Entrevista a Antonio de la Cuesta/Investigador del CIDAC
Moisés Castillo
Dicen que la arrogancia en el poder es una enfermedad terminal. Y la clase política mexicana —dirigentes de partidos, quienes ocupan puestos de elección popular, la alta burocracia, la cúpula empresarial— se encuentra desacreditada. Según el diario Reforma, cerca del 80% de los ciudadanos no confía en esta parte de la “institucionalidad”, los partidos políticos no están en sintonía con la gente. El reclamo en las calles no se refleja en el discurso de los políticos.
Tan devaluada está la política mexicana que actores, cómicos, futbolistas y hasta payasos pueden ser legisladores o presidentes municipales. En este sentido, la Arquidiócesis Primada de México afirmó que los partidos políticos y sus candidatos a puestos de elección popular “actúan como mafias del poder, y sólo ven por sus intereses grupales y personales”.
¿Los nuevos partidos Movimiento de Regeneración Nacional, Partido Encuentro Social y Partido Humanista son una alternativa verdadera para los ciudadanos?
El politólogo Alberto Serdán señala que es indispensable una reforma política que dé más poder a los ciudadanos y, en particular, a aquéllos que activamente buscan consolidar la democracia: los militantes.
“Urge reactivar los mecanismos que fomenten el involucramiento ciudadano en asuntos de interés público y que modifiquen las reglas en la distribución del poder en México, que facilite la formación de partidos, que amplíe las capacidades de control político externo.”
Para Antonio de la Cuesta, investigador del Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC), el Pacto por México simplemente fue la consecuencia del debilitamiento de la oposición, ya que una vez que los tres principales partidos probaron las mieles del poder, todos terminaron comportándose exactamente igual.
Se reparten el botín
¿Crees que la oposición se desdibujó luego del Pacto por México?
En el Pacto por México se hizo una protección de intereses en donde finalmente PAN y PRI impulsaron una agenda en común, sobre todo vinculada con la reforma energética. El PRD y PRI encontraron un tema en común, lo que llamaron la reforma social y hacendaria, qué básicamente fue una miscelánea fiscal. En realidad no es que hayan avanzado las agendas, sino que hubo una repartición del botín político entre los tres partidos. No necesariamente eso responde a una agenda específica de programa de gobierno.
Ante esta descomposición política, ¿cómo le afecta a nuestra democracia tener partidos cuestionados y con poca credibilidad?
Básicamente la echa por la borda, porque la gente ya no está teniendo confianza en esas instituciones que son los partidos políticos. Antes era la única manera de participación, ahora ya hay otros mecanismos que alientan a que el ciudadano participe en cuestiones políticas. Sin embargo, son mecanismos tan difíciles. Por ejemplo, las candidaturas independientes tienen una serie de candados y requisitos complicadísimos, que si no se tiene un buen respaldo económico pues difícilmente se podrá contar con una opción distinta a los partidos tradicionales. Los nuevos partidos tampoco se erigen con opciones creíbles como es el caso de Encuentro Social o el Partido Humanista, realmente no veo que estén generando demasiados adeptos. PAN, PRD y PRI prácticamente se han convertido en una aristrocracia partidista, donde parece una carrera de relevos: ahora en el poder está el PRI, antes el PAN, pero todos tienen las mismas prácticas que desprestigian a los partidos: corrupción, mala administración en sus gobiernos.
¿Es un retroceso democrático que estos nuevos partidos impulsen a actores, deportistas, payasos, como candidatos de elección popular?
No sé si la democracia mexicana haya avanzado, para mi gusto ni siquiera hay una transición completa hacia la democracia. Persisten muchas prácticas que se conservan del régimen autoritario. Haber cantado victoria de que México es un régimen democrático, no sólo es celebrar elecciones cada determinado tiempo, eso ya se hacía en tiempos del autoritarismo priista. Una democracia es una cuestión de actitud de la sociedad, son prácticas y maneras de conducirse en sociedad, no nada más es ir a votar. El hecho de que haya candidatos futbolistas, payasos, no tendría nada de malo. Hay políticos que se dicen profesionales y que se comportan como payasos. No sé si sea un avance o retroceso el que haya este tipo de perfiles de los candidatos, pero ha habido en todas las democracias consolidadas del mundo actores que se han convertido en políticos, deportistas. Sí parece una parodia, pero no necesariamente es un retroceso.
En PRD, la desbandada era inminente
En el caso del PRD y su reciente desbandada, ¿en qué momento dejó de ser una alternativa al PRI y PAN?
Lo que sucedió con el PRD es que se convirtió, a diferencia del PRI y PAN, en un partido que se sustentó a la sombra de un caudillo sexenal. En su momento fue Cuauhtémoc Cárdenas participando en varias elecciones presidenciales y todas las perdió, y después fue Andrés Manuel López Obrador. Cuando se extirpa a este segundo gran caudillo, la desbandada perredista era inminente. Con la creación de Morena, el PRD prácticamente se quedó con su tribu dominante, que es la de los Chuchos. Éstos han sido incapaces de lograr acuerdos con las otras tribus para mantener cohesión. A lo mejor el PRD es más que 28 renuncias, pero vamos a ver en el DF, que es el lugar de competencia más proclive a que el PRD obtenga más puestos, cómo Morena le va a afectar de manera importante y puede dar la puntilla al perredismmo y convertirlo en un partido de segunda. No sé si este poder o la legitimidad de la izquierda se vaya a trasladar directamente a Morena.
En el PAN, ¿cómo ves estos conflictos internos tras el regreso de Gustavo Madero a la dirigencia nacional y la negativa de una diputación plurinominal a Margarita Zavala? De hecho se habla de que Felipe Calderón podría irse al Partido Humanista…
Son normales este tipo de cismas en el partido a lo largo de su historia. Desde 1976, que no pudieron reunir los consensos necesarios para presentar a un candidato presidencial, hasta el foro democrático de 1993 con Bernardo Bátiz, Jesús González Schmal. Y ahora con la etapa del calderonismo que ha significado un irruptor tremendo para el partido, donde a diferencia de lo que hizo Vicente Fox, Calderón sí trató de controlarlo desde sus bases. Sabemos que Gustavo Madero empieza a ascender posiciones gracias a Felipe Calderón, cuando éste destituye a Santiago Creel de la coordinación parlamentaria del Senado. Ahora lo que sucede es que el grupo del calderonismo ha perdido poder en el interior del partido y veremos si el grupo de Madero se consolida, dependiendo de los resultados electorales del próximo 7 de junio. Si llegan a ganar algún estado importante como Nuevo León, incluso Michoacán con la hermana de Calderón, creo que el maderismo tendrá para rato.
¿Ves a Calderón en otro partido que no sea el PAN, como el Humanista?
Calderón ha insinuado que, si en un momento dado no encuentra las condiciones para que su proyecto político prospere, estaría considerando la opción de hacerlo fuera del PAN, pero no lo creo. Si Calderón decide ir más allá del PAN, no estoy seguro de que sea viable el Partido Humanista. Según las últimas encuestas es probable que no conserve el registro.
Da lo mismo PAN, PRD y PRI
En el gobierno federal hay una especie de silencio, de evitar hablar de escándalos. El PRI también se está comportando de la misma forma. Es decir, está al margen como si no fuera el partido en el gobierno…
Al PRI no le han afectado lo que debería de afectarle todos los escándalos, desde el manejo del caso Ayotzinapa, el caso de Tlatlaya, que es un asunto grave y que involucra al Ejército; la economía sigue sin despegar y todas las promesas de las reformas que sabíamos que no iban a cumplirse en dos meses. No sé si Peña Nieto va a poder recoger algunos de los dividendos de las reformas que se aprobaron. Lo más probable es que no, que sea un legado del siguiente gobierno federal. Creo que al PRI no le han afectado demasiado los escándalos de conflictos de interés y corrupción. Además el desdibujamiento de la oposición, ya muchos no ven distinto al PAN, PRD, del PRI. Entonces qué mas da que sea el PRI u otro partido. Según las encuestas el PRI podría conservar la mayoría en la Cámara de Diputados y gubernaturas.
¿Cuáles son los escenarios en este año electoral? ¿Abstencionismo, voto nulo como forma de protesta?
El voto nulo, como está actualmente legislado, no es una forma de protesta. No tiene ninguna implicación o castigo para los partidos políticos. Simplemente es anular un voto, ir a perder el tiempo a la casilla. Esa manera de protesta, no sirve para nada. En cuanto al abstencionismo, es una cuestión paradójica: si la gente está decepcionada de la democracia, que por cierto siento que la sociedad no ha hecho demasiado por construirla y consolidarla, no ir a las urnas me parece que es un arma de doble filo. Se está eliminando la única forma que el ciudadano tiene para protestar contra un gobierno. Pero por otro lado, la confianza hacia las instituciones está muy lesionada.
La sociedad cómo puede exigir a los partidos que hagan bien su trabajo…
Hay herramientas que podrían funcionar: desde los controles de transparencia hasta las figuras que se votaron en la reforma político electoral de 2012, que se tardaron dos años en reglamentarla, en donde se destacan las candidaturas independientes, la iniciativa ciudadana y la consulta popular. Desafortunadamente hemos visto que ninguno de los tres mecanismos funciona, porque sus diseños fueron ineficientes, porque la clase política fue quien diseñó las reglas del juego. Imagínate un candidato independiente que pudiera jalar y oponerse a los partidos tradicionales, sería un buen revulsivo para la partidocracia. Una herramienta olvidada es la iniciativa ciudadana, la capacidad que tenemos de presentar una iniciativa. No tiene las restricciones de la consulta popular, pero puede hablar de un tema de interés ciudadano.