Los investigadores de la Universidad de Pretoria, Sudáfrica, aseguran que este comportamiento puede deberse a alguna frustración o inexperiencia sexual de las focas. Incluso, podría tratarse de un acto de agresión o un juego que toma tintes sexuales.
El macho foca persigue al pingüino hasta capturarlo para después montarlo y penetrarlo varias veces. Cada cópula dura unos 5 minutos y hay periodos de descanso entre ellas.
En 2 de los casos, una vez que los machos foca terminaron dejaron que el pingüino se fuera, mientras que en la tercera ocasión, la foca asesinó y se comió al ave.
Hasta ahora no se sabe por qué los machos foca hacen esto con las aves, pero de acuerdo a Nico de Bruyn, de la Universidad de Pretoria, “…quizás se trate de casos de frustración sexual. Que necesiten liberar hormonas durante la época de reproducción”.
Independientemente de las teorías, nos preguntamos si no somos los humanos RESPONSABLES de este inusual comportamiento, al alterar el hábitat natural de ambas especies ¿ustedes qué opinan?