Los hechos hablan por sí mismos

 

 

El verdadero viaje de descubrimiento

no consiste en buscar nuevos caminos

sino en tener nuevos ojos.

Marcel Proust

 

José Luis Camacho Acevedo

El año que termina está lleno de claroscuros que parecieran resumir toda una historia llena de decisiones políticas y errores que nos han llevado al punto en el que nos encontramos. Un año que arrancó de manera espectacular con las reformas estructurales, que dieron un impulso al presidente Enrique Peña en el ámbito internacional, culmina de manera sombría ante los hechos de los 43 desaparecidos y una desacreditación que requiere de soluciones que aprovechen la coyuntura.

El Estado mexicano tiene una tarea impostergable a la luz de los acontecimientos: restablecer el Estado de derecho, abatir la impunidad y demostrar con hechos que tiene voluntad para cambiar la historia. La misma energía que utilizó el equipo de Peña Nieto para lograr avances otrora impensables debe emplearse para restablecer el orden y la justicia.

Las oportunidades de reposicionar el PRI deben ser aprovechadas al máximo. Sin duda, en este marco de acontecimientos, el PRD ha dejado de ser un partido que represente a “las izquierdas”, hoy tan vapuleadas e inexistentes. Escándalo tras escándalo el partido del Sol Azteca demuestra que ha perdido el faro. La salida del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas dio a ese partido la estocada final y demostró que las huestes están dispuestas a mantenerse en el poder pese a quien le pese y caiga quien caiga.

Carlos Navarrete, en un papel que ni él se cree, pedirá a sus candidatos pasar la prueba del ácido de su trayectoria y honorabilidad y la recuperación de la ética política; esto es, que todo dirigente nacional, estatal o municipal; senador, diputado o presidente municipal, que tenga señalamientos de presuntas irregularidades o vinculaciones ilegales, cuando haya elementos e indicios sólidos, el PRD les pedirá que se presenten ante la autoridad a declarar y esclarecer las cosas; sin fueros, sin privilegios, sin protección partidaria.

Ni el reconocimiento que hace por el “error” por postular a José Luis Abarca en Iguala lo salvará de la historia. Recordemos que como presidente nacional del PRD pidió disculpas a los habitantes de Iguala por los actos de violencia cometidos durante la gestión del alcalde, pero eso no lo exime ni a él ni a toda su banda.

Por su lado, el partido de los azules nada más causa lástima ante tanto error de sus miembros. Una doble moral que no les ha servido y que ha cimentado la idea de que este partido nació para ser un “partido-patiño”. Sin duda el PAN tiene entre sus miembros a gente muy valiosa y será necesario regresar a los principios que le dieron su razón de ser, para poder competir de manera decorosa en las elecciones que se avecinan.

En la política práctica, los hechos hablan por sí mismos. En Michoacán, por ejemplo, la institucionalización de los llamados autodefensas no ha logrado detener la violencia en la región. Más bien el diagnóstico es variopinto si queremos ser optimistas. Las cosas siguen caldeadas. Alfredo Castillo debe dejar las compras para otro día, y concentrarse en la misión que le fue encomendada: utilizar las herramientas del oficio político para mediar entre los grupos, los cuales se están agrediendo causando bajas en ambos bandos. La cosa se le puede complicar al abogado y “virrey” en el marco de las últimos enfrentamientos entre la gente de Hipólito Mora y el conocido Simón El Americano. El caballerito está por ser llamado a cuentas por la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.

El papel de los medios de comunicación ha sido también preponderante en el escenario político nacional durante 2014. Me concentro en las redes sociales. Fundamental el papel de estas herramientas para movilizar masas. Su poder se comprueba al ver cómo la sociedad se ha organizado y mantiene poder de convocatoria a través de twitter, por ejemplo. Acontecimientos recientes como el movimiento de los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional o las grandes movilizaciones y expresiones internacionales para exigir la presentación de los normalistas desaparecidos así lo demuestran.

Ayotzinapa seguirá siendo el dolor de cabeza de este gobierno por un largo rato. Tanto el “cansado” procurador de la república como el encargado de la Secretaría de Gobernación —¿y el secretario de gobernación, apá?— apuestan a que el olvido sea la fórmula mágica de este infortunio, tienen el mayor reto de sus carreras hoy tan debilitadas ante la opinión pública.

Curioso que todos los acontecimientos que vivimos sean la antesala a las elecciones del próximo año, con el relevo de los gobiernos de nueve estados, una renovación de la Cámara baja, la elección de 903 presidentes municipales, además de la elección de 639 diputados locales.

Por lo pronto ya hay abiertas expresiones de simpatía política a personas como la senadora Claudia Pavlovich, de Sonora, Ivonne Álvarez, senadora de Nuevo León, o Enrique Valladares, empresario de San Luis Potosí. Se dice que hay una desbandada en el partido azul, que ya está muy deslavado en aquella zona de la altiplanicie central mexicana.

Finalmente, 2015 presenta una oportunidad de enmendar y de seguir impulsando lo alcanzado con mucho esfuerzo por quien ama este país. Es un año que estará lleno de política en todos los ámbitos. Las elecciones serán el pan de cada día. Tal vez sería bueno ver a un líder nato y de mucha fuerza como Manlio Fabio Beltrones en una posición muy cercana a la Presidencia, para poder avanzar con mayor certeza los próximos años.

El sonorense a lo largo de su trayectoria ha demostrado oficio político. El líder del PRI en San Lázaro afirmó recientemente que ya hay acuerdos para discutir el sistema anticorrupción en el próximo periodo ordinario.

A ver qué pasa. Muchas felicidades a todos y, sin duda, un deseo de un mejor año 2015.