Las torturas practicadas por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) contra sospechosos de pertenecer a la red terrorista Al-Qaeda fueron “mucho peores” de lo admitido hasta ahora, y la agencia ocultó información clave al Congreso y a la Casa Blanca, afirma un informe del Senado publicado este martes.

El informe publicado revela las brutales técnicas de tortura que la CIA usó para interrogar a sospechosos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, lo que preocupa a la clase política y aliados de Washington, como Polonia.

En la introducción del documento, la senadora Dianne Feinstein, líder del Comité de Inteligencia, no dejó dudas sobre el resultado de las investigaciones, “es mi conclusión personal que, en cualquier acepción del término, los detenidos de la CIA fueron torturados”.

El informe de 525 páginas, con numerosos párrafos cubiertos con tinta negra para ocultar información confidencial, es apenas el resumen de una versión de más de seis mil páginas que se mantiene en secreto.

El texto toma mucho cuidado de utilizar la palabra “tortura” y prefiere el eufemismo de “técnicas reforzadas de interrogatorio”, que había sido adoptado en el gobierno del presidente George W. Bush.

Métodos inhumanos

El documento presentado públicamente indica que los detenidos sufrieron prácticas como la privación de sueño durante más de una semana o la amenaza continua, con un taladro eléctrico, de que no iban a salir vivos, recibían amenazas sobre violaciones sexuales (incluso eran simuladas), los cubrían con toallas y luego les arrojaban agua, les daban toques y les hacían sumergirse en tambos de agua, entre otros.

Sin embargo, pese a que la CIA insistía en la eficacia del sistema, el documento reconoce esas torturas “no fueron una forma eficiente de adquirir información precisa u obtener la cooperación de detenidos”.

Al analizar los argumentos de la CIA sobre la eficacia de la tortura, el comité investigador “revisó 20 de los más frecuentes ejemplos de éxito antiterrorista que la CIA atribuyó al uso de técnicas reforzadas de interrogatorio, y llegó a la conclusión de que estaban equivocados en aspectos fundamentales”.

El estudio del Senado también denuncia que la CIA “no condujo un conteo profundo o preciso del número de personas que detuvo”. Además, los “métodos mejorados de interrogatorio” fueron diseñados por dos sicólogos contratados, “para el año 2005, la CIA dependía pesadamente de operaciones tercerizadas ligadas al programa”.

El texto acusa también a la CIA de haber presentado “información incorrecta” entre 2002 y 2007 al Departamento de Justicia sobre el alcance y los efectos de la tortura, e impedir que el Congreso lograra supervisar la aplicación de ese método de interrogatorio, con lo que “la CIA impidió la supervisión por parte de la Casa Blanca y la toma de decisiones”.

La propia administración del programa de interrogatorios por parte de la CIA “complicó, y en algunos casos impidió” la acción de otros departamentos del Poder Ejecutivo.

Un párrafo del informe señala que “la CIA coordinó el filtrado de información clasificada para la prensa, incluyendo información incorrecta sobre la eficacia” de los interrogatorios bajo tortura.

El director de la CIA, John Brennan, insistió en que la aplicación de métodos brutales de interrogatorio ayudaron a prevenir atentados, aunque admitió que se cometieron errores, pero que la revisión de la propia CIA llegó a la conclusión de que esos interrogatorios “produjeron inteligencia que ayudó a impedir ataques, capturar terroristas y salvar vidas”.

El ex director de la CIA Michael Hayden negó haber mentido al ex presidente George W. Bush y al Congreso de Estados Unidos sobre las prácticas de interrogatorio de esa agencia de inteligencia, “yo no mentí ni engañé al Congreso”, se defendió Hayden, quien dirigió la Agencia Nacional de Inteligencia (CIA) en el segundo mandato de Bush, durante una entrevista con la cadena NBC.

Hayden cuestionó, además, el rigor del informe del Comité de Inteligencia del Senado divulgado este martes. En otra entrevista con el diario Político, Hayden dijo que no es cierto que Bush no conociera los detalles de las técnicas de interrogatorio hasta 2006, porque el entonces presidente aprobó personalmente aplicar la asfixia simulada al líder de Al Qaeda Abu Zubaydah, detenido en 2002.

“Lo que puedo decir es que el presidente Bush nunca supo dónde estaban las instalaciones secretas en Europa y Asia en las que se retuvo a los sospechosos”, dijo Hayden, “es el único hecho que sé que él desconocía”.

Lamentos de Obama

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó que la tortura por parte de la CIA a sospechosos de pertenecer a la red Al-Qaeda fueron “contrarias a los valores” que defiende su país.

“Por esa razón decidí prohibir la tortura cuando asumí la Presidencia, porque una de las herramientas más poderosas que tenemos para enfrentar a los terroristas y mantener seguros a los estadounidenses es mantenernos fieles a nuestros ideales”, indicó Obama.

También expresó la esperanza de que la difusión de un informe sobre los métodos de interrogatorio de la CIA permita dejar las torturas “donde deben estar: en el pasado”.

Por su parte, dirigentes del opositor Partido Republicano han cuestionado la conveniencia de la divulgación y el costo excesivo del informe (40 millones de dólares) para los contribuyentes estadounidenses; uno de ellos, el presidente de la comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Mike Rogers, dijo el domingo que la divulgación era “una pésima idea” y que “nuestros aliados nos dicen que provocará violencia y muertes”.

El senador John McCain admitió sin embargo que “a veces la verdad es difícil de aceptar. Algunas veces es usada por nuestros enemigos para herirnos, pero los estadounidenses tienen derecho a ella”.

Grupos de defensa de los derechos humanos llamaron a juzgar a los responsables del programa de torturas; Amnistía Internacional señaló que el informe deja claro que la CIA actuó ilegalmente “desde el primer día”.

Condena internacional

El primer ministro británico, David Cameron, dijo que los países occidentales se arriesgan a perder su “autoridad moral” con el uso de la tortura, “la tortura es un error, siempre es un error. Todos los que queremos ver un mundo más seguro, los que queremos ver derrotado este extremismo, no triunfaremos si perdemos nuestra autoridad moral y aquello que convierte a nuestros países en un éxito”.

Así mismo, Corea del Norte aludió al informe del Senado de Estados Unidos sobre las torturas para criticar la “doble moral” de la ONU a la hora de juzgar las violaciones de los derechos humanos del régimen de Kim Jong Un.

El Consejo de Seguridad “mira hacia otro lado ante las torturas inhumanas practicadas por la CIA”, afirmó un portavoz de Pyongyang, en un editorial que condena la resolución de Naciones Unidas para juzgar los “crímenes contra la humanidad” del Gobierno norcoreano.

Si el Consejo de Seguridad se ocupa del “asunto de los derechos humanos” en la República Popular de Corea (nombre oficial del país) pero cierra los ojos ante el grave problema en EU demostrará que se ha convertido en una herramienta para las prácticas arbitrarias estadounidenses”, expresa el documento.

Alemania dijo “una violación tan grave de los valores liberales y democráticos no puede volver a repetirse”, urgió el ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, reportó el diario de masas Bild.

Steinmeier elogió al mismo tiempo al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, por haberse distanciado claramente de la política de su antecesor, George W. Bush.

En Kabul, el nuevo presidente afgano Ashraf Ghani condenó en una conferencia de prensa, “todos los principios básicos de derechos humanos y los de las leyes estadounidenses han sido violados por el personal de la CIA y por sus contratistas”, afirmó Ghani, quien dijo que el gobierno afgano “condena enérgicamente estas acciones inhumanas”.

También en Twitter, mensajes en una cuenta vinculada con el líder supremo iraní, el Ayatollah Ali Khamanei, dijeron que un reporte del Senado estadounidense sobre las torturas aplicadas por la CIA mostraba que el gobierno de ese país era un “símbolo de tiranía contra la humanidad”.

En un mensaje con el hashtag TortureReport, herramienta utilizada para vincular comentarios sobre el tema en el sitio, se leía “Hoy, el Gobierno de EU es símbolo de tiranía contra la humanidad”.

Otro tuit decía “Miren como las potencias dominantes tratan a la humanidad, con propaganda llamativa y en el nombre de los derechos humanos, democracia y libertad”.

Teherán acusa a Washington de intentar derrocar su sistema de gobierno teocrático musulmán chií, mientras que funcionarios de Washington afirman que los iraníes buscan socavar a sus aliados en el Golfo Pérsico y en Medio Oriente.

Embajadas estadounidenses en diversos países fueron colocadas en situación de alerta ante eventuales reacciones a las revelaciones del informe.