Entrevista a Salvador Maldonado/Investigador de El Colegio de Michoacán

Irma Ortiz

Las preguntas estaban en el aire: ¿fracasó la estrategia de seguridad en Michoacán luego de la creación hace un año de la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral en el estado de Michoacán?, ¿Alfredo Castillo fue un funcionario a modo? Éstas y otras aseveraciones se dieron al calor del inicio del proceso electoral a realizar el primer domingo de junio en la entidad.

La respuesta del gobierno federal se da el pasado 22 de enero, cuando el secretario de Gobernación anuncia que Castillo deja el cargo y designa un mando especial de seguridad en la entidad a cargo de Felipe Gurrola Ramírez —quien fuera comandante de la doceava zona militar con sede en Irapuato, Guanajuato—, quien coordinará junto con las autoridades estatales y municipales a más de 6 mil elementos de las fuerzas militares que se encuentran en la entidad. No se aclaró si desaparece la estructura de la comisión.

El balance del comisionado

Alfredo Castillo, al hacer un balance de su paso por la comisión dijo que “aunque algunas voces pregonen lo contrario, hoy Michoacán ya no es como antes”. Puntualizó que el cártel de Los Caballeros Templarios casi quedó desarticulado y dos de sus principales, Nazario Moreno y Enrique Plancarte, fueron abatidos, se capturaron 32 jefes de plaza y 225 servidores públicos —incluido el exgobernador interino Jesús Reyna y Rodrigo Vallejo, hijo del gobernador Fausto Vallejo—. Aseguró que Servando Gómez, La Tuta —prófugo—, nunca fue el verdadero cabecilla y sólo fue un líder mediático.

El autor del libro Los márgenes del Estado mexicano, territorios ilegales, desarrollo y violencia en Michoacán, Salvador Maldonado, investigador del Colegio de Michoacán, especialista en temas de violencia habla a Siempre! sobre los resultados de la comisión a cargo de Alfredo Castillo.

Un balance de la labor de la comisión y la figura del comisionado, ¿hubo o no resultados?

Le respondo, ¿si no hubiera entrado el comisionado o si no se hubiera nombrado una figura externa al gobierno del estado hubiera habido condiciones políticas, económicas, sociales, desde el mismo estado de Michoacán para que pudiera emprender un proceso de saneamiento público?, es una pregunta que hay que hacernos todos en términos de las posibilidades y limitaciones que tuvo una intervención federal de este nivel.

De alguna forma en muchos medios, en muchos lugares se han comentado los pobres resultados, los problemas, las situaciones en Michoacán, pero tampoco nos hemos sentado a reflexionar, sobre qué tanto la entidad tiene las condiciones políticas para poder emprender este tipo de procesos de limpieza de sus propias estructuras, y también si cuenta con posibilidad y capacidad para poder emprender programas sociales de una envergadura tal que pueda remediar las situaciones sociales, económicas, de las poblaciones de diferentes regiones.

Ésa es la pregunta importante que no hemos querido o podido hacer, o no hemos alcanzado a hacer y en su lugar hemos entrado en una fase de juicio sin tener visión de las cosas de largo plazo.

El segundo punto, hablar de la figura del comisionado, es individualizar el problema, creo que una comisión como la que se creó tuvo efectos tanto positivos como negativos; aspectos positivos como el hecho de que ha emprendido un proceso de desestructuración de diferentes grupos ilegales que operaban en distintas regiones y para eso obviamente se tuvieron que tocar muchos intereses no sólo legales, sino también ilegales.

Como sabemos, el comisionado emprendió una estrategia en la que cerca de 225 funcionarios públicos han sido enjuiciados, lo mismo el exgobernador Jesús Reyna y Rodrigo Vallejo, además personajes de alto nivel, eso no hay que perderlo de vista, además de que se han hecho campañas importantes. Por otro lado, el gran problema donde está a juicio la función o el sentido de la comisión tuvo que ver con la manera como se transformaron, en cómo se administró la resolución del conflicto, alrededor de las autodefensas y luego su conversión en fuerza rural.

Hubo un cálculo político erróneo

Es ahí donde se encuentra un problema, y como lo he mencionado, a la luz del tiempo, en retrospectiva, hubo un cálculo político un poco erróneo, pero tampoco hemos escuchado las razones por las cuales emprendió este tipo de situaciones.

Considero que diferentes funcionarios podrían explicarnos qué tipo de información, qué tipo de situación evaluaron para realizar este tipo de estrategia.

Es ahí donde está el problema, es una de las cuestiones más críticas en relación con la resolución o la administración de los conflictos que derivaron luego del surgimiento de las autodefensas.

En tercer lugar, aun cuando se han dado todos los planes y las estrategias para eliminar grupos ilegales y enjuiciar una estructura muy amplia de funcionarios públicos, lamentablemente esta estrategia no ha llegado al nivel social más común de las poblaciones. Lo que he encontrado en mis continuos recorridos de trabajo de investigación, de lo que se mira y se palpa, es un profundo escepticismo en relación con la seguridad.

Sin embargo, también es importante señalar que varias comunidades tienen problemas de conflictos intercomunitarios que tarde o temprano van a tener que resolverse de una u otra forma, y ahí es donde sería importante entrar en la materia. Un área que es importante apuntalar y debería hacerse con mucho más profundidad es el área de prevención social. Se han hecho varios proyectos, varias estrategias para poder digamos oficialmente resarcir el tejido social, y creo que hay que profundizar esa estrategia.

Por ejemplo, la ley de víctimas que aprobó el Congreso hace un par de meses públicamente no se ve la función que está teniendo porque hay una serie de grupos que quedaron en situación de vulnerabilidad a partir de los conflictos armados que se dieron; estoy hablando de viudas, de niños, en fin, de una serie de grupos sociales que todavía no se han tocado en profundidad.

Ésta es un poco mi evaluación, pero creo que estamos viendo la estrategia en blanco y negro de una forma poco informada y de una manera poco empírica y cuando uno recorre las distintas regiones, cuando se visitan los poblados en los cuales han surgido los conflictos, se encuentran muchas cosas contrastantes.

Concluyo un poco con la misma pregunta-respuesta que mencioné al principio de la entrevista, si no hubiera entrado la Comisión de Seguridad el estado de Michoacán, ¿se hubieran tenido las condiciones para emprender este proceso de restructuración, de limpieza del aparato público, de identificación de grupos ilegales, de problemas sociales, de conflictos sociales?, y la siguiente pregunta es: ¿por qué no se hizo antes?

Precandidatos y las elecciones

Frente a los comicios que se realizarán en junio próximo, algunos precandidatos a la gubernatura de los distintos partidos se pronunciaron por la salida del comisionado, salida que posteriormente anunció Osorio Chong. ¿Qué hacer cuando todavía no hay una institucionalización, o una seguridad para la población?

Es muy pronto para hablar de un proceso de construcción de instituciones; regularmente las instituciones llevan mucho tiempo tratar de consolidarlas, de que operen, porque las instituciones necesitan recursos, necesitan partidas, necesitan aparato público y especialización, y eso no se logra de un día para otro.

Ahora, el problema que tenemos de cara a las elecciones es que efectivamente varios precandidatos de los distintos partidos mostraron su escepticismo y su crítica al comisionado Castillo, en el sentido de que debería salir después de las elecciones.

Uno puede decir está bien, pero la interrogante que hay que hacerle a estos precandidatos es: ¿qué estrategias van a trazar para poder consolidar esa institucionalidad?, cuando tienen un estado que tiene un problema fiscal muy fuerte, cuando se cuenta con una entidad con un nivel de conflictividad social, no necesariamente de crimen organizado pero sí de una conflictividad social muy fuerte. Tenemos focos rojos por conflictos intercomunitarios, por problemas de propiedad común, problemas de propiedad privada, en fin, hay una serie de problemáticas sociales que no se reducen sólo a la cuestión criminal.

La pregunta que hay que hacerle a estos precandidatos o que deberían de responder es cómo van a hacer para consolidar estas instituciones ante un escenario como el que tenemos actualmente.

Debemos encauzar un proceso electoral en el cual los diferentes candidatos nos mostraran un programa de gobierno serio, a través del cual van a resarcir la deuda pública, cómo van a trazar una estrategia de seguridad, ¿qué van a hacer con el mando único?, ¿se va a aprobar o no?, todo ese tipo de cosas. Si no se hace así, entonces nos estamos quedando en un nivel de discurso público que poco contribuye al debate serio.

Preocupa el asunto de las autodefensas en la entidad, ¿qué hacer con los grupos que se están negando a desmovilizar así como aquellos grupos que han luchado de manera transparente a favor de sus comunidades?, ¿qué escenarios ve?

Lo que no está todavía muy claro es qué se va a hacer. Lo que yo alcanzo a mirar es que se está negociando con algunos grupos o varios grupos para lograr que vuelvan a formar parte de la fuerza rural y luego de la fuerza ciudadana, de lo contrario definitivamente estos grupos tendrán que enfrentar situaciones de aprehensión o de averiguaciones. Creo que se cierne ahí un problema importante porque no se trata de grupos pequeños sino que son agrupaciones numerosas, con posibilidad de tener armamento, con operación social y política. Hay grupos que están arraigados a algunas comunidades rurales o digamos que se mueven en un escenario local, regional, político y social importante.

Hay esfuerzos con resultados intangibles

No se trata sólo de un problema de desmovilización en el sentido de neutralizarlos en términos de seguridad, sino de atención social, y eso es lo que me parece muy importante. Insisto, hay esfuerzos que no se alcanzan a ver desde el área de prevención social, porque tienen más o menos resultados intangibles, sin embargo, se están haciendo esfuerzos importantes, pero hay otras problemáticas que escapan a ellos.

Por ejemplo, le puedo decir que una de las grandes problemáticas que operó prevención social y otras áreas para brindar mejores condiciones a las comunidades es que los programas de los recursos públicos llegaron muy tarde, es decir, a pesar de que se había prometido que iba a haber inversión, los recursos de diferentes dependencias del gobierno llegaron muy tarde y los proyectos y acercamientos que se estaban emprendiendo hacia los diferentes grupos sociales no llegaban a tiempo, y eso derivó en conflictos. Considero que el gobierno debería de pensar que cuando se dan ese tipo de emergencias, en buscar una mejor alternativa para triangular los recursos y así poder bajarlos inmediatamente. Hay recursos que tardaron más de medio año para poder bajar, ahí es donde está el problema.

La Comisión de Seguridad y Desarrollo Integral no se puede reducir a un tema estrictamente de seguridad pública, hay un problema de demandas sociales muy fuertes y gran parte de la ola de violencia que vivimos en Michoacán tiene que ver con el desarrollo y consolidación de bandas criminales, de grupos criminales que emprendieron diversas prácticas de cooptación; pero también hay grupos sociales que viven en una completa vulnerabilidad.

Insisto, hay problemas de conflictividad social por tierras, existen focos rojos entre comunidades indígenas, hay problemas de desposesión de las minas, de los bosques, en la costa michoacana. Todo eso conforma un mosaico muy complicado, si no se entiende una estrategia en términos, digamos, integrales, es difícil remediar una situación simplemente aprehendiendo gente, cuando hay condiciones sociales que posibilitan esa formación.

¿Futuro de la Comisión?

Es muy probable que la Comisión va a terminar sus funciones después de las elecciones. Yo estaría preocupado más que por el futuro de la comisión, por que en las plataformas de los diferentes candidatos se mostrara una serie de medidas para afrontar este tipo de problemáticas y no volver a caer en situaciones como las que ha vivido Michoacán.

Es fundamental saber qué se va hacer con la deuda fiscal, cómo se van a incrementar los ingresos públicos para poder invertir, cómo se van a negociar las partidas presupuestales en otras dependencias; preocupa cómo se van a trazar las líneas para consolidar un modelo policial que no solamente quede en un problema de contención de conflictos, sino de prevención social, qué se va a hacer con los presupuestos para consolidar policías estatales, si es que se va hacer; que ese policía tenga un mejor salario, un mejor sueldo, de dónde se va a sacar el dinero, en fin, todo ese tipo de cosas es lo que deberíamos de estar discutiendo ahora, y no caer en un debate de blanco y negro, de que si es bueno o es malo, de si pactó o no pactó.

Lo importante es decir a partir de aquí qué hay que hacer, y mi pronóstico es que deberíamos de estar muy preocupados, por que durante el proceso electoral se pudieran discutir abiertamente toda esa serie de estrategias.