Entrevista a Agustín Ramírez/Presidente de la AMEDI
Nora Rodríguez Aceves
En opinión de Agustín Ramírez, presidente de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (AMEDI), este pacto contra la violencia “en principio es bueno, que finalmente todas las fuerzas políticas y el presidente de la república puedan unir esfuerzos de esta naturaleza, pero lo importante aquí es que esto no vaya a terminar como aquel pacto —Acuerdo para la Cobertura Informativa de la Violencia— que se hizo entre los medios para la transmisión justamente de información o de ciertas imágenes que fueran contrarias a cuestiones éticas, porque más allá de si los medios de comunicación van a contribuir o ayudar a difundir este pacto, lo importante es que la población esté enterada de manera oportuna, de manera veraz, de lo que está aconteciendo, y no que esto termine simple y sencillamente en una situación de ocultamiento de las cosas que suceden, ya que esto en lugar de tranquilizar a la población generaría mayores indicios de incertidumbre. Además, entender que el problema no está estrictamente en un pacto de esta naturaleza, el problema fundamental está en la impunidad y la corrupción que hay en el gobierno, también hay que entender que la impunidad y la corrupción son una parte importante de este proceso de entendimiento entre las fuerzas políticas, no es nada más reunirse para hacer este señalamiento de que van a generar un sentido de unión para enfrentar a la delincuencia; si no se hace una reflexión profunda dentro del gobierno, en el estado, en todos los poderes y en todos los ámbitos de lo que significa la corrupción y la impunidad, de nada servirá que estén de acuerdo las fuerzas políticas y el presidente en ir en un pacto en contra de la delincuencia, se necesita un marco jurídico que de veras destierre estos esquemas de impunidad y de corrupción”.
De acuerdo con el presidente de la AMEDI, el compromiso que tendrían que asumir los medios en este pacto, ya que es un llamado a todos los sectores, es que “los medios de comunicación, y principalmente los electrónicos que son los que llegan a mayor número de la población, tienen la enorme responsabilidad de regresar a su finalidad originaria, que era informar con oportunidad y veracidad lo que acontece en el país porque —insisto— no se trata simplemente de repetir el discurso oficial, se trata de dar información de lo que está aconteciendo para que la población tenga una idea muy clara y precisa de los índices de criminalidad que existen”.
Por otra parte, “los medios tienen que regresar también a esta idea originaria de informar sobre las imposturas del poder, que ésa es, digamos, su finalidad primaria y para eso fueron de alguna manera creados, no para ser comparsas del Estado. Por lo tanto, los medios de comunicación tienen está oportunidad también de ser una pauta de información veraz de la población, y que la población crea en ellos porque si la finalidad es manipular la información para que la población conozca que los partidos políticos y el presidente tienen un pacto, eso no nos sirve de nada porque eso no resolverá los problemas de criminalidad”.
“Los medios de comunicación electrónicos también juegan este doble papel de simulación entre la independencia editorial y la vinculación con el gobierno, cuando en realidad unos y otros prácticamente hacen lo mismo; entonces, así como habrá un pacto de las fuerzas políticas, los medios de comunicación tendrían también que hacer un esfuerzo, un pacto, de dar información plural, objetiva, veraz, oportuna, de lo que acontece en el país y principalmente de dar a conocer estas conductas antilegales y antiéticas de los servidores públicos porque —insistiría—de nada sirve que desde el poder público se pongan de acuerdo para expresar un llamado a la unidad cuando el resto de la población no les cree y cuando los medios de comunicación manipulan la información. Tenemos la oportunidad de que estos acontecimientos de Iguala sean los que hagan reflexionar a toda la sociedad, al poder público, a los medios de comunicación, al ciudadano de a pie, de que es necesario reconstruir el tejido social, pero sobre una base de mayor colaboración y solidaridad porque si no, de otra manera, si cada quien como dice el dicho vela para su santo, esto no tendrá ningún resultado; y los medios de comunicación tienen una gran posibilidad en este momento de generar, de tener otra vez credibilidad, porque la han perdido dada, digamos, la falta de oportunidad de la información y del ocultamiento de estos grandes esquemas de corrupción y de impunidad”.