En lo que las autoridades calificaron de ataque terrorista, un hombre palestino, antes de ser abatido a tiros por la policía, estrelló su coche contra un andén de tren abarrotado en el este de Jerusalén y después atacó a varias personas con una barra de hierro, por lo que mató a una persona e hirió a otras 13.

La policía dijo que el conductor estrelló su coche primero contra el andén de la estación y luego dio marcha atrás para alejarse, con lo que golpeó a varios coches en su camino. Después salió del auto y atacó con una barra de metal a un grupo de policías que estaban a un lado de la carretera.

La policía identificó al hombre como un palestino de Jerusalén oriental de 48 años, padre de cinco hijos y vecino del campo de refugiados de Shuafat, además de hermano de un ex convicto liberado en 2011 en virtud del canje por el soldado israelí Guilad Shalit.

Antes, la policía israelí había dispersado a docenas de palestinos enmascarados que arrojaron piedras y petardos a los agentes, cerca de un disputado sitio sagrado en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Manifestantes palestinos y la policía israelí se han enfrentado casi a diario en los últimos meses.

Hamas se responsabiliza

El movimiento islamista Hamás asumió la autoría del ataque a través de un comunicado distribuido a los medios en Gaza, “Ibrahim al Akari, de Jerusalén Este, es el heroico conductor que llevó a cabo el ataque cerca de Sheij Yarrah”.

Hamás calificó al atacante de “héroe” y “mártir”, que “insistió en vengar las violaciones sobre la mezquita de Al Aksa y la muerte de otros mártires por fuerzas israelíes la semana pasada en Jerusalén”.

Se trata del segundo ataque de similares características en pocas semanas, tras el ocurrido el pasado 22 de octubre cuando un palestino arrolló al volante de un vehículo a varios transeúntes que esperaban junto a una parada del tranvía de Jerusalén, en el que murió una bebé de tres meses y días después una ciudadana ecuatoriana; otras siete personas resultaron heridas.

Israel tomó el este de Jerusalén, con lugares sagrados para judíos, musulmanes y cristianos, de Jordania en la guerra de 1967. Los palestinos demandan el territorio para su futura capital; el destino de la zona es un asunto emocional para judíos y musulmanes y su futuro está en el centro del conflicto israelí-palestino.

Los fieles musulmanes ven las oraciones judías en el sitio como una provocación, y las autoridades israelíes impusieron fuertes restricciones.

Israel comete crímenes de guerra

Amnistía Internacional (AI) acusó este miércoles a Israel de haber cometido crímenes de guerra durante su reciente ofensiva en Gaza, y afirmó que mostró una “insensible indiferencia” en ataques sobre viviendas familiares en la franja costera.

Más de 2 mil 100 palestinos, la mayoría civiles, murieron en los 50 días de guerra, según autoridades palestinas y Naciones Unidas. Israel afirmó que el número de milicianos muertos fue mucho mayor y acusó a Hamas de emplear a los civiles como escudos humanos. Del lado israelí murieron 66 soldados y seis civiles.

“Fuerzas israelíes mataron a decenas de civiles palestinos en ataques dirigidos contra casas llenas de familias, que en algunos casos supusieron crímenes de guerra”, reportó Amnistía en un informe.

El Ministerio de Exteriores de Israel rechazó las conclusiones del informe, al argumentar que Amnistía “ignora crímenes de guerra realizados por Hamas”, “el informe no menciona la palabra terrorismo en relación a Hamas u otros grupos armados palestinos, ni menciona los túneles construidos por Hamas para infiltrarse en Israel y realizar ataques terroristas”.

Israel lanzó la operación en Gaza a principios de junio en respuesta a un aumento en los ataques de cohetes de Hamas, el grupo islamista que gobierna en el enclave costero.

La operación siguió a una campaña de las fuerzas israelíes en Cisjordania, donde se arrestó a decenas de miembros de Hamas tras el secuestro y asesinato en junio de tres adolescentes israelíes a manos de milicianos de Hamas.

Varias semanas más tarde, extremistas judíos secuestraron y quemaron vivo a un adolescente palestino en Jerusalén, en un aparente ataque de venganza; la guerra del verano fue el conflicto más grave entre ambas partes registrado en años.

Las fuerzas israelíes han despreciado descaradamente las leyes de la guerra al realizar una serie de ataques contra viviendas civiles, mostrando una insensible indiferencia por la matanza causada”, afirmó Philip Luther, director del programa de Amnistía Internacional en Oriente Medio y el Norte de África.

Además, culpó a Hamas de la alta cifra de bajas civiles, por lo que culpó al grupo armado de lanzar cohetes -y atraer represalias- desde patios de colegio, zonas residenciales y mezquitas.