La autora de obras como Un impulso criminal, Muertes poco naturales, Intrigas y deseos, Mortaja para un ruiseñor o Muerte de un forense, la gran novelista de género policiaco Phyllis Dorothy James, mejor conocida como P.D. James, murió el día de hoy a los 94 años en Oxford la ciudad en la que nació en 1920, así lo informo un portavoz de la familia de la escritora.
La escritora británica, es destacada artífice del resurgimiento de la novela policíaca en su línea clásica. Hija de un funcionario de clase media, la cual creció en la ciudad universitaria de Cambridge. Por dificultades económicas tuvo que interrumpir sus estudios a los dieciséis años, y a partir de entonces se convirtió en autodidacta. En 1941 se casó con un estudiante de medicina que regresó de la guerra mentalmente desquiciado y pasó gran parte de su vida en hospitales psiquiátricos. Para sacar adelante a su familia (su marido y sus dos hijos), James trabajó en la administración de un hospital.
Tras la muerte de su esposo en 1964, trabajó como funcionaria en el Departamento de Política Policial y Criminal como experta en delincuencia juvenil. Esta experiencia le sirvió sin duda como base para su actividad de escritora, iniciada ya en la madurez con novelas policíacas en las que destaca su dominio del detalle y la perfecta caracterización de los personajes. Con Innocent Blood (Sangre inocente, 1980) asentó su fama como novelista, mientras que la novela futurista The children of men (Los hijos de los hombres, 1992) confirmó su talento narrativo más allá del género detectivesco.
Hasta el final la literatura fue su vida. Hace exactamente un año contaba en entrevista a la BBC que estaba escribiendo una historia de detectives y que era muy importante acabarla, escribir una más: “a medida que te haces más mayor escribir se vuelve más complicado, ya que la inspiración tarda más en llegar. Sin embargo, el hecho de ser novelista hace que tengas que seguir escribiendo”, contó entonces la autora.


