En un burger King en la plaza de los Cubos, Madrid, una pareja de homosexuales, de 19 y 18 años de edad provocaron un verdadero caos ,al besarse, pues personal y gente que se encontraba comiendo en dicho lugar , se escandalizo y empezaron a protestar por el beso manifestando que era “un mal ejemplo” para sus hijos

Sin embargo, hubo personas que los defendieron como el matrimonio que estaba sentado detrás de ellos quienes les comentaron, que no se movieran de su lugar  ya que ellos tenían derecho de estar ahí y de besarse, pero después de todo la pareja de homosexuales, decidió retirarse.

Las redes sociales se pusieron en marcha. Y una semana después del incidente, se reunieron decenas de parejas del mismo sexo en la hamburguesería para protestar contra la homofobia haciendo lo mismo que los chicos expulsados: besarse.

Los empleados del local respondieron con aplausos. Burger King asegura en su página de Facebook que “el responsable de seguridad actuó de manera independiente”. Garantiza que “tiene una política de cero tolerancia para cualquier tipo de discriminación y, al tener constancia de los hechos sucedidos, ha tomado medidas inmediatas para abordar el incidente”.

Las agresiones homófobas, físicas y verbales, han aumentado en los últimos años, de acuerdo con colectivos gays, que piden una ley específica, similar a la aprobada recientemente en Cataluña, que incluye multas de hasta 140.000 euros.

El año pasado se registraron 38 agresiones de este tipo en Madrid, España, de acuerdo con el programa de atención a homosexuales de la Comunidad, la cifra se superó este año en verano, asegura Rubén López, secretario de relaciones institucionales de Arcópoli, asociación de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales de las Universidades Politécnica y Complutense.

López explico que el problema es que muchos de los ataques pasan inadvertidos porque las víctimas prefieren no denunciar. “La mayoría no han salido del armario y no quieren que se enteren sus familiares o amigos”, asegura que “cada semana llega a la asociación algún caso de acoso”. El último que trascendió a los medios ocurrió en septiembre. Dos jóvenes apelaron a una pareja de chicos que salía de una discoteca del distrito de Monclova, al grito de “fuera de aquí, maricones”.

“Necesitamos una ley que anime a denunciar, el 90% se calla porque piensan que no va a servir para nada”, comentó el secretario de la asociación Arcopoli. La Consejería de Asuntos Sociales asegura que “siempre ha condenado estas agresiones”, pero no revela su postura sobre la propuesta de ley de las asociaciones.

Por otra parte, María Espinosa, portavoz de IU en temas LGTB (Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales), considera que la norma debería poner el foco en la prevención. “Lo más importante es la educación en los colegios para evitar la discriminación”.

Con información del diario “El País”