Entrevista a Rodrigo Salazar/Profesor-investigador de la Flacso-México

 

 

Nora Rodríguez Aceves

“Los partidos políticos no pueden ser una fuente de empleo para nadie, para eso mejor que se utilice ese dinero de forma más eficiente, en empleos productivos, por eso los partidos tiene que ser financiados con modelos que no sean tan onerosos para el erario, porque la organización de las elecciones cuestan y, ni modo, es el precio de la democracia, parte del precio de la democracia también es financiar partidos políticos, pero se puede reducir y aquí lo que estamos viendo, por el contrario, es que como no hay rendición de cuentas como no hay contrapesos adecuados los partidos políticos toman al erario como un botín y nadie puede hacer nada, es real esto, es como si yo me fijara a mí mismo mi sueldo, no sé qué me limitaría y me asignaría lo que se me diera la gana, suena ridículo hablando de una persona, pero así están los partidos políticos, esa es la situación en la que ellos se ven, fijan cuánto dinero reciben”, señala Rodrigo Salazar Elena, Profesor-Investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales-México.

 

La ley electoral

Cabe mencionar que una de las modificaciones importantes que se hicieron con la reforma electoral del 2007-2008 fue el “acceso de los partidos políticos a los medios electrónicos de comunicación, se instrumentó un nuevo esquema basado en la prohibición absoluta de compra de publicidad en radio y televisión y en la utilización permanente de los tiempos del Estado para que los partidos accedan de manera equitativa y sin costo a esos medios… esto junto con la reducción de los tiempos de campaña buscaba establecer equidad en la propaganda y reducir el monto de financiamiento, pero falló en esté propósito pues aun cuando bajo, en 2012 y en 2014 supera la cifra del 2006, señalan investigaciones académicas…”.

Para este proceso electoral, el INE aprobó un presupuesto de 5 mil 356 millones de pesos que se repartirá entre los 10 partidos políticos nacionales, lo que para el investigador de la Flacso “es una barbaridad porque verlo es realmente una aritmética muy simple, ya que con esta reforma se elimina el gasto de dinero público en propaganda electoral por lo menos la de medios electrónicos, que es la más cara. Una reforma que los partidos nos vendieron argumentando, este es un ahorro para el pueblo, pero en realidad no lo es, porque si vemos el dato que usted señala el presupuesto de los partidos políticos se mantiene y que se mantiene quiere decir que es el mismo monto aunque ahora no tienen que gastar en televisión, no nos lo ahorramos nosotros se lo ahorraron los partidos y eso está muy mal”.

Aunque “el modelo mexicano de financiamiento público es apropiado por dos cosas, una es, sí digo que una de las ventajas es que se limita la influencia de los agendes privados entre los partidos, uno podría decir, pero ya están ahí y sí por supuesto, aunque podría ser mucho peor y sobre todo esto es muy importante en países poco institucionalizados, sin dinero público financiando las campañas el que la lleva ganada es el partido del gobierno porque no hay leyes fuertes no hay instituciones sólidas, eso está pasando en Bolivia”.

En ese país “se consideró que era corrupta la financiación pública de los partidos políticos y se suprimió en la nueva Constitución, lo que significa que la ventaja financiera la tiene el Movimiento al Socialismo porque está en el gobierno y tiene pleno acceso a recursos públicos que no tiene la oposición y nadie dice nada, no hay una regulación fuerte para evitar eso, por lo tanto el financiamiento público equilibra el campo. El problema y también eso es en parte lo que produjo la reacción en Bolivia, es que los partidos políticos o sus representantes terminan viendo al erario como un botín, por ejemplo aquí en México nadie impidió que los partidos políticos se asignaran el dinero que no se gastaría ya en propaganda en medios electrónicos. ¿Por qué?, porque son juez y parte porque no hay suficiente exigencia de transparencia en el gasto, lamentablemente cuando se designó a los partidos, en la reforma de José López Portillo, como organismos de interés público, no sé por qué, ellos empezaron a interpretar que no son sujetos de rendición de cuentas, pero si son de interés público le tienen que rendir cuentas a la sociedad, por eso el modelo del financiamiento público de los partidos tiene que ser totalmente cambiado, se debe aprovechar toda oportunidad en que se pueda tener un ahorro para el erario acosta del dinero de campañas y para eso hay reglas, hay procedimientos y se puede legislar, por supuesto que sí y tiene que haber una muy estricta rendición de cuentas”.

 

Financiamiento privado

En ese mismo tono, Salazar Elena explica que el problema con el financiamiento privado es “que quienes financian campañas electorales, las campañas son muy caras, la más barata es carísima, esto es quién le da a usted dinero para su campaña electoral no lo hace por sus ideales normalmente, lo hace, si a mí me dan mil pesos para mi campaña lo más probable es que quién me lo dio espere recibir por lo menos un mil pesos a cambio en el futuro, esa es la lógica del financiamiento privado, porque estamos hablando de campañas muy caras y cada vez más caras que no se financian con las donaciones altruista que por supuesto las hay pero esas no alcanzan, las financian intereses que lo que quieren ganar con ese financiamiento privado que hacen es influencia sobre qué decisiones se toman, cómo se legisla, ese es el problema aquí, entonces uno tiene ya sus ideas sobre cómo funciona, sobre la extensión de la corrupción, que sé yo, pero eso no quiere decir que ya vamos a entregarnos totalmente y a dejar que los políticos dependan 100 por ciento de sus donantes. Más bien el asunto es evitar eso o reducirlo en lo posible, esto que digo está pasando, televisoras que donan a todos porque cuando uno tiene mucho dinero eso es lo que puede hacer, donar a todos los partidos así el que gane ya me la debe, eso pasa, eso está pasando, eso no se resuelve suprimiendo el financiamiento público, se mejora con mejor legislación sobre todo de rendición de cuentas y de cuentas clarísimas de cuánto se gasta y en qué y de dónde sacaste ese dinero, todo eso se puede y usted puede preguntar a cualquier empresa y verá como hay una regulación impresionante que tiene que justificar cada peso de dónde salió a dónde se va, si podemos apretar a las empresas así, también podemos apretar a los partidos políticos”.

Este asunto, dice el académico, no es una cuestión de voluntad política, “es una cuestión de debate público, si queremos que lo hagan los partidos políticos, es como pedir que uno mismo se baje el sueldo, eso no pasará, pero es de debate público, es de movilización ciudadana, es de imponer costos. La ciudadanía en México cada vez se moviliza más cuando las cosas no le parecen, tal vez de lo inmediato, todo lo que vemos es políticos corruptos o incompetentes o insensibles, pero a mediano plazo estaremos viendo políticos que cuando hagan las cosas tomaran en cuenta que si a la gente no le gusta algo se manifestará y así se están logrando cambios o se van a ir logrando”.

Entonces, “este modelo de financiamiento de los partidos políticos, esta cuestión, que todos perdemos dinero menos los partidos porque viendo fríamente las cosas no son propiamente instituciones de interés público no son propiamente organizaciones de la democracia, se están convirtiendo en entes privilegiados de la democracia y eso básicamente viola el principio democrático de igualdad, por eso en la medida en que se debata en estos términos y que haya quejas y haya movilizaciones se podrá hacer algo al respecto”.

 

La Iglesia

En su editorial del semanario Desde la Fe, del 1 de febrero, “Derroche de dinero a costa del pueblo”, la Arquidiócesis de México señala que “uno de los aspectos que siguen lastimando cruelmente a la ciudadanía es el escandaloso financiamiento y descomunal asignación de recursos a los 10 partidos políticos nacionales, viejos o de nueva creación, lo que causa la justa indignación de la mayoría de los electores, quienes día tras día luchan por sobrevivir con míseros salarios”.

En este sentido, Rodrigo Salazar comenta que la Iglesia “tiene razón, pero en lo personal me parece que lo apropiado sea la Arquidiócesis, o sea cualquier hijo de vecino, en esta discusión es decir, muy bien, en México queremos una democracia, eso cuesta dinero, estamos dispuestos a invertir en eso, verdad, pero tomando en cuenta que si está cayendo el precio del petróleo y hay restricciones al presupuesto todos vamos hacer sacrificios, los beneficiarios de programas sociales hacen sacrificios, la educación se ve sacrificada, todos vamos hacer sacrificios, muy bien y está bien que no se sacrifique la democracia, pero que sí se sacrifiquen los partidos como todos los demás, no es lo mismo cuando pierden los partidos dinero, no es que se esté sacrificando la democracia, tenemos que tener una discusión muy clara de qué tipo de financiamiento es indispensable por caro que sea para mantener funcionado el régimen democrático y qué tipo de financiamiento está funcionando para mantener burocracias partidistas y privilegios y se puede hacer con una consciencia clara de a qué se destina cada monto sin ilusiones falsas sin ese tipo de idealismos que ni siquiera están muy bien pensados podemos decir, este gasto se necesita para mantener el régimen democrático, en lo personal creo que a eso no le quitas un peso, ni un peso, pero eso no quiere decir que estaremos engordando burócratas, burócratas partidistas, que no tienen una mala vida y que podrían incurrir en algunos sacrificios”.