Es que, cuando los hombres llevan en la mente

un mismo ideal, nada puede incomunicarlos,

ni las paredes de una cárcel, ni la tierra de los cementerios, porque un mismo recuerdo, una misma alma,

una misma idea, una misma conciencia y dignidad

los alienta a todos.

Fidel Castro

La noticia le dio la vuelta al mundo: “Estados Unidos restablece completamente relaciones diplomáticas con Cuba y abrirá, por primera vez en más de 50 años, una embajada en La Habana”.

Tal impacto causó al mundo la noticia cuando el pasado miércoles 17 de diciembre, el presidente norteamericano Barack Obama y su homólogo cubano Raúl Castro acordaron telefónicamente dejar atrás décadas de hostilidad entre ambas naciones.

En el comunicado de la Casa Blanca, el presidente Obama señaló: “Acabaremos con acercamientos diplomáticos obsoletos que por décadas habían significado el retroceso de nuestros intereses y normalizaremos las relaciones entre ambos países. Este pacto también escribirá un nuevo capítulo con todas las naciones de Latinoamérica y superaremos una política exterior rígida, enraizada en acontecimientos pasados que datan desde mucho antes de que siquiera hubiéramos nacido”.

¿Habrá sido la intercesión del papa Francisco, la liberación del empresario Alan Gross o apenas el inicio de lo que será una nueva Cuba? ¿Qué papel desempeña América Latina en este acuerdo histórico?

Sobre este tema charlamos con el doctor Miguel Ángel Valenzuela Shelley, internacionalista y catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

¿Cuba es ahora también un “cachorro” del imperialismo?

Debemos tomar con paciencia y con calma estas declaraciones, no hay que esperar resultados muy pronto porque no será así. Aunque el presidente Obama pueda ejercer ciertas facultades, en realidad varios cambios de los que se esperan en la relación bilateral tendrán que dilatar varios meses y hasta varios años porque deben pasar primero por el Congreso norteamericano. Aunque se flexibilicen algunas de las normas y las restricciones, como viajar a Cuba, comerciar con la isla, el envío de remeses, las relaciones diplomáticas deben concretarse en el Congreso. Un ejemplo de esto es: el presidente Obama pudo haber declarado la intención de abrir una embajada próximamente en La Habana, sin embargo, quien aprobará el presupuesto para ello finalmente será el Congreso.

Hablamos de un acuerdo histórico…

Por supuesto que es un acuerdo histórico, tiene más de un año que se están llevando a cabo pláticas entre ambos países. No es de extrañarse ni por el lado cubano ni por el estadounidense, sobre todo con Barack Obama; no era tan complicado pensar que este acuerdo podría venir especialmente hacia el final de su mandato. Esto sería impensable con otros presidentes estadounidenses, ya sean republicanos e incluso demócratas.

Temeroso en el poder

¿Obama es un presidente revolucionario?

Cuando Barack Obama fue electo para el primer periodo, se esperaban muchos cambios en la política norteamericana a escala estructural. De hecho el Times hizo entonces una alusión al último presidente progresista de Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, un presidente que trató de disminuir las diferencias entre las clases sociales. Se esperaba que Obama fuera similar pero no lo ha sido, no lo es, ni lo será jamás. Es un presidente que, a mí entender, es un poco temeroso en el poder e incómodo con el conflicto, quiere negociar demasiado, y trata de manera tibia de hacer algunos cambios: salud, migración, etc. Por otra parte, vemos con este acuerdo a un Obama muy inteligente, muy sensato porque, evidentemente, lo que busca es la apertura económica y transición política de la isla. El argumento que utiliza para sustentar esta iniciativa es completamente cierto: casi 60 años de una política dura hacia Cuba con leyes que han ido ahorcando la economía no han logrado el objetivo. Debemos de cambiar el rumbo en la relación con Cuba a fin de lograr los objetivos, y creo que en ese punto tiene razón.

¿En qué momento político llega esta declaración?

Se esperaba que Obama buscara un acuerdo de estas magnitudes porque, en primer lugar, no ha logrado los cambios que buscaba, ni las reformas tan a fondo que hubiese querido. Lo que necesita Obama es una reforma o una política que sea trascendental, que sea la herencia de la administración Obama, el legado. Se esperaba que lograra la cuestión migratoria, salud, pero no logró nada. Ésta parece la última carta que tiene bajo la manga, muy audaz. Trata de cambiar una política de Estado drásticamente. La intención y el acuerdo no son cosas menores, aunque queden muchos años para restablecer dichas relaciones, no es fácil pero cambiará.

Y en segundo lugar, es una cuestión electoral. Los demócratas van a llegar a la elección presidencial el año entrante con muchos problemas. Llegarán con un presidente muy cuestionado y criticado. Esta cuestión de Cuba ha levantado aún más críticas incluso por los demócratas. Este nuevo pacto busca atraer electorado en Florida. Este es un estado muy importante en las elecciones. Si los demócratas encuentran apoyo en Florida será por parte de los cubanos. Hay que pensar que se podría perfilar un Bush-Clinton para la elección general, claro a través del hermano de George, Jeb Bush, y con Hillary Clinton. Los demócratas están bien posicionados con el electorado latino pero deben ganar más cubanos, a fin de ganar un estado clave por la cantidad de votos que aporta al Colegio Electoral. Los republicanos prácticamente dependerán de latinos muy conservadores para la elección. Serán temas muy cuestionados en las campañas políticas electorales del año entrante.                               ™呤

Ahorcar a Cuba no funcionó

Obama es fuertemente criticado con esta decisión…

Hay demócratas insatisfechos, llegarán divididos, debilitados a las elecciones. Por ejemplo, Robert Menéndez (cubano y senador demócrata de Nueva Jersey, arduo crítico de la dictadura cubana dado que sus padres salieron huyendo del régimen batista), o Marco Rubio (cubano y senador demócrata, quien recientemente declaró que hará hasta lo imposible por bloquear la iniciativa del presidente Obama en su intento por normalizar las relaciones con la isla).

Pero hay que tomar en cuenta que las leyes Torricelli y Helms-Burton son una verdadera brutalidad. Con estas leyes, Estados Unidos realmente demuestra su hegemonía porque son leyes extraterritoriales, descomunales y aberrantes. Presionar y ahorcar a Cuba no ha funcionado. Hay que tomar un nuevo enfoque, en esto estoy acuerdo con Obama. El pueblo cubano debe decidir por sí mismo qué rumbo debe seguir de común acuerdo y qué gobierno debe regirlo. No soy amigo de que una potencia ajena decida sobre los intereses de una nación, eso es claro.

Pero también entiendo algunos de los puntos de los críticos del presidente Obama. Lo que ellos dicen es que Estados Unidos ya ha tenido ese enfoque con otros países, es decir, el hecho de ceder para obtener algo a cambio. Se ha hecho con Siria, con Irán y no se ha obtenido nada. Entiendo este punto mas no lo comparto. Los críticos señalan que Estados Unidos no debería flexibilizar su política contra Cuba, sino que incluso debería ser mucho más agresiva. No hay garantías de que Cuba realmente modifique su política si otros países no lo han hecho, en el caso de Cuba por ejemplo, el trato en las prisiones. Es positivo que haya más comercio, mayor apertura, más turismo. Pero no hay garantías de cambio.

¿Qué sigue para Cuba después de esto?

A mayor apertura será mucho más complicado mantener el gobierno actual. Parte fundamental del mantenimiento del poder de esa pequeña cúpula cubana es justamente el discurso antiimperialista, antiestadounidense, el cual creo que desaparecerá paulatinamente y en el corto plazo. Raúl Castro está siendo mucho más pragmático y tal vez más sensato que Fidel. Ese discurso anticapitalista va a caer porque en buena medida ese grupo político era apoyado por el pueblo dada la “amenaza de ese imperio yanqui” a tan sólo unas cuantas millas. Si esa amenaza desaparece entonces el gobierno perderá legitimidad. No tan tarde habrá un cambio muy importante dentro de Cuba.

EU quiere apertura total

¿Cuál es el futuro para Latinoamérica?

Desde hace casi una década, algunos think-tanks norteamericanos han planteado que, como en América Latina no entendemos la democracia, definida como mayor apertura, orden y transparencia, Estados Unidos debe volver a apoyar regímenes autoritarios, gobiernos dictatoriales. Aunque es cierto que la democracia en América Latina ha generado mucha crisis y problemas, creo que nos estamos adaptando y estamos conociendo lo complejo de la democracia y los estadounidenses no esperaban eso. Ellos quieren apertura total, a lo largo y ancho del continente. Estados Unidos será muy paciente con la transición en Cuba hacia un modelo político más abierto, mientras se mantenga el orden, pero presionará un poco más en la apertura económica, éste es el gran punto para ellos.   

Ahora el mundo pierde un bastión antiyanqui importante…

¡La noticia es espectacular! Pero lo que anunció Obama va a tomar meses. Esto no significa que ya mañana cualquier estadounidense pueda viajar a Cuba sin problemas. Reitero, hay que tomar esta declaración con calma y analizar el contexto en el que surge. Cuidado, en enero empieza el nuevo Congreso republicano en Estados Unidos y entonces comenzará la batalla entre la Casa Blanca y Capitol Hill.

Hay que recordar algo que frecuentemente se nos olvida: Estados Unidos son verdaderamente “estados” y están “unidos”. Lo que diga el presidente Obama es una mera intención, lo tiene que ratificar el Congreso. Ahí están representados los estados, quienes finalmente defienden sus propios intereses; eso es federalismo. Es una suma de estados que están unidos en una federación. No es como en México en donde lo que dice el presidente es casi un hecho, con una fuerte disciplina de partido. En Estados Unidos es otra dinámica, por eso es que hay que ser cautelosos con estas declaraciones.

Lo interesante en todo caso es ver el papel que jugará Cuba en el mundo, hay que ver cuál será el papel de la izquierda latinoamericana porque está perdiendo ¡la gran bandera! Francamente no creo que Venezuela pueda sustituir ese papel, ni ninguna otra nación. Es muy interesante lo que sucederá.

@ophelyas