La construcción de viviendas de dos o tres pisos sobre vestigios toltecas en los conjuntos arquitectónicos Las Zapatas II y Reina Xóchitl, los cuales albergan un altar y edificios religiosos que se encuentran semi descubiertos, parece no importarle a las autoridades a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia en el estado Hidalgo, señaló Pedro Cardoso Reyes, Presidente de la Coordinadora Ciudadana en defensa del Patrimonio Cultural y Natural de esa entidad.

En entrevista al diario La Jornada, lamentó que hasta el momento el INAH no ha hecho nada por evitar la destrucción, ni para que se sigan construyendo casas sobre ese centro ceremonial tolteca, donde al menos 20 viviendas se han construido sobre dichos vestigios, causando daños irreversibles.

También se sabe, que sobre los vestigios arqueológicos existen pilares de concreto que sostienen la vía elevada de un tren de carga que une Tula con Querétaro, construida a mediados de la década de 1970 y que de noche es punto de reunión de indigentes y adictos.

Por otra parte, se manifiesta que también en el cerro de La Malinche hay otros restos arqueológicos conocidos como Reina Xóchitl, que pasan por la misma situación, ya que a pesar de su importancia, algunos habitantes han invadido la zona para construir viviendas.

Estas zonas arqueológicas afectadas se encuentran a unos 500 metros del sitio arqueológico de Tula, uno de los más relevantes dentro de la historia prehispánica de México, pues es considerado la antigua capital del imperio tolteca.

Según la cosmogonía y las crónicas indígenas, se cree que esta ciudad fue gobernada por el dios Quetzalcóatl, quien se auto exilió después de haber sido derrotado  por el dios Tezcatlipoca en una batalla épica. También se estima que, en  su época de mayor esplendor, Tula fue habitada por una población multiétnica que enriqueció notablemente su cultura.