Gonzalo Valdés Medellín

En 2014, Lolita de la Colina (Tampico, Tamaulipas, 1948), compositora mexicana, ingresó al Salón de la Fama de los Compositores en Miami, Florida, y fue galardonada con la Musa Award, cosa que enorgulleció al medio artístico mexicano, al tratarse, además, de la primera mujer mexicana que asciende a tan notable distinción, junto a compositores como el Músico-Poeta Agustín Lara, que de manera póstuma ingresó al Salón de la Fama, junto al argentino Carlos Gardel, el brasileño Antonio Carlos Jobim, la chilena Violeta Parra, el cubano Ernesto Lecuona y el puerrorriqueño Rafael Hernández.

Triunfadora innegable, las canciones escritas —y muchas veces interpretadas por ella misma de manera soberbia—, han dejado, en no pocas ocasiones, huella innegable dentro de la canción popular mexicana, desde que la cantautora inicia su carrera, siendo casi una niña, respaldada por grandes intérpretes como las ya desaparecidas Olga Guillot y Gloria Lasso, quienes no dudaron en grabarla, pese a la moralina imperante en los años cincuenta del siglo pasado, que “prohibía” y/o censuraba denodadamente temas, sentires y hasta palabras consideradas “subidas de tono” por la (doble) moral al uso, en canciones como “Me muero, me muero…”: “Por sofocar, mis ansias internas…/ por desabrochar tus ropas modernas…/ por alborotar mi pelo largo/ sobre tus sábanas calientes,/ bebiendo el dulce y el amargo,/ de tus labios impacientes…/ me muero, me muero…”, entre otras muchas letras que encenderían la libido reprimida —y no tanto— de aquellos tiempos, y con ello, la libertad de expresión romántica.

CLÁSICO DEL REPERTORIO SENTIMENTAL MEXICANO

En los setenta Lolita de la Colina logra la consolidación con la canción “Como tú” que interpretó Lupita D’Alessio, en el Festival OTI Internacional y que se convertiría, ipso facto, en un clásico del repertorio sentimental mexicano. La televisión la requirió para innumerables telenovelas de las que compuso el tema musical; la más conocida: Los ricos también lloran, para la que creó la balada “Aprendí a llorar”, que cantó Verónica Castro, la protagonista de la famosa historia, a la que siguieron Muchacha de barrio, Sandra y Paulina, El amor no tiene nada raro (J.J. Juez), El maleficio…, entre muchas más. Ha sido grabada por los más populares intérpretes a nivel mundial desde Raphael, María Dolores Pradera, Rocío Jurado, María Victoria, Emmanuel, José José, Daniela Romo (a quien produjo su primer disco), Raquel Olmedo, Angélica María, María Medina, Marco Antonio Muñiz, Pedro Fernández, Pepe Aguilar… hasta Diego el Cigala.

“POR COBARDÍA”: HISTORIA DE UN PLAGIO

Lolita de la Colina incluso ha sido víctima del plagio —como ha denunciado valientemente en fechas recientes—, cuando la cancionista Lila Deneken le pide una letra para una música del ya desaparecido Bebu Silvetti y, casi sobre las rodillas, De la Colina le escribe “Por cobardía”, sin pensar que Deneken la registraría bajo su nombre y consciente de que podría convertirse en el éxito que indudablemente fue. Ante reclamos públicos de la compositora, ventilados en varios programas de televisión y en la prensa, Deneken negó haber hurtado la canción. Los especialistas opinaron. En su momento, Armando Manzanero dijo en un programa de Televisión Azteca que, aun cuando el registro de “Por cobardía” estuviera a nombre de Deneken, la letra y el estilo mismo de la canción revelaban indudablemente, que “Por cobardía” reflejaba la impronta indudable de Lolita de la Colina. Yo digo que la letra de dicha pieza musical es de Lolita de la Colina porque ella lo afirma y no tiene necesidad alguna de reclamar un éxito tal, cuando ha tenido y está rodeada de éxitos mayúsculos nacionales e internacionales.

COMPOSITORA TRANSGRESORA Y CONTESTATARIA

Luego de esto, Lolita de la Colina ingresa con honores al Salón de la Fama, una de las distinciones más relevantes a las que puede aspirar un compositor popular hispanoamericano, y que da cuenta no sólo de la trascendencia de una obra musical, sino de las virtudes mismas de Lolita de la Colina como autora y que he ennumerado ya en varias ocasiones: Extraordinario dominio de la prosodia, audaz vena temática, y un conocimiento profundo de todos los ritmos, sones y tendencias —entre las que pesa el bolero, el jazz, el bosa nova y el rock— son sólo algunas de las características principales de esta compositora mexicana a la que debemos temas inolvidables como “Qué manera de quererte” (su primer canción compuesta siendo una joven adolescente aún), “Cuando salgo al escenario”, “Se me olvidó que te olvidé”, “Porque has dicho que me amas”, “Punto y coma”, “Si tú te vas”, “Sí, te vi pasar”, “Alguien como tú”, “La noche más linda del mundo”, “Consígueme”, “Me muero, me muero”, “Dos amores”, “Usted y yo”, “Qué será de ti”, “Ave María”, “Detente”, o su canto antibélico “Alto al fuego”… por sólo mencionar unas cuantas de su gran catálogo.

Canciones como “Señor amante” o “Cada vez que me desvisto” forman parte de la música más contestataria del siglo XX mexicano, por su audacia verbal, su transgresión al orden moralista preestablecido y su discurso por un amor libre y pleno, que habla hacia la diversidad sexual sin tapujos ni hipocresías, en un estilo, el de Lolita de la Colina, pletórico de belleza y poesía. Como cantautora, dueña de una voz subyugante y sensual, Lolita de la Colina ha grabado varios discos que hoy se encuentran en la red por Internet (i-Tunes), muchos ya iconográficos.

México espera el inminente regreso a nuestros escenarios de una de las compositoras más relevantes de nuestro tiempo: Lolita de la Colina, orgullo de la música mexicana de nuestro tiempo.