Nueva forma de concebir el mundo

Ofelia Alemán García

Cuando a Fu Ying, la presidenta del Comité de Asuntos Exteriores de la Asamblea Popular Nacional de China, le preguntaron si su país aspiraba a una posición predominante en el mundo, respondió sorprendentemente lo contrario a lo que la mayoría de los ciudadanos comunes intuimos. Dijo: “Si les formulara esta pregunta a los chinos la mayoría de ellos se mostrarían poco interesados en que el país se implique en una competencia con Estados Unidos. Más aún, muchos menos estarían de acuerdo con que China se convierta en otro EU.” (Tomado de China Hoy, filial latinoamericana, diciembre 2014.)

En Siempre! le preguntamos a Abdiel Hernández Mendoza, quien es especialista en geopolítica internacional y a Juvencio Wing Shum, especialista en economía internacional. Ambos imparten clases en la máxima casa de estudios, la UNAM.

 

 

“Algo a nuestro alrededor dice hecho en China”: Abdiel Hernández Mendoza

¿Desplazará China a Estados Unidos?

Hoy el país asiático es la primera potencia exportadora. Pero a pesar de la importancia de la producción in situ, las marcas que representa no son en su gran mayoría de ese país. Su consumo energético continua elevándose, por lo tanto su dependencia hacia las fuentes de energía también.

¿De qué forma se ha impuesto el paradigma chino?

Punto importante es saber cómo harán los ideólogos de la geopolítica china para que en el futuro se vaya aceptando su país como el principal referente en la forma de concebir el mundo. Estos elementos y otros más se consideran, sin duda, en las altas esferas de poder de China; al tiempo que se crean los elementos para la contención, en primera instancia de los otros actores que buscan el predominio mundial y la paulatina destrucción del imperio del siglo XX: Estados Unidos.

¿Cómo se vislumbra el futuro geopolítico de China?

La historia enseña que la geopolítica no es estática, sino que se construye día a día. Hoy se puede observar cómo este país busca seguir expandiendo su influencia en todo el mundo. A grado tal que, quien esté leyendo esto tendrá, sin duda, a su alrededor un producto hecho en China y ése es uno de sus grandes pasos en la búsqueda de ser una superpotencia.

“China se acerca con cautela a AL”: Juvencio Wing Shum

¿Cuál es el contexto del comercio internacional actual?

Estamos pasando por la era de las industrializaciones de los países agrícolas. Enfrentados con un pasado rural al que desearíamos renunciar. Los países, sin abatir su dependencia tecnológica, financiera, comercial, de pronto empiezan a utilizar sus ganancias en el fomento de actividades industriales. Unos iniciando y otros reanudando su papel maquilador, los países acumulan dinero para gastar locamente y para invertir de manera novedosa. ¿Quién no ha protestado por las mercancías de baja calidad de los nuevos proveedores? ¿No decíamos retadoramente: lo hecho en México está bien hecho? También los alemanes se quejaban de sus chatarras —leamos Antidühring, de Federico Engels, alemán— y los estadounidenses de sus fabricaciones sospechosas, véase el Museo de los Fracasos Industriales, en algún paraje del estado de Nuevo México, en Estados Unidos.

¿China busca controlar el mercado internacional con sus mercancías?

Como dicen: “y con estas mulas hay que arar”, y con esas mercancías, buenas o malas, hay que salir a vender al exterior y traer divisas. Cuando te pones a fabricar te entusiasmas y hasta te olvidas si tendrás ventas, ganar es triunfar. Al rato tienes que salir de tus fronteras, donde te obligarán a presionar a tu gobierno para que abras tu puerta a las mercancías extranjeras a cambio de que los otros países abran sus puertas a tu mercancía: competitividad, palabra sagrada que sustituye a la palabra colonialismo. De dónde sale tanto entusiasmo si no, si ya recuperaste tus gastos. Antes obligabas a otros a comprar tus manufacturas a cambio de las materias primas de tus clientes que conseguías baratas gracias al bajísimo sueldo o al poco uso que allá tenían Ahora no es muy diferente. Aunque tenga otro nombre.

¿Desplazará China a Estados Unidos en Latinoamérica?

China ha buscado el acercamiento con los países del Sudeste asiático, con Japón y con los países del corredor de Asia Central, ha tratado de estrechar sus tratos con India y con los países del occidente de Asia, y con Europa oriental y occidental. Recientemente, se acerca con cautela a América Latina, territorio donde unos más y otros menos comercian con dólares de Estados Unidos y, aunque las inversiones externas estadounidenses son mayores en Europa occidental y Japón, América Latina hasta hace no mucho tiempo era un campo de predominio estadounidense. Por eso China se acerca con cautela. Los financieros de EU podrían tener la loca imaginación de soñar que lo admiran y aman incondicionalmente en esta parte del mundo a pesar de su pésimo comportamiento. En América Latina y el Caribe, año tras año, países que tenían relaciones diplomáticas con la provincia de Taiwán cambian sus relaciones diplomáticas a favor de China. Y ésta ha dejado de tener miedo de visitar amistosamente los países nuestros aunque no tengan relaciones diplomáticas formales con China. El resultado ha sido un comercio cada vez más elevado a pesar de la crisis mundial y cada vez más inversiones y servicios de China en este hemisferio occidental. La deuda pública estadounidense en su lista de acreedores internacionales tiene a China en primera posición seguida por Japón y los países petroleros árabes.

¿Cuál es el reto de la economía china?

China tiene que demostrar, en la práctica, que el beneficio puede ser mutuo. Que otros países pueden tener la puerta abierta a sus mercancías y hasta sus capitales en China, el debido respeto y la protección que se merecen a los que buscan un beneficio justificado en un ambiente favorable y sin sobresaltos. Un ambiente donde no aparezca detrás de la cara amistosa la cobarde farsa de los corruptos con poderes ilimitados. Y para eso se requiere que los demás países también acepten estos valores. Para cerrar quiero citar a un entrañable amigo, el señor Wu, exdirector de la revista China Hoy; él me dijo en una reunión antes de morir: “Si no abatimos la corrupción, es como si la Revolución Comunista no hubiera existido”. Y ése es el principal reto de China y el de muchos países hoy en día, incluido el nuestro.

@Ophelyas