Cientos de miles de personas, hasta un millón, según el Ministerio del Interior de Chechenia, se reunieron este lunes en Grozni, la capital de esta república rusa del Cáucaso Norte, para protestar contra las caricaturas de Mahoma publicadas por el semanario francés Charlie Hebdo.
El ministro chechén del Interior, Ruslan Aljanov, aseguró a las agencias rusas que alrededor de un millón de personas acudieron a esta manifestación convocada por las autoridades de esta república de población musulmana para defender el Islam.
En la protesta, que transcurrió sin incidentes, participaron habitantes de Grozni y gente llegada de regiones cercanas y hasta del extranjero, según el ministro.
Por su parte, el Ministerio del Interior de Rusia, cifró en 800 mil los asistentes a la marcha, que comenzó con un mitin en la plaza central de Grozni y marchó por las calles de la ciudad; las televisiones rusas mostraron imágenes de miles de personas congregadas en el gran mitin organizado por el líder chechén, Ramzan Kadirov.
“Hoy vemos que Europa no ha sacado las debidas conclusiones de los sangrientos acontecimientos de París. En vez de condenar a los que abrieron fuego (contra los periodistas de Charlie Hebdo) y a los que, con sus caricaturas, dieron motivo para ello, las autoridades de Francia organizaron un espectáculo callejero en apoyo de la permisividad”, afirmó Kadirov ante los concentrados.
“Vamos a decirle a todo el mundo que los musulmanes, de ningún modo, van a permitir ser utilizados para desestabilizar la situación en el país”, agregó, en otro momento del mitin, Kadirov, líder de la república nombrado por Moscú, quien convocó a los chechenes a manifestarse contra las “caricaturas del profeta”.
“Los periodistas franceses dibujan caricaturas que supuestamente representan al profeta. Hemos tomado la decisión de encabezar una gran manifestación popular condenando estos actos”, escribió el líder chechén en su cuenta de Instagram.
La multitud abarrotó la céntrica plaza Ajmat Kadirov (por el padre del actual líder chechén) y las calles cercanas, enarbolando banderas y pancartas; “las manos fuera de Mahoma” o “La fuerza no es el método” son algunos de los lemas que podían leerse en las pancartas.
A la manifestación asistieron los principales líderes religiosos de Chechenia, y la multitud de tanto en tanto grita “Allahu Akbar” (Dios es grande) o “No hay más dios que Alá”.
“En Occidente están perdiendo sus valores morales y espirituales. Están construyendo un mundo sin alma, donde no se tienen en cuenta los valores familiares. También adoptan leyes que permiten el matrimonio entre gente del mismo sexo”, señaló ante los concentrados el presidente del Consejo de Muftis de Rusia, Ravil Gainutdin.
La protesta fue convocada para afirmar que “el Islam es una religión de paz y manifestar nuestra indignación hacia aquellos que siguen ignorando los sentimientos religiosos de los musulmanes”, según el mufti de la república, Jaron Torjoev.
Los manifestantes marcharon a través de toda la ciudad hasta terminar en la mezquita del Corazón de Chechenia, en el centro de la capital.
Este domingo, en Magás, capital de Ingushetia, otra república rusa del Cáucaso Norte, unas 15 mil personas se congregaron también para protestar contra la publicación de caricaturas de Mahoma; el mitin, convocado bajo el lema “El Islam contra el terrorismo y el extremismo”, se celebró en la plaza junto a la Torre de la Concordia.
Rusia cuenta con siete repúblicas musulmanas en la conflictiva región del Cáucaso Norte, donde desde hace años actúan grupos guerrilleros islamistas.
Recupera Hollande popularidad
Los franceses aplauden la buena gestión del Ejecutivo francés, luego de los tres atentados de los días 7, 8 y 9 de enero que dejaron 20 muertos, incluidos los tres terroristas que los cometieron.
El presidente François Hollande, que había caído a mínimos históricos a finales del año pasado, ha visto recuperar su popularidad en 10 puntos en apenas unos días, según una encuesta publicada el pasado fin de semana.
Su primer ministro, Manuel Valls, ovacionado la semana pasada por la Asamblea Nacional al presentar sus nuevas medidas para luchar contra el terrorismo, también subió nueve puntos.
Con un 34 por ciento de opiniones positivas frente a un 65 por ciento negativas, el presidente recupera su mejor cuota de apreciación desde mayo de 2013, según el sondeo realizado por el instituto BVA para Orange e i-Télé; Valls tiene un 44 por ciento de aprobación contra un 55 por ciento de rechazo.
Ambos progresan, sobre todo, entre las personas que se consideran a la izquierda del Partido Socialista, con un repunte de 17 puntos, para alcanzar un 46 por ciento de aprobación en el caso de Hollande y un 37 por ciento en el de su primer ministro.
Junto al jefe de Estado y el del Gobierno, los ministros también ven mejorada su apreciación, en especial el titular de Interior, Bernard Cazeneuve, en primera línea, que gana 14 puntos, hasta el 44 por ciento de opiniones positivas.
Sin embargo, la popularidad de las figuras de la oposición permanece estable: el presidente de la conservadora Unión para un Movimiento Popular (UMP), Nicolàs Sarkozy, se mantiene en un 26 por ciento de aprobación, y la líder ultraderechista del Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, en un 27 por ciento, con una progresión mínima de un punto.
Los analistas destacan que la actuación de Hollande, valorada hasta por sus rivales, le ha devuelto una estatura presidencial, de jefe de Estado al mando del país, algo que, a menudo, se le ha negado; el 47 por ciento de los interrogados ve positiva su capacidad para tomar las decisiones adecuadas, frente a sólo el 17 por ciento en noviembre pasado.
En un contexto de unidad nacional, que se mostró en la manifestación del pasado 11 de enero en París, a la que sólo faltó el ultraderechista Frente Nacional, el 39 por ciento le considera un mandatario unificador, cuando sólo lo hacía el 10 por ciento en noviembre. Por último, el 37 por ciento lo define como competente (el 21 por ciento lo hacía hace dos meses).
Mientras tanto, las autoridades siguen adelante con la delicada tarea de enterrar a los autores de los ataques, abatidos por las fuerzas de seguridad. Tras los entierros el viernes y sábado por la noche de Said y Chérif Kouachi, los dos hermanos autores de la masacre, ayer seguía sin resolverse el destino del tercer terrorista, Amedy Coulibaly, autor del asesinato de una policía en Montrouge y de cuatro rehenes tras la toma de un supermercado judío en el este de París.
Información de Excélsior y El País, España