“Guatemala tiene un río pensativo y otro que se tiñó de sangre… Tiene un volcán de agua, otro de fuego y una montaña de huesos y cadáveres”. Luis Alfredo Arango
Juan Pablo Aguirre Quezada
En la historia del siglo XX en Centroamérica diferentes naciones de las regiones central y norte tuvieron guerras civiles que cobraron la vida de miles de personas; y tal vez la guerra más recordada en la región fue el conflicto del Futbol entre Honduras y el Salvador en 1969. Pese a este recuerdo en la centuria XXI existe un conflicto territorial entre la nación que más tarde obtuvo su independencia – El caso de Belice en 1981- con Guatemala.
Ambas naciones limitan con México y por ello el origen de la disputa se remonta a los primeros años de vida independiente de Guatemala, una vez desintegrada la República Federal de Centro América. Si bien desde 1859 la Convención Anglo-Guatemalteca definió los límites actuales que en su momento correspondió a la antigua colonia Honduras Británica. Los chapines reclaman parte del territorio de Belice como propio. En 1981 Belice obtiene su independencia de la Gran Bretaña, por lo que el diferendo de límites reaparece en la agenda política de sus dirigentes.
Cabe destacar que entre 1963 y 1986 las relaciones diplomáticas entre el Reino Unido y Guatemala estaban rotas debido a estas diferencias. Pese a ello desde 1973 la ex colonia Honduras Británica estaba en transformación para erigirse como país independiente.
Belice es el único país de Centroamérica que su lengua oficial es inglés. Con menos de 340 mil habitantes y cerca de 23 mil kilómetros2 de territorio, por lo que tiene una de las menores densidades en todo el continente, además de ser el segundo más chico de la región sólo por debajo de El Salvador. Por su parte, Guatemala con 15.5 millones de pobladores y aproximadamente 109 mil kilometros2 de extensión es uno de los países más grandes de Centroamérica por ambas características.
Una posible solución binacional fue la consulta popular que se tenía planeada realizar el 6 de octubre de 2013 a fin de que los ciudadanos beliceños y guatemaltecos pudiesen decidir si el desacuerdo era llevado hasta la Corte Internacional de Justicia. No obstante, cinco meses antes de la fecha prevista se anunció la suspensión del llamado a las urnas por diferentes desacuerdos entre ambas naciones, lo que generó tensión en la frontera. Cerca de la mitad del territorio beliceño es reclamado por Guatemala, que corresponde a la parte sur del país angloparlante, es decir, la zona meridional desde las ciudades de Belice, San Ignacio y la capital Belmolpán hasta la frontera actual, lo que abarca las reservas forestales de Sibun, Melinda, Mountain Pine Ridge, Cockscomb Basin, Colombia y el Parque Nacional de Sarstooth; además de las poblaciones de Punta Gorga y Dangriga. Esta región es la menos poblada de Belice, con importancia agrícola (plantaciones de arroz).
En los últimos meses las dos representaciones han fortalecido sus argumentos a fin de buscar una victoria por la vía legal. Sin embargo, una ventaja para Belice es que en 1992 el gobierno de Guatemala lo reconoció como nación independiente con el correspondiente nombramiento de embajadores por las dos partes. Además de la situación de la tierra continental el reclamo también incluye diferentes islas y zonas del mar Caribe.
Los acuerdos para definir las fronteras definitivas de la nación independiente más joven de Centroamérica no son exclusivos con su vecino del poniente. Cabe destacar que en la línea divisoria con México y Belice tuvo una rectificación en la región de la Bahía de Chetumal durante 2007, por lo que el país caribeño ganó zonas marítimas como resultado de la rectificación del convenio de 1893.
La Organización de los Estados Americanos (OEA) ha realizado diferentes actividades a fin de preservar la armonía y el dialogo entre los dos países. Pese a que el problema no ha representado aún un riesgo de guerra si ha habido enfrentamientos entre ambas fuerzas armadas como los sucedidos en el año 2000 con saldo rojo. El problema ya llegó a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) debido a que a finales de septiembre de 2013 el canciller beliceño, Wilfred Erlington solicitó una respuesta urgente al organismo, ya que consideró a la situación como una amenaza existencial en contra de su país.
La falta de un acuerdo fronterizo entre ambas naciones ocasiona en la región territorial diferentes conflictos humanos y ambientales, tales como la degradación de las tierras de cultivo, delincuencia, actividades pesqueras y forestales ilegales, tráfico de personas, pillaje de zonas arqueológicas, narcotráfico, explotación de flora y fauna, contrabando, entre otras actividades ilícitas.
Esto también ha propiciado acusaciones mutuas de las autoridades tanto de Guatemala como de Belice. Pese a que la cancelación del plebiscito es una muestra de que las reclamaciones continuaran en el futuro y que no hay una fecha concreta para resolver el problema, situación que influye en la inestabilidad de la región.