Entrevista a Gabriel Ortiz Gómez/Presidente de la Barra Mexicana Colegio de Abogados
Nora Rodríguez Aceves
Si Margarita Luna Ramos llega a la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), “sería desde muchos puntos de vista algo muy positivo porque en la historia de la Suprema Corte ha habido un número mínimo de mujeres que han llegado a ocupar un puesto de ministra. Los tiempos pasados eran diferentes, el tema, no quiero hablar de machismo ni de misoginia, pero sí, la tendencia natural a que esos puestos debieran ser de los hombres era muy clara. Ha costado mucho tiempo que las mujeres se reincorporen y tengan papeles protagónicos, y digo protagónico en el buen sentido de la palabra, hoy pensar que una mujer pueda presidir el máximo tribunal de justicia del país es algo que verdaderamente es viable, es factible y tenemos una candidata que reúne los méritos profesionales, personales, de personalidad, de trato, sobre todo, responsabilidad de convicción para guiar la Corte cuatro años”, afirma Gabriel Ortiz Gómez, presidente de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados.
En el caso de que la ministra Luna Ramos consiga el apoyo de sus homólogos, su nombramiento sería histórico, porque se convertirá en la primera mujer en ocupar la presidencia de la Corte y “si esto no pasa, no pasaría nada como tal, ya que sería uno de los ministros, que hay excelentes ministros, excelentes candidatos y no se trata de ninguna manera de denostar ni criticar a nadie, no voy a hablar de ninguno de ellos, lo que sí es muy claro es que hoy hay dos mujeres en la Suprema Corte de Justicia, Margarita Luna y Olga Sánchez Cordero, la ministra Sánchez Cordero termina su mandato en noviembre del año que entra, la ministra Luna Ramos si no es presidenta hoy ya no le da tiempo para volver a competir —su periodo termina en 2019—, y de ahí quién sabe el día de mañana si entren otras mujeres, quiénes sean, si aspiran a ser presidentas de la Corte, y si tienen los méritos y las capacidades para serlo”.
Hoy sabemos que “hay una mujer que los tiene y ese los tiene no es porque lo diga yo, Gabriel Ortiz, presidente de la Barra, no, la Barra Mexicana, Colegio de Abogados como institución, como colegio, como persona moral le otorgó el Premio Nacional de Jurisprudencia en 2012 —el premio más importante que otorga— a esa mujer y se lo otorgó hace dos años, no podemos pensar que lo hizo para promover su candidatura a la presidencia de la Suprema Corte, ya que era una mujer que en su momento por primera vez presentaba su candidatura”.
La Barra le otorgó premio
“Se revisaron, por parte de la Junta General que otorga el premio, sus méritos, sus capacidades, su prestigio, su nombre y todo lo que ha aportado y puede aportar al tema jurídico en México y se decidió que fuera ella, entonces para nosotros como barristas veríamos con muy buenos ojos esa presidencia de la ministra Luna Ramos, insisto, por todo lo que hay en el pasado y que nosotros como barra le dimos el Premio Nacional de Jurisprudencia.”
Aquí, cabe recordar que el 31 de diciembre de este año termina el periodo de cuatro años del actual presidente de la Suprema Corte y del Consejo de la Judicatura Federal, Juan Silva Meza, por lo que la carrera de sucesión inició oficialmente ya el pasado 1 de diciembre y concluirá el próximo 2 de enero de 2015, cuando el Pleno de la Corte elija, de entre sus miembros, a su presidente, el cual no podrá ser reelecto para el periodo inmediato posterior.
Entre los aspirantes que se mencionan en los diarios de circulación nacional para este puesto están: Margarita Beatriz Luna Ramos, Luis María Aguilar Morales, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Fernando Franco González Salas, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.
De ahí que para el abogado por la Escuela Libre de Derecho y socio fundador de la firma Ortiz, Sainz y Erreguerena en estos momentos de crisis institucional que vive el país, “el presidente de la Suprema Corte de Justicia tiene un papel muy definido, muy claro, vigilar como cabeza del Poder Judicial de la Federación el cumplimiento primeramente de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y derivado de ahí pueden venir muchas interpretaciones o muchas cosas. El papel de cualquier presidente de la Suprema Corte debe ser fundamentalmente abocado al respeto irrestricto del orden jurídico, empezando por la Constitución, siguiendo tratados, siguiendo leyes y más. Debe ser una persona que tenga el valor, la seguridad, la tranquilidad de conciencia por una trayectoria y una carrera de llegar a decirle al mundo jurídico en México: esto es lo que debe ser a criterio de la Suprema Corte, nosotros como Suprema Corte nos vamos por una interpretación siempre conforme al texto actual pro persona, es decir, que favorezcan en los intereses de las personas físicas como individuos, como centro del régimen jurídico en México, eso es lo que debe ser importante”.
La ley se aplica a todos
Por eso, “yo creo que la ministra Luna Ramos lo tiene muy claro en su concepción, en su desarrollo jurídico y en la visión que tiene de que ha demostrado a lo largo de sus fallos, esto es, la ministra tiene esa visión de una aplicación general de la ley sin discriminación, sin beneficios, sin darle prerrogativas a determinadas personas, la ley se aplica a todos y ella como cabeza del órgano terminal judicial en México que es la Suprema Corte estará pendiente de que el respeto a la Constitución sea irrestricto por todos, autoridades, Poder Judicial y particulares”.
Éstas son algunas de las reflexiones que hace Gabriel Ortiz a Siempre! en el marco de la entrega del Premio Nacional de Jurisprudencia 2014 que este año la Barra Mexicana, Colegio de Abogados entregó, el pasado 4 de diciembre, en ceremonia solemne al doctor Bernardo Sepúlveda Amor. Este premio se otorga anualmente a una sola persona y no por su obra individual, sino por toda su trayectoria profesional, tomando en cuenta sus servicios a la sociedad mexicana y es el vigésimo séptimo premio que se da.
Hay que decir que el Premio Nacional de Jurisprudencia “nace a iniciativa del licenciado Javier Quijano Baz, expresidente del Colegio, para dignificar la profesión jurídica en todas sus ramas, incluida la abogacía o el estudio y la enseñanza del derecho. Es un premio que se ha distinguido porque se otorga de una manera profundamente institucional e imparcial, es un premio en el cual los barristas, y no sólo ellos, la sociedad civil, cumpliendo con determinados requisitos, puede promover candidatos”.
Por eso “en esta ocasión, este vigésimo séptimo premio que se otorga es para el doctor Bernardo Sepúlveda Amor, un hombre que además de que tuvo una trayectoria política importante, es lo menos importante o trascendente de su vida desde el punto de vista jurídico, si bien fue en su momento ministro de Relaciones Exteriores en la época del licenciado Miguel de la Madrid, hoy no se le entrega por ese transcurso en la vida política, se le otorga por toda una trayectoria que ha tenido al igual que todos y cada uno de las personas que han recibido el premio en el pasado”.
En este sentido, el presidente de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados, agrega, “hasta donde es de mi conocimiento, por lo que yo sé y no de hoy sino de muchos años atrás, el premio más importante que otorga la abogacía mexicana a una persona es el Premio Nacional de Jurisprudencia, por ese motivo lo hemos cuidado profundamente desde su origen, su desarrollo, su materialización y finalmente su entrega. Entre los muchos nombres de los juristas que han sido distinguidos por este premio están personalidades como Felipe Tena Ramírez, Antonio Gómez Robledo, que tuvo un tema muy amplio en materia internacional, Héctor Fix-Zamudio, José Luis de la Peza Muñozcano, que tuvo entre otras cosas ser el magistrado presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación cuando el PRI perdió la elección presidencial en el 2000, Sergio García Ramírez, Donald Francis Donovan, Jorge Bustamante y, finalmente, la única mujer que ha recibido el Premio Nacional de Jurisprudencia, Margarita Luna Ramos”.
Primera mujer en recibir el premio
Ante el hecho de que la ministra de la Suprema Corte, Margarita Luna Ramos, es la primera mujer en recibir este importante reconocimiento, Gabriel Ortiz expresa que “a lo largo de la vida de este premio, 27 años, se han recibido muchas candidaturas de mujeres muy brillantes con méritos suficientes, con capacidades, con una historia en el derecho muy importante de su vida jurídica, pero como el premio se decide de manera totalmente libre por los miembros de la Barra, no hubo manera nunca de que entendiera que posiblemente había mujeres que debían haber recibido este reconocimiento y se dieron premios toda la vida a los hombres hasta que, en 2012, el premio número 25, curiosamente se le dio a una mujer por primera vez, lo cual fue un reconocimiento trascendente en la historia del Premio Nacional Jurisprudencia per se y del derecho mexicano”.
Con este resultado, la Junta General —encargada de seleccionar al premiado— estaba diciendo que “obviamente una mujer podía y estaba al mismo nivel y con tantos o más méritos que muchos de los abogados que en ese momento compitieron con ella y que hubieran competido con ella antes; digo competir porque se presentaban las candidaturas, se analizaban y se votaba sobre ellas; el hecho de que la ministra Luna Ramos lo haya ganado fue producto de una trayectoria de muchos años en el Poder Judicial, una trayectoria limpia, una trayectoria honesta, una trayectoria, sobre todo, que siempre te ha manifestado en un punto honesto, directo y serio de sus sentencia. Ella vota conforme con su convicción conforme a lo que cree que debe ser la interpretación de la norma de que se trate, la norma constitucional en materia de derechos humanos independientemente de lo que vaya a decir o no la sociedad; yo he visto votos de ella donde es la única que levanta la mano y dice: no estoy de acuerdo por A, por B y por C, si pierdo no importa, yo voté en ese sentido”.
Hombres y mujers al mismo nivel
Gabriel Ortiz agrega que actualmente “en el mundo que vivimos el hecho de que haya habido una mujer, quien en su momento, en la Barra Mexicana, Colegio de Abogados, haya recibido ese premio es muy sintomático de la conciencia que tenemos los abogados de que hoy el papel de la mujer está al mismo nivel que el del hombre, que tenemos los mismos méritos para acceder a ese premio hombres y mujeres. Será su trayectoria, será su desarrollo, será su currículum, lo que determine si es apta o no para recibirlo. En el caso de la ministra Luna Ramos fue evidente que tenía, por una mayoría, el voto muy importante de los barristas, esas cualidades que le hicieron ser la primera mujer que recibe el premio; es un reconocimiento muy importante de la abogacía mexicana hacia la trayectoria de una mujer en el mundo jurídico de México”.
En este contexto y dado que en la interacción con los poderes públicos habrá opiniones divergentes, puntos de vista antagónicos e incluso irreductibles, el presidente de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados, asegura que la relación entre los tres poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, “lo defino con una sola palabra: respeto. Cada poder tiene constitucionalmente delimitadas sus actividades, sus funciones, sus obligaciones y sus deberes en la medida en que se respeten todos y cada uno, en ese momento no habrá queja. Tenemos controversias porque alegamos los particulares que las autoridades no respetan garantías, antes eran garantías ahora son derechos humanos; que no respetan la ley, nos vamos a pleito, nos vamos a litigios, los tribunales resuelven y finalmente es un círculo en el que estamos Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial. Poder Legislativo emitiendo leyes, decretos, los cuales contienen obligaciones para todo el mundo, que se juzgan, se analizan, se aplican y si nosotros partimos de una base de respeto absoluto entre los tres poderes donde cada uno haga su trabajo, en ese momento los problemas que tenemos hoy nunca se acabarán, pero se verán disminuidos de manera muy sensible porque cada quien actuará en función de sus responsabilidades y sus obligaciones, y si no lo hace habrá otro poder que se lo diga; y el órgano terminal para decir si cumplió o no cumplió es el Poder Judicial, eso significa tener valor civil para el día de mañana enfrentarse a quién sea, que los fallos del Poder Judicial se sientan lo suficientemente sólidos como para decir, esto es lo que debe hacerse conforme a derecho, con independencia de la presión, con independencia de la influencia, con independencia de los medios de comunicación, si es bien visto o es mal visto, les gusta o no, esto es conforme a derecho y se acabó, eso la ministra Luna Ramos sin duda lo haría; es más, si llegará a ser ministra presidenta y no lo hiciera, los primeros que le reclamaríamos esa falta de congruencia seríamos nosotros”.