Después de su amenaza de aplicar mano dura contra los sectores adversos implicados en actividades de conspiración, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, este jueves se pronunció a favor de la radicalización con la detención del alcalde opositor de la región metropolitana de Caracas, Antonio Ledezma.
El encarcelamiento de Ledezma agravó el escenario político de Venezuela, golpeada por una imparable crisis económica por la intensa inflación, problemas de desabastecimiento y una recesión que podría empeorarse este año tras el descenso de los precios del petróleo, que es la principal fuente de ingresos del país suramericano.
La medida contra el alcalde metropolitano, el segundo dirigente opositor apresado en un año, reduce las posibilidades de que se abran canales de consenso entre el gobierno y la oposición, y, por el contrario, la situación se tense más en un año en el que se espera la celebración de elecciones parlamentarias, indicaron analistas.
Maduro acusó a Ledezma de estar implicado en acciones conspiratorias y presentó como prueba un comunicado titulado “acuerdo nacional para la transición”, publicado recientemente en un diario local, avalado por el líder opositor detenido hace un año, Leopoldo López, y la ex congresista María Corina Machado.
“El que está detrás de estos atentados golpistas tiene que ir preso, y va a pagar en la cárcel, sea quien sea. Ya basta de impunidad”, declaró el mandatario, que volvió a señalar a Estados Unidos de estar detrás de una conspiración contra su gobierno.
Ledezma, de 59 años, fue detenido este jueves en su oficina en el este de Caracas por varias decenas de agentes policiales fuertemente armados; algunos de los agentes iban identificados como miembros de la policía política. Hasta el momento se desconoce el paradero y los cargos que podría enfrentar el dirigente
Acusaciones sin fundamentos y falsas
Estados Unidos reiteró que las acusaciones del gobierno de Venezuela sobre su intervención en un supuesto golde de Estado para derrocar al presidente Nicolás Maduro, son “sin fundamento y falsas”.
“Los alegatos hechos por el gobierno de Venezuela de que Estados Unidos está involucrado en un complot de golpe de Estado y desestabilización, son sin fundamento y falsos”, dijo en un comunicado la portavoz del Departamento de Estado, Jennifer Psaki.
Además, insistió en que EU no respalda transiciones políticas sin sustento constitucional y reafirmó su compromiso a los principios de la Carta Democrática Interamericana, respecto a que los cambios de gobierno deben ser democráticos, constitucionales, pacíficos y de acuerdo a la ley.
Psaki dijo que EU no promueve agitación en Venezuela, ni está intentando socavar su economía o su gobierno, y recordó que su nación permanece como el mayor socio comercial de el país sudamericano.
“Los problemas políticos y económicos de Venezuela son el resultado de las políticas del gobierno venezolano, señaló, y que el gobierno de Maduro debería de distraer la atención a los problemas económicos y políticos que sufre el país y enfocarse a encontrar soluciones a través de un diálogo democrático para sus ciudadanos.
También reiteró su petición a las autoridades venezolanas para dejar en libertad al líder de la oposición Leopoldo López y los demás participantes en las manifestaciones pacíficas de 2014, así como a otros 36 individuos y organizaciones, incluyendo el Grupo de Trabajo en Detenciones Arbitrarias de Naciones Unidas, el Comité en Contra de la tortura de Naciones Unidas, la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el Parlamento Europeo, entre otros.