Desde Londres hasta Adelaide, Australia, viajó Jono Lancaster un joven de 30 años, afectado por una rara enfermedad denominada Tracher Collins, para conocer y reconfortar a un niño de dos años, que padece el mismo desorden genético que les provoca serias deformaciones faciales.
Lancaster viajó 10 mil kilómetros para conocer a Zackary Walton, aquejado de la misma enfermedad incurable, que le impide el desarrollo del cráneo, las mejillas y la mandíbula. El joven londinense, quien es uno de los portavoces de esta rara enfermedad, ha realizado diversos documentales con el fin de dar a conocer esta afección y despejar los prejuicios.
En una entrevista al diario Adelaide Now, Lancaster señala que su visita al pequeño Zackary reside en su deseo, nunca cumplido, de conocer a “alguien parecido” cuando era joven y que le dijera que era capaz de hacer frente a esta enfermedad. También se informó que el pequeño australiano será sometido a una serie de operaciones quirúrgicas para reconstruirle particularmente la mandíbula, a fin de que respire con mayor facilidad.