GARBANZOS DE A LIBRO
Dolores Castro/Premio Nacional de Artes
Marco Aurelio Carballo
“Cuanto más vivo más me gusta la vida”, dijo en una entrevista la poeta Dolores Castro, de 91 años, Premio Nacional de Artes 2014. “A eso debía uno dedicarse. A decir lo hermosa que es”. De su niñez, recordó: “Yo era muy atarantada. Siempre estaba en las nubes”. Nació en Aguascalientes y vivió en Zacatecas antes de llegar al DF, donde vive. “De niña era soñadora. Me gustaba contemplar, porque es más que ver. Es ejercer la capacidad de juicio, desarrollar la imaginación, y tratar de encontrar el corazón de una persona. De recién casada eran tantas las obligaciones que veía volar a los pájaros y pensaba en cómo sería tener alas”. Al recordar la muerte de su marido, el periodista y poeta Javier Peñalosa (1921-1977), padre de sus 7 hijos, dijo: “No me podía consolar”, y escribí el poema Elegía para Javier Peñalosa: “Yo traspaso los días como agujeros / tragando lágrimas / me alimento”… “Empecé a trabajar aquí y allá, en todas partes y me sirvió. De eso no me quejo, pero de su muerte sí. Y es que era genial, de veras. Era mejor poeta que yo. En 1968 defendió a los estudiantes. Era muy valiente. Yo no. Cuando hay que decir la verdad, la digo. Pero odio lo que sea batalla, muerte. La violencia es inaceptable”. Del oficio, dijo: “A medianoche surge una imagen inicial, y de ahí se desprende lo demás. He pretendido ser clara. Lo cual no es fácil”. También dijo que ha buscado expresar la verdad con intensidad, desde lo más hondo. “Eso se logra leyendo, escribiendo y viviendo. Si uno no adquiere experiencia al leer, al escribir y al vivir, lo que escribe es superficial; yo le huyo a eso”. Aunque estudió derecho y letras y literatura española en la UNAM, no ejerció de abogada. “Escogí el verso libre porque cada quien escribe de acuerdo con su época. Yo no quería hacerlo como ayer ni como antier sino como hoy”. Su entrevistadora para el diario Reforma, Silvia Isabel Gámez, concluye con estas palabras de la escritora: “No he querido ni hablar ni escribir mucho de lo que está ocurriendo porque ni siquiera lo acabo de entender. Alguien tendrá que hacerlo. Pero yo ya no. Tengo desarrollada la esperanza. A veces digo que la fe se bambolea, pero la esperanza no”.
