“Apretada competencia entre PRD, Verde y Morena por ser la tercera fuerza política”

 

Entrevista a Juan Pablo Becerra/Catedrático de la UAM-Iztapalapa

 

Irma Ortiz

“Tómbola de Morena hace candidatos a amas de casa y fans de AMLO”, titula el diario El Financiero la nota firmada por Héctor Gutiérrez donde se refiere al sorteo de ese partido para elegir a sus candidatos a plurinominales.

Relata que la señora Olivia Gómez, de 68 años, viuda con dos hijos “ya grandes” y 4 nietos resultó “insaculada” en el sorteo para candidatos a plurinominales, a diputaciones federales y asambleístas.

Se trató de un procedimiento inédito, como lo calificó el propio López Obrador, quien aseguró que con ello se pretende romper el molde que siempre ha hecho la política corrupta del país. Lo que no fue inédito fue el anuncio hecho por el tabasqueño donde se autodestapa para contender nuevamente por la candidatura presidencial y señala que “la tercera es la vencida”. Advirtió además que quien traicione a Morena pagará con su expulsión.

El Movimiento de Regeneración Nacional, un partido hecho a la medida de López Obrador —típico líder populista — y que en opinión de expertos le disputará el voto duro al PRD, una institución política que hoy se encuentra inmersa en un serio desgaste luego del palomeo de las candidaturas plurinominales, que provocaron renuncias y divisiones entre las diversas corrientes que la integran.

Como cereza del pastel, fue publicada la encuesta de El Universal/Buendía&Laredo donde se registra una apretada competencia entre el PRD, el partido Verde y Morena por ser la tercera fuerza política del país de cara a las elecciones por diputados federales de 2015.

Sobre el tema, Siempre! entrevistó al politólogo Pablo Javier Becerra, catedrático de la UAM Iztapalapa.

Luego del consejo del PRD donde hubo jaloneos, renuncias, ¿el PRD cómo queda?

En el PRD, la lucha interna ha desgastado ese partido y se agudiza por el hecho de que dos de sus líderes más fuertes históricamente ya están fuera de ese partido: Andrés Manuel López Obrador —que ya puso casa aparte— y Cuauhtémoc Cárdenas, que renunció hace poco al partido.

En esa lógica, los conflictos internos se presentan con un gran riesgo de nuevas rupturas, por ejemplo, María Rojo decidió salirse porque no logró la candidatura que le prometieron. Obviamente René Bejarano tiene en un pleito muy fuerte con Miguel Mancera, porque dice que está dirigiendo un embate contra su corriente.

Hay un conflicto muy fuerte que los está distanciando, además por el hecho de que existe otro partido que les va a disputar los votos, que no es ni el PT o Movimiento Ciudadano, que son dos partidos pequeños con una clientela identificable, hablo de Morena, que de hecho va a competir por los votos del PRD. Para eso se creó Morena, el partido de un político relevante como Andrés Manuel López Obrador, para disputarle espacios políticos al perredismo.

Es más López Obrador ya se autodestapó, dijo: “voy por tercera vez” y ya sabíamos que para eso era Morena, para postularlo como candidato en su tercera ocasión. La tercera es la vencida, ya lo dijo.

El desgaste del PRD preocupa no sólo a la izquierda sino a todo el país, porque abre paso a Morena…

Los partidos son como todas las formas de vida: nacen, se desarrollan, se reproducen y en algún momento mueren, tal vez el PRD ya entró en ese ciclo. Hay que recordar que el PRD cuando comenzó lo hizo como el partido de Cuauhtémoc Cárdenas, recordemos la lógica que había hace 26 años cuando surge ese partido en 1989. Nació como el partido de Cuauhtémoc Cárdenas, porque la idea era que a Cárdenas le habían arrebatado la presidencia en 1988 y por lo tanto se proponía una plataforma política para que Cuauhtémoc ganara en 1994.

No nació como un gran proyecto de izquierda o de una discusión de las izquierdas para superar sus viejos problemas, sino que surge como un partido caudillista, eso es evidente. Sin embargo, su tercera postulación en el año 2000 a la presidencia, no fue la vencida y más bien lo condujo a su caída como líder moral de ese partido. Su liderazgo moral desapareció desde ese año —no cuando decide renunciar—, porque su candidatura mostró tener muy poca fuerza y eso permitió el surgimiento de un nuevo caudillo que fue López Obrador. De hecho Andrés Manuel logró desplazar a Cárdenas, quien sin embargo lo había apoyado para ser candidato al gobierno capitalino y fue precisamente la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal la que convirtió a López Obrador en el nuevo líder moral del PRD.

Las encuestas

Una vez que este nuevo líder moral se fue —después de su segunda oportunidad—, es obvio que ya el PRD tenía un horizonte poco claro, que hoy estamos viendo. Acaba de aparecer una encuesta en el periódico El Universal que muestra al PRD como un partido que hoy disputa la tercera fuerza con el Partido Verde.

La encuesta muestra el PRI con una caída fuerte y compite por el primer lugar con el PAN —pero aquí actúa a favor del PRI el Partido Verde—, que según las encuestas le añadiría un 10, un 11 por ciento, pero el PRD hoy se disputa el tercer lugar y en una de ésas, con un poco de mala suerte, podría caer al cuarto lugar.

Hay que entender que el PRD juega un ciclo determinado que es el de la ruptura de la unidad interna del PRI, un grupo del PRI a la izquierda, un poco en la lógica del nacionalismo revolucionario, del estatismo histórico que reivindican sobre todo de la lógica cardenista. Rompieron con el PRI y embonaron con una parte de la izquierda, que acababa de quedarse huérfana.

La izquierda a finales de los años ochenta se quedó huérfana; se cayó el muro de Berlín, se derrumbó el modelo soviético y aún para los más escépticos, resultó evidente que los modelos chino y cubano eran sobre todo autoritarios, donde no se podía creer que estaba presente una opción de izquierda democrática y progresista.

De una u otra forma, el PRD juega su papel en ese ciclo y es muy probable que ahora tenga que ser desplazado del tercer lugar, habrá que ver si el empuje de su líder le permite a Morena disputar ese sitio.

Si es así, según la encuesta, Morena se ubicaría en una intención de votos cercana al 9 por ciento; el PRD tendría una intención de voto del 13 por ciento, hay una distancia pequeña. En esa lógica, Morena, el Verde y PRD, están jugando en el terreno de la media tabla de los partidos que se van a ubicar en torno al 10, al 15 por ciento, pero si Morena logra ubicarse mejor que el PRD, para 2018 sería más o menos probable que López Obrador logre colocar su partido como tercera fuerza, y si la crisis política sigue avanzando —que es lo más probable, pues no parece que el gobierno de Peña Nieto tenga una salida mágica para la crisis—, se podría desplazar al PRD.

Es adelantado plantearlo, pero son tendencias que pueden desarrollarse, hay que verlas como tendencias. Si es preocupante o no la opción de López Obrador, eso ya es otra cosa, es una valoración, pero lo cierto es que Morena puede ahí desplazar al PRD.

Un López Obrador más cercano a una opción tipo Hugo Chávez…

López Obrador es un típico líder populista, desde el punto de vista politológico, es populista y no es una calificación. Él siente representar una opción por sí mismo, como personaje, y está en su derecho de imaginarlo. Obviamente, sí puede estar más cercano a una opción de corte autoritario, más cercano a una opción tipo Hugo Chávez, Nicolás Maduro, que a una opción Lula Da Silva, Dilma Rousseff, puede ser, sobre todo por el grado de personalización en sí mismo de la opción.

En el caso brasileño, es digno de encomio Lula Da Silva, porque él mismo planteó la necesidad del relevo de su liderazgo, lo hizo en más de una ocasión, dijo que no creía en los líderes imprescindibles. Obviamente hay otras opciones de izquierda que sobre todo piensan en los líderes imprescindibles, por eso en América Latina la opción Lula, Dilma Ruseff, es una alternativa de izquierda coherente con las reglas democráticas.

La opción Hugo Chávez, Nicolás Maduro, son una elección incompatible con las reglas democráticas, nos lo acaba de ejemplificar con toda claridad Nicolás Maduro en estos días, cuando mandó a la cárcel al alcalde de Caracas. Ya imagino en México, el escándalo que habría si el presidente Peña Nieto manda a arrestar a Miguel Ángel Mancera, y eso es lo que está ocurriendo hoy en Venezuela, con un liderazgo de ese estilo, pero obviamente López Obrador es López Obrador.

Llaman la atención declaraciones como “ser de izquierda es tener sentimientos y ser honesto”, ¿dónde está el proyecto de gobierno y la ideología…?

El proyecto es el líder, en estas opciones de corte populista, el proyecto es el líder, éste encarna el proyecto y no es necesario hacer otros planteamientos, simplemente hay que decir que es un líder honesto, que representa la opción correcta y en función de eso, todo lo demás sale sobrando. El líder por sí mismo cambiará al país.

¿Qué podremos esperar de una bancada de Morena en Cámara de Diputados?

Van a lograr la bancada en diputados y con esos resultados que nos adelantan las encuestas, es probable que aumente el número de legisladores; van a lograr una bancada pero habrá que ver si son la cuarta o la tercera fuerza.

Todo supeditado a la voluntad de López Obrador.

Sí, el destino que tome su partido; pero lo otro, los votos, ya están ahí, son votos de un electorado de izquierda, que ha agotado la opción del PRD y que hoy estaría dispuesta a votar por esa nueva opción. Así funciona este asunto, en política como en física, ningún hueco se queda vacío, una fuerza ocupa ese lugar.

 

Ebrard, un fantasma del pasado

¿Cómo ve el futuro de Ebrard, que no se integró a Morena?

Ebrard ya un fantasma del pasado, ya perdió, en el PRD no lo quisieron como diputado; parece que Movimiento Ciudadano andaba manejando la posibilidad de postularlo, pero simple y sencillamente la coyuntura de Ebrard ya pasó.

Marcelo ya está fuera de la jugada, López Obrador hizo un pacto con él en 2011, el pacto era yo voy como candidato ahorita y te dejo a ti en 2018, porque López Obrador estaba convencido de que iba a ganar; como no ganó, ese pacto simplemente se rompió y por lo tanto el argumento ahora es yo sigo yendo hasta que gane, si no gana López Obrador en el 2018, irá al 2024 y si no al 2030. Es la lógica de un líder de ese estilo y por eso para él resulta totalmente natural, es decir si llegara a un acuerdo con alguien, pues ya ¡no me acuerdo!

Y las acusaciones de la línea 12…

Que eso tenga un desenlace fatal para Ebrard, no lo sabemos, en verdad, va a depender de muchas cosas. Pero en esta lógica, por ejemplo, el PRD está desesperado tratando de meter filtros a algunos de los candidatos impresentables que se le están colando, por ejemplo veo en el periódico que la esposa del presidente municipal de Lázaro Cárdenas en Michoacán, que está preso por vínculos con la Tuta, que había logrado la candidatura a la diputación federal por la vía de representación proporcional, ya la bajaron, porque no puedes postular a la esposa de quien exhibieron en los videos platicando con la Tuta, yo creo que algo parecido tendrá que pasar con Jesús Valencia, a menos que quieran jugársela.

Hay que entender que los reacomodos dentro del PRD van a continuar y habrá que ver en qué medida, si Morena se convierte en la tercera fuerza, obviamente podrá ejercer un factor de atracción sobre muchos perredistas que se identifican o que incluso no lo hacen con López Obrador, pero que encontrarán más atractivo estar en Morena porque podría garantizarles el cargo y ya no el PRD.

Hay que recordar que las tendencias políticas están ahí. Finalmente hay buena parte de especulación en esto y los politólogos en buena medida vivimos de esta saludable especulación.