En política nada es casual

 

 

José Luis Camacho Acevedo

La noticia conmocionó a la sociedad mexicana. La corrupción en México ha sido moneda de curso corriente entre políticos y empresarios.

Sin corruptores no habría corruptos.

Pero en política nada es casual.

Tal parece que tanto Enrique Peña Nieto como Jesús Murillo Karam han reaccionado a la estrategia mediática de Marcelo Ebrard y Ángel Aguirre Rivero de poner sobre ellos las luces del lamentable caso Iguala-Ayotzinapa.

Aguirre Rivero, umbilicalmente ligado a los Abarca-Pineda, y Ebrard que desde hace años es el mecenas y mentor político de aquél, son una misa cosa.

Política y financieramente hablando.

Por eso el golpe dado por la PGR al hermano de Aguirre, Carlos Mateo, no se puede interpretar como el resultado de una pesquisa rutinaria en contra de los lavadores de dinero que por decenas existen en Guerrero.

En política nada es casual.

El titular de la Agencia de Investigación Criminal, Tomás Zerón de Lucio, informó que el Carlos Mateo Aguirre Rivero, hermano de Ángel Aguirre Rivero, gobernador con licencia de Guerrero, fue detenido el delito de recursos de procedencia ilícita.

En conferencia de prensa, Zerón de Lucio precisó que Aguirre Rivero desvió recursos por más de 287 millones de pesos de Banobras, CFE y Tesorería de la Federación, así como en oficinas estatales.

Hasta antes de la captura de Carlos Mateo Aguirre, algunos familiares y otros cómplices, la conseja política de alto nivel aseguraba que lo más probable era que el orquestador de la campaña, nacional e internacional, en contra de Peña Nieto era Carlos Slim.

Hoy, con la detención de Carlos Mateo, como operador político-financiero de su hermano, los focos están iluminando otros escenarios.

El hermano del exgobernador tendrá que responder no solamente por el peculado millonario, sino también por la acusación de un presunto lavado de dinero, que se le ha detectado.

Ambos delitos fueron suficientes para remitir de manera fulgurante al acusado al penal del Altiplano en compañía de un sobrino y varios presuntos cómplices. Carlos Mateo no era solamente un operador financiero de su hermano.

En Guerrero era del conocimiento público que el ahora detenido funcionaba como uno de los más eficaces y confiables operadores políticos del exmandatario guerrerense.

En política nada es casual.

Desde los días previos a la dimisión de Ángel Aguirre como gobernador, es decir varias semanas después de que fueron levantados los estudiantes de la normal de Ayotzinapa, se inició una intensa campaña para cambiar los roles de la responsabilidad del macabro acontecimiento.

Desde esos días y hasta la fecha, Peña Nieto y Murillo Karam, nacional e internacionalmente, empezaron a cargar con la responsabilidad mediática de la desaparición y previsible matanza de los estudiantes.

Y Aguirre Rivero empezó a desaparecer de las notas acusatorias.

Ebrard también estaba agazapado mediáticamente.

Pero de pronto le surgieron las denuncias formales de su responsabilidad en el fraude cometido en la línea 12 del Metro y reaccionó.

Su aparatosa desesperación lo ha llevado al extremo de autoproclamarse candidato a una diputación plurinominal por el PRD.

De inmediato, los Chuchos celebraron la decisión del “nuevo López Obrador” que emergía en la escena política mexicana.

Los Chuchos son políticos muy cercanos tanto a Aguirre Rivero como al matrimonio Abarca-Pineda. Y ahora a Marcelo.

Decía Napoleón que el mejor escenario para cometer un crimen es una guerra.

Y Aguirre y Marcelo crearon la guerra contra Peña Nieto, el Ejército, y la PGR para cometer su crimen. Culparlos de todo lo ocurrido en Iguala y Cocula.

Esa operación mediática en contra de un jefe de Estado, operación que fue de carácter nacional e internacional, requiere de un financiamiento mucho mayor que los 287 millones detectados como peculado.

El dinero que presuntamente ganó indebidamente Ebrard en la construcción de la línea 12, pudo haber llegado hasta Guerrero en diferentes fechas que van desde el 2006 hasta el pasado 2014.

La campaña orquestada en contra de Peña Nieto y Murillo Karam es, sin duda, una operación realizada por profesionales.

Y regularmente esos profesionales cobran en dólares y por millones.

Esto apenas comienza.

Carlos Mateo Aguirre preso y en política nada es casual.