Camelia Tigau y Bernardo Bolaños

México, país latinoamericano miembro de la OCDE, tiende a pagar a sus trabajadores calificados por debajo de los países desarrollados, aunque invierte una proporción importante de su PIB en educación y becas para estudios al extranjero.

México es el tercer proveedor de fuerza laboral en el mundo, después de China e India. El  16.9% de la fuerza laboral calificada mexicana se encuentra en el extranjero, y la situación podría empeorar. El 57% de los asalariados mexicanos desean cambiarse de país en búsqueda de un mejor trabajo, más que los brasileños (41%) y los peruanos (38%) de acuerdo con Finfacts Team del 2013.

Los más calificados emigran

El 90% de los migrantes mexicanos van a EU. Para el 2010, el 10% de los migrantes mexicanos en EU tenía estudios licenciatura o posgrado. Sin embargo, esta cifra alcanza el 52.4% si se toma en cuenta el total de población de origen mexicano en EU. En contraste, el promedio de la misma población en México es de 27.8%, lo que significa que los trabajadores calificados tienden a dejar el país en mayor proporción que otros ciudadanos. En el 2010, 1,014,651 de individuos nacidos en México pero residentes en EU tenían un título de licenciatura y 152,851 tenían posgrado, según relata Tuirán R. en la revista Este País de junio de 2013.

Aunque comparadocon otros grupos de migrantes en EU los mexicanos tienen un promedio bajo de escolaridad, éstos están mejorando rápidamente. En el 2000, sólo el 7.4% de los jóvenes mexicanos entre 18-24 años en EU estaban inscritos en estudios de preparatoria pero, para el 2010, este porcentaje había aumentado a 48%, siendo los mexicanos la minoría que más aumentó sus niveles educativos.

¿Cuánto vale estudiar un posgrado?

En México, el aumento en el número de graduados de educación superior entre 2000 y  2009 estuvo acompañado por una disminución en el valor relativo de la remuneración a estos trabajadores. Concretamente, la población con estudios superiores aumentó en un 4%, de 7.3 a 10.4 millones. Los ingresos mensuales de la población con estudios de posgrado en México disminuyeron en un 2.6% en la primera década del siglo XXI, de 1,584 a 1,144 dólares al mes.

Los que menos estudian, ganan más.

La población con título de licenciatura que entró al mercado laboral entre 2000 y 2009 ganó 2.3% menos que en la década anterior, de 838.5 a 682 dólares mensuales. Al contrario, los trabajadores con bajos niveles educativos incrementaron sus sueldos en un 2%, de 164 a 197 dólares por mes. Los que sólo estudiaron la primaria mejoraron sus sueldos en un 0.5%, de 261 a 272 dólares mensuales. Lo anterior según la ANUIES en un diagnóstico del mercado laboral de profesionistas en México 2009 y prospectiva 2020.

Los altos índices de desempleo en la población altamente calificada es un indicador importante del mercado laboral mexicano. Aproximadamente una tercera parte de los mexicanos con doctorado tienen trabajos de acuerdo con sus estudios en México; una tercera parte está desempleada; y la otra tercera parte están subempleados, es decir, ocupan trabajos por debajo de sus calificaciones.

Los costos de la migración

Los gastos altos en educación y los precios bajos de las competencias, entendidos éstos como el valor comercial correspondiente a los estudios de las personas  no necesariamente conllevan a una fuga de cerebros. Por ejemplo, en México, la reducción de los precios a las competencias para licenciados y especialistas con posgrado en la primera década del siglo XXI no incrementó la emigración; los altos precios a las competencias pueden generar el desarrollo económico, pero también pueden incrementar la desigualdad social. México experimentó un descenso en los precios a las competencias, pero también una baja en los índices de emigración a Estados Unidos. El hecho de que el incremento de la matrícula y el incremento de las precios a las competencias sean propósitos contradictorios dificulta las políticas públicas.

La disponibilidad de más personal calificado tiene a reducir los precios a las competencias, según confirma el caso mexicano, tanto en los 90s debido a la expansión de la educación secundaria como en el siglo XXI, debido al incremento de la matrícula de educación superior. A mayor disponibilidad de recursos humanos calificados, menores son los precios de sus servicios.

Hay inversión en educación pero no en oferta laboral

Si bien la educación no es el único factor que influye en la migración, es importante a nivel macro, para el diseño de políticas. En términos de la relación entre migración y educación, la fuga de cerebros puede ser definida como la emigración de personal calificado potencialmente bien pagado. En realidad, los precios a las competencias son cruciales para el desarrollo económico, dado que la emigración puede ser provocada por haber invertido en educación sin que se hayan incrementado los precios a la escolaridad. Para fomentar el crecimiento económico rápido, la inversión en educación no necesariamente debería estar dirigida a incrementar la matrícula educativa, sino también a mejor la calidad y la relevancia de la educación (una ganancia de cerebros de abajo para arriba). También es importante atraer migrantes internacionales para mejorar la calidad de la investigación y la educación (una ganancia de cerebros de arriba para abajo).

Menos pobreza pero más desigualdad

De acuerdo con el índice GINI, que mide el nivel de desigualdad, en el 2010 México tenía un índice de 42.2, en donde 0 significa perfecta igualdad y 100, máxima desigualdad. Muchos países con un nivel parecido o más bajo de desarrollo presentan menos desigualdad que México. Por ejemplo, en el mismo año, Rumania tenía un índice Gini de 24.2 y la India, de 33. Por lo que observamos que la sociedad mexicana aún tiene una distribución muy desigual de los ingresos, parecido a otros países latinoamericanos. Sin embargo, el hecho de que el índice Gini y los precios a las competencias hayan disminuido, pueden ser considerados como buenas señales.

La reducción de los precios a las competencias no es una consecuencia negativa absoluta. Si se trata de reducir desigualdades, se recomienda más gasto en educación para aumentar la matrícula en todos los niveles. Esto es importante para América Latina que no es la región más pobre del mundo, pero sí la más desigual.

Camelia Tigau es investigadora del CISAN, UNAM y  Bernardo Bolaños es profesor-investigador de la UAM-C.

Investigadora del CISAN – UNAM, ctigau@unam.mx

Profesor – investigador de la UAM, bbolanos@correo.cua.uam.mx

Finfacts Team (2011) con base en una encuesta de GFK International Employee Engagement Survey, 2011

Tuirán, R., y J. L. Ávila (2013). ¨¿De la fuga a la circulación de talentos?” Este país, no. 266, junio 1.

Hernández Laos, E., R. Solís Rosales, y A. F. Stefanovich Henchoz (2013). Mercado laboral de profesionistas en México. Diagnóstico (2000-2009) y prospectiva (2010-2020). Ciudad de México: ANUIES

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