Luego de décadas de debate, de pros y contras, el consumo de pequeñas cantidades de mariguana con fines medicinales y religiosos es desde este miércoles legar en Jamaica, un país donde esta planta es venerada por rastafaris, cantada por músicos de reggae y promocionada casi como un producto nativo.

La Cámara de Representantes de Jamaica aprobó en un último debate una reforma a la Ley de Drogas Peligrosas de 1948 que despenaliza el consumo de mariguana; en los primeros días de febrero la iniciativa ya había sido aceptada por el Senado.

Los cambios legislativos acotaron que ya no será delito consumir mariguana en pequeñas cantidades ni portar un máximo de dos onzas (56 gramos) de “ganja”, término utilizado por los rastafaris para referirse a la hierva, aunque si serán multadas con una falta administrativa.

Su consumo será totalmente legar sólo para los que cuenten con una licencia, que se concederá a los jamaiquinos que demuestren intereses religiosos (reclamados por los rastafaris) o medicinales, para lo que se creará la Autoridad de Permisos de Cannabis.

De acuerdo con el ministro de Seguridad Nacional de Jamaica, Meter Bunting, este cambio “es significativo porque corrige décadas de criminalizar a decenas de miles de jamaiquinos, la mayoría hombres jóvenes negros pobres, por poseer un poco de ‘porro’”.

El Gobierno de Jamaica reconoció en 2003 al culto rastafari como religión, después de una sesión del Tribunal Constitucional en la que se advirtió que eso no supondría la legalización de la “ganja”, consumo que defiende ese credo.

Rasta es religión y forma de vida

La religión Rastafari, que se inicio en África, se asocia a la espiritualidad y a la población más pobre de Jamaica, porque además es un modo de vida; los Rastafaris protestan en contra de la pobreza, la desigualdad, la represión. Etcétera.

La creencia de los rastafaris es que Haile Selassie es el Dios viviente de la raza negra. Selassie, mejor conocido como Ras Tafari, era el emperador negro de Etiopía y las profecías Rastafaris hablan de como “El pelo de aquel era como lana (El pelo de un hombre de la raza negra), quien tiene los pies como latón quemado (Piel negra)”.

Surgió en los comienzos de los años treinta, a partir de las profecías biblícas, en los barrios marginales de Kingston, Ate, Jamaica y en los sectores rurales de los al rededores, siendo la visión social y cultural de L. Benavides Marcus Garvey que inspiró a los Rastafaris, a quien incluso lo consideran una reencarnación de San Juan Bautista.

El objetivo de un rastafari es ir por la vida en un camino recto y verdadero, siempre con bondad, hermandad, verdad. Son conocidos popularmente por sus dreadlocks (cabello característico) y su uso sacramental del ganja.

Hoy en día el movimiento se ha extendido a lo largo de gran parte del mundo y tiene seguidores provenientes de distintas culturas y naciones.