LA CULTURA HOY, MAÑANA Y SIEMPRE
QUINTO AÑO. NÚMERO 107
Héctor Anaya nos recuerda que se cumple otro centenario, el del antropólogo Óscar Lewis y el medio siglo de su libro más célebre: Los hijos de Sánchez. Además, como le gusta a Héctor, nos rememora que su publicación le costó el puesto a Arnaldo Orfila Reynal, entonces director del Fondo de Cultura Económica, pues el libro se consideró denigrante para México. La solidaridad de numerosos intelectuales con Orfila lo llevó a la dirección de una nueva editorial: Siglo XXI. Anaya observa en esa campaña contra Lewis el gesto autoritario de Díaz Ordaz.
David Boyás escribe una nota muy bien pensada y armada para rendir homenaje a Los albañiles, la que se considera la temprana obra maestra de Vicente Leñero, quien falleció hace unas semanas. La nota de Sara Rosalía se refiere a la característica de Leñero de colocar sus obras a medio camino entre la ficción y la no ficción, al modo que habría de definir a Truman Capote o la corriente del Nuevo Periodismo.
A su vez, Eugenia Abascal presenta el poemario, el primero, de Tamara Ariton, rumana avecindada entre nosotros desde hace 20 años. Varios de los poemas, antologados por Eugenia, valen su lectura, pero hay dos, citados sólo fragmentariamente, que permanecerán en la memoria del lector: uno, dedicado a su madre; el otro, a Venecia.
Una última nota, echa un vistazo a la indignada reacción que ha provocado en artistas e intelectuales la muerte y desaparición de los normalistas de Ayotzinapa. Un fenómeno social que supera, por su profundidad y generalización, al movimiento de 1968.