Bermeja.

Como se recordará, la isla Bermeja tiene gran importancia porque expande la soberanía marítima mexicana en una zona de grandes yacimientos de petróleo acrecentando el patrimonio petrolífero nacional. En Un imperio venido a menos se relata la expansión hispana hacia el norte, donde por el lado atlántico se encontraron con colonias inglesas y una posesión inestable alternada con Francia de la Luisiana; en tanto que por el lado del Pacífico, España expandió sus dominios, bajo jurisdicción de la Nueva España hasta lugares tan nórdicos como Nutka, situado en la actual Isla de Vancouver, y de los que se demuestra el animus occupandi español mediante la presencia de un destacamento de 20 vascos sustituidos a fines del siglo XVIII por militares provenientes de San Blas, Nayarit.

El sistema feudal imperante al tiempo de la colonización de la América hispana fue modernizado con el arribo de la dinastía borbona al trono de España, que pretendió ejercer un mayor control sobre los gobernadores de ultramar, quienes se habían transformado en verdaderos caciques que controlaban los ingresos administrando a placer; la solución a este problema fue superponer a las anteriores autoridades, la supervisión de una serie de intendentes que inspeccionaban varias provincias.

Permanente despojo

Al respecto comentó la también secretaria de Cultura del PRI, Beatriz Pagés, que más que un libro de historia o de geografía, “Un imperio venido a menos es un espejo en el que se refleja un país permanentemente despojado en su patrimonio territorial, en sus derechos, en su autodeterminación, desde la Conquista hasta nuestros días, donde aparece la imagen de una nación que propició y permitió el despojo”.

Calificó el libro como una expedición cartográfica que nos muestra como si se tratara efectivamente de un cuerpo humano la mutación que fue sufriendo la organización política del país, desde la Nueva España, hasta nuestros días.

Por su parte, el historiador Arturo Gálvez viajó a través de los capítulos de la obra, partiendo del redescubrimiento del territorio mexicano y de cómo fueron ensanchándose los límites de la Nueva España, donde el autor estudia la primera organización política en el territorio que hoy se llama Estados Unidos Mexicanos y cuya jurisdicción se dividía en 5 audiencias: una en las Islas Filipinas, otra en la Isla de Santo Domingo, otra más en Guatemala, otra en Guadalajara y finalmente la de México, que era el asiento del Virreinato, además de La Florida en su calidad de provincia sui generis. Explica las funciones de las diversas autoridades coloniales, como el rey de España, el Consejo Real de Indias, y las Audiencias Reales que estaban facultadas para los asuntos judiciales.

Un imperio venido a menos tiene como objetivo despertar inquietudes entre la población para que veamos que el patrimonio de los mexicanos no es algo que se pueda dilapidar; es un documento de referencia histórica de lo que ha sucedido con nuestro territorio para que no se repitan los mismos errores del pasado, como lo señaló el escritor y político.