Ricardo Muñoz Munguía

Imágenes, donde predomina lo abstracto, aparecen fundidas entre colores vivos, en que, sobre todo, el azul es la mayor presencia en la obra de la artista plástica Matilde Barajas, quien recientemente ha expuesto su obra en Europa. Sobre su labor, que se centra principalmente con las técnicas del óleo y del acrílico, charlamos con la joven artista avecindada en Baja California Norte, quien abunda sobre la exposición: “Trata fundamentalmente de ‘literatura visual’, es decir, lo que nos representa la literatura y, a su vez, nuestra forma de representarla a través del arte plástico”. Y ahonda en cómo ha sido esa fusión de literatura y arte plástico: “La serie se titula ‘Ahí siento cuando siento’, y está inspirada en cómo las emociones influyen en el cuerpo y cómo hay esa conexión emocional y física, por eso puedes ver un ojo, un órgano reproductor masculino o un corazón. Por otro lado, también están otras figuras como la ballena, que me representa la migración de estos cetáceos, que están fuera de cualquier frontera, no como nosotros, los que vivimos en la frontera con Estados Unidos o en cualquier otra frontera; es una representación también de las formas de la naturaleza”. Una obra que nos hace voltear al poema “El cántaro roto”, de Paz: “La mirada interior se despliega y un mundo de vértigo y llama nace bajo la frente del que sueña:/ soles azules, verdes remolinos, picos de luz que abren astros como granadas,/ tornasol solitario, ojos de oro girando en el centro de una explanada calcinada…”.

La muestra de Barajas ha tenido una importante atracción, por lo que fue elegida para llevarla a Europa. Sobre ello nos abunda la creadora plástica: “la exposición que ahora he presentado en España nace por una convocatoria para todos los integrantes de la somaap (Sociedad Mexicana de Autores de las Artes Plásticas), la que fue dedicada a varios escritores, como Octavio Paz y José Emilio Pacheco, por nombrar algunos. Tenía como temática la Literatura Visual, que es la conexión con el arte visual, pues ambos son corrientes artísticas. Yo elegí un poema de Paz para hacer una obra, y ha sido muy genuino lo que ha representado para mí, que ha conseguido ser aceptada para exponerse en varias galerías de España, así como de algunas universidades de ese país, y también en Francia”.

Así también, la artista michoacana nos habla de su encuentro y formación en el mundo del arte: “Desde los diez años de edad mi acercamiento al arte fue a través de visitar a un tío, quien tenía en su sala varias pinturas. Entonces yo me detenía a preguntarme qué representaba para mí cada una de esas obras y la sensación que tuve fue de muchas respuestas como la mezcla de los colores, la técnica, las formas, las luces y las sombras. Sin duda, ahí se definió mi destino que intento, que es el de pintar. Afortunadamente en Michoacán, de donde yo soy, me consiguieron una escuela de arte plástico y así doy inicio a esta labor. Ya más adelante, cuando llego a vivir a Baja California, en Tijuana, muchas cosas nuevas me nutrieron: los artistas de la región pero, sobre todo, autores clásicos del surrealismo como Joan Miró o un poco más atrás como Edgar Degas y, del expresionismo abstracto, Jackson Pollock o Wassily Kandinsky, con la utilización de la geometría y los colores…, en fin, es una diversidad de artistas que afianzan mi idea de estar en el arte”.

Nos comenta que una de sus principales motivaciones tienen que ver con la naturaleza, la que expresa en sus diversas formas, “es lo que me atrapa y lo que muestro en mi arte plástico, por eso se puede ver que me interno en lo que me comunica a través de la naturaleza misma, de la que surgen colores y texturas en mi trabajo pero también en sus formas interiores como el cuerpo humano, y si me obligo a darle un título a lo que hago, puedo decir que se trata de un ‘figurativo abstracto’. Todo lo anterior, con la intención de transmitir alegría, felicidad; y para mí es muy importante tener el mejor humor para pintar y con los elementos de la música instrumental, pero lo mejor ha sido que vivo frente al mar y eso es lo mejor que tengo para pintar”, quizá de ahí el constante azul, el que puede surgir desde el inconsciente.

Matilde Barajas ha llegado con el pie derecho al arte plástico. Una creadora que, por su ímpetu, combinado con su talento y su formación académica, promete una valiosa presencia dentro del arte plástico.