Entrevista a Luis Raúl González Pérez/Presidente de la CNDH
Nora Rodríguez Aceves
Luis Raúl González Pérez, el nuevo presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) exhorta “a que los mexicanos, los gobernados, los ciudadanos, realmente todos trabajemos por introyectar como pauta de conducta el cumplimiento de la ley. El cumplimiento de la ley es obligatorio para las autoridades pero también para los ciudadanos, tenemos que ir por ese camino del respeto a los derechos humanos porque es la vía que puede ayudarnos a disminuir estas tensiones, a disminuir esta crispación social. Bienvenida la protesta, bienvenida la libertad de expresión, hay que fortalecerla y sobre todo ante hechos tan indignantes como los que se ven, pero sí un llamado a no ejercer violencia para reclamar un derecho”.
Luego de que el pasado jueves 13 de noviembre fuera elegido como presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos con 97 votos a favor de los 107 votos emitidos, dos terceras partes de los miembros presentes en el pleno de la Cámara de Senadores, Luis Raúl González comenta a Siempre! que se siente muy comprometido, “me siento con una gran responsabilidad, me siento con la obligación de satisfacer el mandato que me confirió el Senado de la República y de satisfacer las expectativas sociales, y digo esto porque es un reto muy grande, gigantesco, es un reto en donde el ombudsman tiene que mostrar precisamente que tiene la autoridad moral, la energía, la credibilidad y la confianza, y este mandato del Senado ya es un primer mensaje, el que las distintas fuerzas políticas al interior del Senado me dieran su voto de confianza, compromete y obliga”.
En ese sentido, “es una etapa muy complicada para el ombudsman por la situación de violaciones graves a derechos humanos que hemos estado observando, no es ajeno lo que estamos viviendo porque ha motivado la indignación de la sociedad y en ese contexto es una situación extraordinaria en donde asumo la responsabilidad, pero la asumo con entusiasmo, con disposición y con entrega”.
Hay que recordar que Luis Raúl González Pérez fue hasta hace unos días el abogado general de la UNAM, en la CNDH fue segundo visitador general, secretario técnico del Consejo Consultivo, director general del Programa de Agravios a Periodistas y Defensores Civiles de Derechos Humanos, director general de Asuntos Indígenas y director general de Administración.
El nuevo titular de la CNDH es licenciado en Derecho por la UNAM, donde ha sido profesor y ha ocupado distintos cargos administrativos. Ha sido director general de Gobierno de la Secretaría de Gobernación y subprocurador general de la república, donde coordinó la investigación del caso Colosio. Y en 2009 también compitió por la presidencia de la CNDH.
Derechos humanos en crisis
En su primer mensaje ante los medios de comunicación con motivo del inicio de su gestión como presidente de la CNDH, cargo que desempañará durante un periodo de cinco años, 2014-2019, González Pérez destacó que “la situación de los derechos humanos en México atraviesa un periodo de crisis ante el cual nuestra sociedad demanda acciones inmediatas y efectivas que den cauce y respuesta a sus reclamos de justicia, legalidad y respecto a la dignidad humana, a la exigencia básica de vivir con seguridad y tranquilidad, contando con instituciones democráticas que atiendan sus demandas”.
De ahí que explique los principales ejes que regirán en su gestión para “el fortalecimiento de la promoción, respeto, protección y garantía de los derechos humanos, los cuales están expuestos en mi programa que presente al Senado y que son para estar a la altura de las circunstancias que el país y la sociedad exigen. Uno, trabajar permanentemente en favor y con las víctimas, ése es el eje del ombudsman, el ombudsman se debe a las víctimas, primero en una acción preventiva desplegar todo género de actividad que busque inhibir que se violen los derechos humanos, pero también cuando éstas suceden, mandar una señal clara de que no se tolerarán, mandar una señal clara de que se trabajará, como decía, en pro de las víctimas y acompañados también de la sociedad civil. Nos reuniremos con las distintas organizaciones no gubernamentales, hoy no se puede entender ningún servicio público sin una participación ciudadana”.
“Vamos a ejercer la autonomía que se tiene constitucionalmente, la vamos a ejercer con altura, la vamos a ejercer traduciéndola en independencia de gobiernos, independencia de partidos políticos, independencia de cualquier organización, el único mandato que tiene el ombudsman y al cual se debe constreñir es la Constitución, ése es parte de los ejes que vamos a trazar para dar confianza a la sociedad.”
Por eso, aun cuando el lunes —24 de noviembre— Luis Raúl González se reunió en la residencia oficial de Los Pinos con el presidente de la república, Enrique Peña Nieto, advierte que su relación con el Poder Ejecutivo será como lo ha dicho, “con todas las autoridades, y no está exento que la relación sea de diferente manera, tendré mucha interlocución, mucha comunicación, buscaré con los tres niveles de gobierno mucha comunicación al respecto, pero seré energético, seré puntual, seré realmente incómodo con los servidores públicos que no estén comprometidos con los derechos humanos, seré incómodo con los servidores públicos que no quieran entender que el ejercicio del poder, el ejercicio de la función que ejercen se debe a la sociedad, y que es totalmente compatible la función pública con el respeto puntual a los derechos humanos. Lo único que debe guiar al servidor público es cumplir con lo que le mandata la ley y la Constitución, es decir, necesitamos retomar el camino del Estado de derecho”.
Se deben aplicar las normas
En ese mismo tenor, habla sobre las recomendaciones emitidas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos que no se atienden por los funcionarios públicos e incluso por las fuerzas armadas como el Ejército y la Marina, y explica que “el primer paso que pretendo dar, es ejercer las atribuciones que ya tenemos, ejercerlas a plenitud, debemos trascender este extravío, que tenemos normas muy buenas pero luego no las aplicamos, no se traducen en realidades. México debe sentirse satisfecho de avances en derechos humanos, normativamente hablando, tenemos la reforma de 2011 que transversalmente incorporó en varios artículos el tema de derechos humanos, el artículo 1º fundamental, el tema de convencionalidad, la obligación de autoridades de respetar, proteger, promover y garantizar los derechos humanos, investigar y sancionar a quien viole derechos humanos, la interpretación conforme. El artículo 3º constitucional que debe incorporar los derechos humanos; el artículo 11 que incorpora una política que México había sostenido del asilo, se reconoce constitucionalmente, el tema penitenciario que incorpora como parte de la reinserción los derechos humanos”.
“Una reforma muy importante junto a una sentencia de la Corte Interamericana que propicia que nuestros tribunales acepten hoy las sentencias de la Corte Interamericana, avances significativos que hay que reconocer. Tenemos la Ley General de Víctimas, el Código Federal de Procedimientos Penales, está en tránsito la reforma en materia penal que busca agilizar los juicios, avances normativos muy importantes, pero contrastado con su aplicación vemos realidades lacerantes y graves como esto —Iguala y Tlatlaya—, entonces ése es el gran reto. ¿Qué haremos?, precisamente usted dijo algo muy importante, las recomendaciones, no se agota el trabajo del ombudsman en la emisión de una recomendación. ¿De qué le sirve el papelito a la víctima? Lo que le sirve es que en los hechos las autoridades acepten y cumplan, y si no cumplen, ejerzamos las atribuciones que ahí están, que comparezcan ante el Senado y expliquen, y también el acompañamiento del Senado para que haya una consecuencia política sobre el actuar de ese servidor púbico”.
Dado los antecedente del anterior ombudsman, Raúl Plascencia Villanueva, de quien las organizaciones defensoras de los derechos humanos, la sociedad civil, la opinión pública e incluso algunos actores de la política tenían la certeza o la percepción de que estaba más al servicio del poder que de las víctimas de violación a derechos humanos, el exabogado de la UNAM afirma “para mí está muy claro el mandato, soy conocedor de la Comisión Nacional desde sus orígenes, me inicié en ella, vi cómo surgió la comisión con esa mística y con esa energía, entonces para mí está muy claro y lo escribí, está ahí en el programa de lo que presenté al Senado, está muy claro que el ombudsman tiene que mostrar independencia de todo poder, tiene que mostrarse independiente de cualquier partido político, las presiones existirán, el punto es la verticalidad y la firmeza del ombudsman que pretendo ser”.
Una agenda muy amplia
De ahí que frente a la gran lista de temas y casos pendientes como migración, desaparición de personas, etc., Luis Raúl González ofrezca “trabajar con ahínco, trabajar intensamente, investigar sus casos, responder si están debidamente documentados, pronunciarnos con energía hacia los servidores públicos que violaron esos derechos humanos y demandar la satisfacción, la reparación integral de esas violaciones y que no queden impunes. La agenda es muy amplia, usted enunció ya algunos casos, le agregaría el tema de tortura, un tema igualmente importante, y otros asuntos, trata de personas, el tema de mujeres, el problema de menores migrantes o mujeres migrantes que por una aspiración de una calidad de vida diferente a la que tenían se ven vejados en su tránsito, la agenda es enorme, por eso del tamaño de la agenda es el reto que asumo”.
Además, están los casos de Iguala y Tlatlaya, dos temas prioritarios para el presidente de la CNDH, quien ha anunciado ya en diversos medios que revisará ambos casos y, de ser necesario, reorientará las investigaciones, ya que “fueron lamentables los sucesos que se dieron de violaciones graves a derechos humanos, en uno esta ejecución, en el caso Tlatlaya, y en el otro, la desaparición de 43 jóvenes y la muerte de seis personas; alrededor de este hecho de barbarie que nos debe de indignar y avergonzar a todos y que ha motivado y detonó esta protesta nacional y mundial de indignación”.
“Es un caso que nos hizo ver precisamente que hay problemas en este tipo de violaciones, alrededor de las investigaciones de Iguala se encuentran fosas con restos de personas que hay que identificar desde luego, pero hay que saber qué pasó, a quién atribuir esas responsabilidades, e investigar y sancionar. Y en el caso de Ayotzinapa necesitamos conocer la verdad, necesitamos darle certeza a las familiares de estas personas sobre su paradero y, por otro lado, que no sea un caso donde vaya a permear la impunidad. La impunidad es parte del círculo vicioso que hemos arrastrado y que abre la puerta para que se sigan cometiendo violaciones a derechos humanos, entonces son casos prioritarios, desde luego, y que estoy interiorizándome a fondo de las investigaciones que ya llevaba esta Comisión Nacional y de las averiguaciones que están haciendo las autoridades correspondientes”.
A pesar de que el ambiente esté tan polarizado, de que haya una crisis en materia de derechos humanos y de las expresiones de la opinión pública de que hoy “los derechos humanos están al servicio de los criminales”, el nuevo ombudsman nacional sostiene: “los derechos humanos en el pasado desde que nació la Comisión Nacional de los Derechos Humanos hasta hoy lo que defienden son los derechos de toda persona, los derechos que otorgan las leyes, la Constitución y los tratados internacionales, y dentro de esos derechos está que quien cometa un delito pague por él, la omisión de que no se le finquen responsabilidades es violación a derechos humanos y por eso está la Comisión Nacional y los organismos locales, por eso mi llamado al complimiento de la ley al Estado de derecho y a que se aplique la ley cuando alguien incumple esa norma”.
Aquí hago una invitación a los medios de comunicación, a ustedes, “para que sean aliados del ombudsman, porque sin el trabajo de ustedes, si no se conoce lo que se hace y con la firmeza que se haga tampoco lograremos nada. La mejor recomendación por más documentada que esté, si no logramos trascender que nos crean, de poco serviremos a la sociedad, ése es el gran reto”.