Los seis ex prisioneros de Guantánamo recibidos por Uruguay dijeron estar agradecidos por salir de un “agujero negro” y se comprometieron a hacer aportes “positivos” mientras rehacen sus vidas en el país sudamericano, expresaron en una carta firmada por uno de ellos y publicada este lunes por un medio local.

Cuatro sirios, un paquistaní y un tunecino llegaron el domingo en un avión militar estadounidense desde Cuba para ser internados en un centro de salud mientras se les realizan estudios médicos.

“Si no hubiera sido por Uruguay, hoy aún estaría en ese agujero negro en Cuba”, dijo el sirio Abdelhadi Omar Faraj, prisionero 329 que estuvo 12 años retenido en la cárcel de Guantánamo, a su abogado, que remitió la misiva al periódico uruguayo El País.

También el ex recluso aseguró, “no tengo palabras para expresar lo agradecido que estoy por la confianza inmensa que ustedes, el pueblo uruguayo, han puesto en mi y en los otros prisioneros en abrirnos las puertas a su país”.

El presidente José Mujica accedió a recibir a los presos como refugiados libres, colaborando con el pedido de su par estadounidense Barack Obama, que prometió cerrar el centro de reclusión de sospechosos de terrorismo en territorio cubano.

“En cuanto a mí y los otros prisioneros, deseo asegurarle a todos los uruguayos, incluyendo el gobierno uruguayo, que brindaremos solo buena voluntad y contribuciones positivas a Uruguay mientras aprendemos español y rehacemos nuestras vidas aquí”, agregó Faraj en la carta.

La mayoría de los uruguayos rechaza el arribo de los ex prisioneros por temor a que representen una amenaza, aunque el Gobierno estadounidense aseguró que no son un problema para la seguridad del país sudamericano.

Faraj también elogió a Mujica “por su acto noble de solidaridad con nosotros y por su compromiso a tratarnos como seres humanos plenos, en vez de actuar como otro carcelero”.

Al final de su carta, el sirio se reconoció fanático de la selección uruguaya que dirige el director técnico Óscar Tabárez, se lamentó por el resultado en el campeonato del Mundo Brasil 2014 y dijo que alentará al equipo en la próximo Copa América.

Cori Crider, abogada del ex prisionero Jihad Ahmed Mujstafa Diyab, que fue alimentado a la fuerza ante una huelga de hambre que realizó mientras estaba recluido, dijo que el refugiado planea traer a su familia a Uruguay y trabajar en una casa de comidas.

“Era otra persona. La diferencia en el tono de su voz entre la última vez que hablé con él desde Guantánamo y ahora que está en Uruguay fue increíble”, dijo Crider al periódico uruguayo El Observador.

Los seis reclusos de la cárcel de Guantánamo acordaron con el gobierno vivir al menos dos años en el país sudamericano y respetar sus normas y leyes; el traslado de los presos a Uruguay fue anunciado en marzo por el presidente José Mujica y confirmado en mayo durante una visita en Washington a su homólogo Barack Obama.

El traspaso al país sudamericano es el más numeroso de presos de Guantánamo en los últimos años, una cárcel abierta por Estados Unidos en 2002 bajo el mandato de George W. Bush, por la “guerra contra el terror” luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001.