SALUD
Cuidado con la pirotecnia navideña
Gabriel Gutiérrez
La temporada decembrina representa una época de celebración con familia y amigos. Sin embargo, hay actividades de alto riesgo y que pueden causarnos un daño irreversible, como es el uso de la pirotecnia.
Según estadísticas de años pasados, 60 por ciento de las consultas en estas festividades son producidas por quemaduras y amputaciones de miembros, sobre todo en niños.
La pólvora de los cohetes convencionales, luces de bengala, fuegos artificiales, entre otros, es un explosivo capaz de ocasionar distintos tipos de lesiones, desde quemaduras leves a severas en la piel, amputaciones por estallamiento y deformaciones, que de acuerdo a la Fundación Michou y Mau afecta a 69 mil niños cada año y cuya atención en ciertos casos tiene un costo elevado y requiere de mucho tiempo para recuperarse de las secuelas físicas.
Los ojos también son susceptibles de sufrir lesiones por quemadura y es que de acuerdo a la Academia Americana de Optometría los cohetes pueden alcanzar una temperatura de 1000°C que es suficiente para ocasionar quemaduras de tercer grado y dañar seriamente el ojo.
Otro de los mecanismos de lesión es el efecto de la onda expansiva de los cohetes durante la explosión cercana al ojo y que es capaz de lesionar gravemente los párpados, la córnea y causar sangrados internos y desprendimiento de retina (una estructura muy importante del ojo que al ser afectada lleva a la ceguera).
Por otro lado, la fuerza de las esquirlas del cohete que se producen en el estallido es suficiente para penetrar el ojo, estos fragmentos son altamente tóxicos y causan inflamación aguda de todas las estructuras que componen el ojo (endoftalmitis), comprometiendo la visión e integridad del mismo.
De igual modo, se alerta a los padres de familia del daño que pueden ocasionar juguetes que no cumplen con las normas de calidad por el fabricante o que no son recomendados para niños en ciertos rangos de edad. Se recomienda escoger artículos que sean apropiados a las capacidades motoras e intelectuales (relacionadas a la edad) para el disfrute y seguridad de los hijos.
La pirotecnia y juguetes con segmentos puntiagudos, copias de armas de fuego que disparan balines a alta velocidad, dardos, flechas, hélices de helicópteros que se mueven a gran velocidad, entre otros, son considerados peligros y causantes potenciales de pérdida de visión o inclusive del ojo.
Estos no son juguetes de niños, ya que incluso la cercanía de un menor de edad como observador y no como ejecutor es un riesgo.
Disfrutar la temporada con precauciones, puede ayudarte a ti y a los tuyos a prevenir las consecuencias físicas, emocionales y económicas de estos accidentes.
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