A tres semanas de que Cataluña celebrara la consulta no oficial sobre la independencia, el presidente de España, Mariano Rajoy, viajará este sábado a Barcelona para calmar las críticas de quienes dentro y fuera de su partido le acusan de inacción en el asunto.

El líder conservador lanzará un mensaje a sus militantes y a los catalanes no secesionistas, en una reunión de alcaldes del Partido Popular (PP), para denunciar el desgobierno en el que asegura que el jefe del Ejecutivo catalán, Artur Mas, ha dejado a la región durante los últimos dos años con sus planes independentistas; se presentará como el presidente de todos los españoles frente al presidente de solo una parte de los 7.5 millones de catalanes.

Hace dos semanas admitió de forma implícita estar perdiendo el debate en Cataluña, “tendré que explicar mejor que hasta ahora mis razones y mis argumentos”, dijo, “les voy a decir que yo no quiero que tengan que elegir entre ser catalanes o españoles”.

Rajoy estará en Barcelona después de que Mas, esta semana, anunciara un plan para declarar la independencia de la región del noreste en 18 meses y de que la fiscalía presentara una querella contra el líder catalán por celebrar la consulta del 9 de noviembre, pese a la prohibición del Tribunal Constitucional español.

Le acusa de desobediencia grave a la autoridad, usurpación, prevaricación continuada y malversación de fondos públicos, “detrás está la mano del gobierno español”, dijo hoy Mas sobre la querella.

Rajoy mantiene su rechazo a negociar con Mas la celebración de un referéndum de autodeterminación, también después de que 2.3 millones de personas, un tercio de las que podían hacerlo, acudieran a votar simbólicamente el 9 de noviembre pese al veto.

“Sobre lo que no voy a dialogar nunca es sobre la unidad de España y la soberanía nacional”, insiste el líder español. Y Mas, que se ve reforzado tras la consulta, avanza mientras tanto en el proceso independentista; este viernes dijo a una radio que antes de Navidad despejará la incógnita sobre un adelanto electoral.

Los partidos soberanistas analizan la propuesta de anticipar comicios a modo de plebiscito sobre la secesión, con candidatura unitaria del independentismo, para después, si hay mayoría absoluta, construir las bases del nuevo Estado en año y medio y celebrar después elecciones constituyentes; el nuevo Parlamento catalán que saldría de ellas proclamaría la independencia.

La candidatura unitaria parece, sin embargo, difícil de lograr por la reticencia inicial de ERC, la segunda fuerza del Parlamento catalán, y la oposición de los otros dos partidos independentistas.

Mas advirtió este viernes a Rajoy que Cataluña, la región económicamente más fuerte, pero también muy endeudada, no pagará la deuda pública si no negocia la secesión, “el buen escenario (para la independencia) sería hacerlo todo con acuerdo con el Estado español, repartiendo activos y pasivos, y la deuda”.

Rajoy acusó esta semana al presidente catalán de dar “un paso más hacia ninguna parte” con su plan. Su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, reforzó este viernes el mensaje, Mas “ha abierto una dinámica en la que cada vez sabe menos cómo salir y cómo enfocar”.