Tras la erupción del volcán Villarrica, en Los Andes meridionales, este martes las autoridades chilenas elevaron a roja la alerta en varias zonas del sur del país. El Servicio Nacional de Geología y Minería reportó a las 03.00 hora local la explosión del volcán de 2 mil 400 metros; la actividad sísmica había crecido durante las últimas semanas.
El volcán emite gran cantidad de cenizas y lava que han alcanzado alturas cercanas a los tres kilómetros, sin embargo, su actividad ha comenzado a disminuir a primera hora de la mañana. El peligro ahora son los deslizamientos del deshielo del cono volcánico.
De manera preventiva 3 mil 600 personas han sido desalojadas ante los posibles aluviones de lava, las columnas de Villarrica, Pucón y Curarrehue en la Región de La Araucanía y la comuna de Panguipulli en la Región de Los Ríos, todas zonas muy turísticas de Chile que mantienen la alerta roja, de acuerdo con el ministro de Interior, Rodrigo Peñailillo.
La presidenta Michelle Bachelet, luego de reunirse con los servicios de emergencia del país, declaró “llamo a la calma. Estamos monitorizando y evaluando la situación de cerca”, mientras el responsable del servicio de vigilancia volcánica de Chile, Luis Lara, explicó que ha sido “muy intensa pero corta de duración”.
La erupción ha sido clasificada en el nivel dos en una escala del cero al ocho, y las autoridades han reducido después la alerta roja a un radio de 10 kilómetros alrededor del volcán, con lo que se ha permitido a los residentes de las ciudades principales de la periferia volver a sus casas bajo alerta amarilla.
Cada año, unos 15 mil turistas suben el volcán, que llevaba 15 años inactivo, desde su última erupción en el 2000, y varias agencias de aventura han ofrecido visitas especiales; los andinistas visitan cada verano sus cráteres de 200 metros y cuevas volcánicas.
Esta vez no se estimaba que pasaría una erupción, debido a que la alerta naranja por actividad estaba encendida desde hace semanas. La última erupción más alarmante había sido en 1984.
El macizo es uno de los cuatro volcanes más activos de Sudamérica, y se ubica a unos 750 kilómetros al sur de Santiago. Chile concentra la segunda cadena volcánica más grande y de mayor actividad en el mundo después de Indonesia.
