Caminando sobre hielo muy delgado

 

Yazmín Alessandrini      

Pocas instancias, incluidos los partidos políticos, se están tomando tan en serio el proceso electoral del próximo 7 de junio como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), cuyos integrantes, comenzando por el magistrado presidente, José Alejandro Luna Ramos, entienden y comprenden el trascendente papel que deberá desempeñar este órgano que, más allá de caprichos y chantajes, está demostrando que su trabajo es desempeñarse con toda imparcialidad a favor de todos los mexicanos, lo que indudablemente nos aporta un inédito ingrediente de certidumbre que lamentablemente se convierte en una excepción a la regla en estos convulsos días que vivimos como país.

En estos momentos, el botón de muestra bien lo podríamos tomar del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) o del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que operan como si se tratara de empresas familiares, varios son los actores que se están desgarrando las vestiduras porque se sienten afectados en sus intereses ante el proceder del TEPJF y las sanciones que éste determina ante ciertas irregularidades a la normatividad electoral; sin ponderar que su comportamiento dista mucho de respetar las reglas del juego impuestas por el árbitro que ellos mismos designaron y avalaron (el Instituto Nacional Electoral), ubicándose así en una posición de reticencia al acatamiento de la normatividad y las penalizaciones derivadas por desobedecer y violar los reglamentos.

El trabajo del TEPJF y sus magistrados no es nada sencillo. La mayor parte del tiempo están expuestos a quedar como el cohetero: porque si truena duro le chiflan y si no truena duro también le chiflan. ¡Menudo dilema! Porque ahora más que nunca los partidos políticos se sienten intocables y por encima de todo y de todos, complicándole así la vida a todos aquéllos que por desgracia tienen que convivir, coexistir y converger con ellos porque, vaya usted a saber de dónde, andan por la vida con la firme convicción de que no se les puede tocar ni con el petalo de una multa.

Apoderarse indebidamente de programas gubernamentales (como lo hizo el Partido Verde con el programa de vales de medicinas), anticiparse a los tiempos establecidos para “disfrazar” el proselitismo (como lo hizo Morena en uno de sus spots con la frase “en Morena tu voto sí vale”) o los indicios de militancia detectados en un par de cientos de capacitadores del Instituto Nacional Electoral, como ocurrió en Puebla, entre otras acciones, perfilan el alto nivel de complejidad de situaciones a las que se debe enfrentar a diario el TEPJF, que todos los días de aquí hasta el 7 de junio y muy seguramente después de esa fecha, porque ya vemos venir el alud de controversias, estará caminando sobre hielo muy delgado porque, a final de cuentas, todos aquéllos que presenten recursos de inconformidad antes, durante y después de los comicios tengan por seguro que estarán apostando a que ellos y sólo ellos tienen la razón ¡en-to-do!

www.lapoliticamedarisa.mx

                             yalessandrini1@gmail.com

alessandriniyazmin@yahoo.com.mx

@yalessandrini1