La intensa violencia vuelve a Ucrania. La reunión entre el Gobierno de Kiev y los rebeldes prorrusos para negociar la paz en el este de Ucrania, contemplada para este viernes en Minsk, fue cancelada, confirmaron tanto los separatistas como el ministerio bielorruso de Asuntos Exteriores.
“Los representantes de las repúblicas popular de Donetsk y Lugansk no tomaremos parte en las negociaciones de este viernes”, anunció el negociador jefe de los sublevados de Lugansk, Vladislav Deinego, citado por las agencias rusas.
La cancelación de la segunda reunión del Grupo de Contacto de Minsk, formato en el que negocian los dos bandos enfrentados en el este de Ucrania, con mediación de Rusia y la OSCE, fue confirmada por el secretario de prensa de la cancillería bielorrusa, Dmitri Mirónchik.
Intercambio activo
El pactado intercambio de prisioneros se llevó a cabo finalmente este viernes, tal y como estaba previsto, informó la agencia rusa Interfax, aunque las partes no alcanzaron acuerdos concretos sobre el resto de la agenda anunciada por la OSCE antes de la reunión del miércoles, entre ellos la retirada del armamento pesado de la línea de contacto entre los dos bandos y la apertura de corredores para cargas humanitarias.
Aunque el repliegue del armamento pesado y la creación de una zona de seguridad de 30 kilómetros fue acordado en el Memorándum de Minsk el pasado 20 de septiembre, más de tres meses después este acuerdo sigue siendo de un papel y no de la realidad.
El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania dijo que comenzará a retirar su artillería del frente únicamente cuando transcurran al menos 48 horas seguidas de alto al fuego.
Por ahora, y a pesar de que desde el pasado día 9 rige una nueva tregua entre las fuerzas de Kiev y los separatistas, los dos bandos se acusan de continuas violaciones del alto el fuego.
Casi 5 mil personas, entre civiles y combatientes, han muerto en el este de Ucrania desde mediados del pasado mes de abril, cuando inició el conflicto armado tras la sublevación prorrusa en esas dos regiones del país fronterizas con Rusia.
Las negociaciones iniciarían al día siguiente de que Ucrania renunciara a su estatus de país no alineado; las autoridades de Kiev no ocultan que la votación, aprobada por dos tercios del Parlamento, se hizo para abrir la posibilidad de que Ucrania se convierta en miembro de la OTAN en el futuro.
Denís Pushilin, el vicepresidente del Parlamento de Donetsk y negociador rebelde en Minsk, comentó al respecto que la renuncia del país a su neutralidad es algo “negativo”, pero opinó que no influirá en las negociaciones entre Kiev y los rebeldes.
En Moscú, un viceministro de Defensa, Anatoli Antónov, advirtió de que Rusia romperá las relaciones con la Alianza Atlántica si Ucrania se integra en ella, “la decisión del Parlamento de Ucrania de dejar de ser un país no alineado no amenaza, de momento, a la seguridad de Rusia, ya que se trata de una resolución política. Pero si esta decisión adquiere en el futuro un contenido militar, nosotros reaccionaremos adecuadamente: entonces romperemos totalmente con la OTAN y restablecer las relaciones será prácticamente imposible”.
Información de ABC España y El País