Charla con Enrique Serna/Autor de La doble vida de Jesús

 

Eve Gil

La doble vida de Jesús es la esperada nueva novela de Enrique Serna, quien se caracteriza por su versatilidad y su intuición maquiavélica para entreverar intrigas, sean históricas, intelectuales o policíacas. Esta vez nos abre la puerta al personal infierno de un político esencialmente honesto de nombre Jesús Pastrana, a quien los oscuros engranajes de un sistema que se sostiene en los lodosos cimientos de la corrupción, ahora intensificada por la omnisciencia de los reyes del crimen organizado, colocan una trampa tras otra para empujarlo al abismo.

“La idea de la novela surge de mi angustia y de mi creciente preocupación por el descarrilamiento de la democracia mexicana y las complicidades entre el crimen organizado y el poder político —responde el también autor de El miedo a los animales y El seductor de la patria—. Desde hace tiempo, en México el hampa gobierna varios estados y en los periódicos se ha borrado la línea divisoria entre la sección de política y la nota roja”.

“No quería —agrega Enrique Serna— meterme en política pero ésta se metió en mi vida de la peor manera posible: convirtiendo la ciudad en que vivo, Cuernavaca, en un infierno. La experiencia de vivir en régimen delincuencial es traumática, porque el miedo humilla y envilece a quien lo sufre demasiado tiempo con la cabeza gacha. Quería explorar las consecuencias psicológicas y sociales de esta opresión, y al mismo tiempo, mostrar a un personaje que se sobrepone a ella valerosamente, luchando por restablecer la legalidad en una región donde los matones han impuesto su ley”.

Uno de los aspectos más apasionantes de La doble vida de Jesús es el seguimiento casi periodístico de la campaña política de Jesús Pastrana, aspirante a la alcaldía de Cuernavaca por el partido conservador (PAD), pero ideológica y moralmente apartado del mismo.

 

Los partidos buscan saquear las arcas

¿Cómo logra Enrique Serna introducirse en esta circunstancia accesible apenas para los periodistas con colmillo?

“Me asesoraron algunos amigos que conocen bien la administración pública y la grilla política para hacer un retrato realista de ese mundillo. Lo demás lo suplí con mi propia intuición, la principal herramienta de cualquier novelista”.

“Jesús Pastrana —agrega— no está inspirado en ningún personaje de la vida real. La izquierda pretende tener el monopolio de la probidad política, pero están a la vista las corruptelas de muchos de sus militantes que enseñaron el cobre cuando empezaron a ocupar cargos públicos. Además, creo que en la actualidad las banderas ideológicas han pasado a segundo plano. PRI, PAN y PRD forman un solo partido: Partido Patrimonialista Mexicano, cuyo único objetivo es saquear las arcas de la nación. De manera que un político honesto, de cualquier ideología, tiene que nadar contracorriente, primero dentro de su propia organización, y luego en las contiendas electorales, donde entra en juego mucho dinero sucio. Para efectos de la trama, Jesús podía pertenecer a cualquier partido, pero yo quise que tuviera un perfil conservador, porque de ese modo su trasgresión al enamorarse de Leslie [un travesti prostituto] sería mayor”.

Impulso ennoblecedor

En el mundillo de la política, se escuchan muchos rumores respecto a la orientación sexual de sus protagonistas, pero prácticamente ninguno ha tenido la hombría —o los ovarios— para salir del closet.

¿Por qué Enrique Serna optó por ponerle —por así decirlo— una “mancha negra” al inmaculado expediente de Jesús?

“En primer lugar, para que yo pudiera verlo con simpatía. Para mí, la pasión de Jesús por Leslie no es una mancha negra: es un impulso ennoblecedor. Como dijo Álvaro Carrillo, uno de mis filósofos de cabecera, que «en este mundo tan profano, quien muere limpio no ha sido humano». Jesús se condena a vivir un destino inferior cuando no se atreve a defender a su amiguito gay del Instituto Loyola, pero en la novela expía esa falta cuando lleva a Leslie a la clínica, para que la atiendan de una golpiza, poniendo en riesgo su candidatura. Mi novela no narra una caída en el fango, sino un proceso de liberación”.

Leslie, el amor prohibido de Jesús Pastrana —en proceso de divorcio de su esposa a la que hace mucho dejó de amar, la que a su vez nunca lo amó a él— resulta hermano gemelo de Lauro Santoscoy, jefe de una de las bandas de narcos que se disputan ese territorio, y termina siendo personaje clave para resolver el —al parecer— irresoluble conflicto de Jesús.

“En mi opinión, los narcos, al igual que los judiciales corruptos, son resentidos sociales que adquieren de la noche a la mañana un enorme poder, y algunos enloquecen por no saber cómo manejarlo. Así está observado Lauro Santoscoy, jefe del cartel de los Tecuanes, que en mi novela intenta justificar su carrera criminal presentándose como víctima de la lucha de clases. Yo no suscribo su alegato, pero creo que la novela es un foro en donde cada personaje debe expresar su verdad y al lector le corresponde juzgar quién tiene la razón, no a mí como autor”.

Merezco una tregua

El candidato opositor a Jesús Pastrana tiene por prometida a una actriz de telenovelas, algo que empieza a convertirse en una fórmula electorera de la vida real.

¿A qué atribuye Enrique Serna que dos mundos tan aparentemente ajenos como la farándula y la política hayan terminado por mimetizarse, al grado de que la política, por sí misma, es un espectáculo?

“A los contubernios —responde— entre los magnates de la televisión y los políticos ávidos de relumbrón, que compran notoriedad con grandes inversiones publicitarias pagadas por el contribuyente. Peña Nieto les puso la muestra y ahora muchos quieren seguir su ejemplo. Esta lacra de nuestra vida pública sólo terminará cuando las leyes electorales impidan esta clase de componendas, como sucede en todos los países civilizados del mundo. Pero dudo mucho que el Partido Patrimonialista Mexicano quiera cambiar esas reglas del juego”.

Actualmente, Enrique Serna se toma un descanso, que pretende sea largo. “Por azares de los calendarios editoriales, publiqué tres libros en dos años. Mis lectores se merecen una tregua y yo también”.

La doble vida de Jesús está publicada por Alfaguara, México, 2014, y su autor nació en la ciudad de México en 1959.