Arely Gómez González

 

José Luis Camacho Acevedo

Arely Gómez González es ya la nueva titular de la PGR. Antes de ser votada, primero en comisiones donde pasó por unanimidad, y el martes en el pleno de la sesión del Senado de la República, recibió más críticas por sus lazos familiares con ejecutivos de Televisa, concretamente por su hermano Leopoldo Gómez, que por el hecho fundamental de si tenía o no las suficientes capacidades para ocupar un cargo tan complejo como la institución que muy pronto se convertirá en la fiscalía de la nación.

Proceso prosiguió con sus investigaciones monotemáticas y dijo que la PGR pasaba a manos de Televisa. Julio Hernández en La Jornada aseveró lo mismo.

Y agrega un dato: que la licenciada Arely Gómez González tiene parentesco con el político retirado y en pleno olvido Patrocinio González Blanco Garrido.

Y uno se pregunta ¿qué tiene eso que ver con una decisión tan importante para un país que tiene como principal asignatura devolver a la sociedad una seguridad pública que se perdió en la fallida guerra de Felipe Calderón y Genaro García Luna contra el crimen organizado?

Una guerra que siempre dio la impresión de que más que una política pública era un negocio para el círculo rojo del calderonismo en materia de seguridad.

Carmen Aristegui y sus comentaristas en MVS recuerdan también que Arely Gómez es hermana del vicepresidente de Noticias de Televisa, Leopoldo Gómez.

Y otros antipeñistas de oficio caminan por la misma senda.

Son los mismos que a la par de las críticas presumibles, pero infundadas, que le hacen a la nueva procuradora Arely Gómez, de ser una gente ligada a Televisa.

Y llegan a asegurar temerariamente que la captura de la Tuta, del hermano delincuente y ahora del temible Zeta 42 fueron unas mascaradas para tapar y distraer de la atención pública el problema del muerto de la CETEG en Acapulco, y que Arely Gómez será la productora de esa ficción.

No hay imaginación que provenga de investigaciones periodísticas recientes en las mencionadas críticas a la hoy titular de la PGR.

Son la misma gata y hasta sin revolcarla mucho.

Sin actualizarse, los antipeñistas de oficio se tornan reiterativos, desorientadores y finalmente aburridos.

Tienen más de seis años diciendo que Peña Nieto es un invento de Televisa.

Desde ese tiempo, los críticos de Peña Nieto y todo lo que lo rodea no presentan un nuevo análisis para sus lectores o audiencias electrónicas sobre la evolución del gobierno, o involución, si así lo quieren seguir viendo, en donde nuevos elementos como la captura de la Tuta, su hermano y el Zeta 42 o la creación del Sistema Nacional Anticorrupción, que muy probablemente encabezará el jurista Juan Miguel Alcántara Soria, sean las acciones del presidente Peña Nieto para resolver la crisis de confianza y credibilidad que reconoció al Financial Times, existe ahora en México.

Y en ese contexto ver, como un elemento nuevo de trabajo, la designación de Arely Gómez González se valore que el presidente Peña Nieto no sólo reconoce y entiende que México vive una situación compleja y de difícil solución, sino que pone de inmediato los cimientos de una rectificación en sus políticas públicas que le están fallando.

La señora no es culpable de tener lazos de parentesco con altos ejecutivos de Televisa.

Algunos medios del antipeñismo galopante dijeron que el trabajo de Arely Gómez sería resolver el caso Ayotzinapa.

Semejante despropósito, el de enclaustrar en un solo caso la acción de la PGR, conllevaría la libre acción de delincuentes sumamente peligrosos que trascienden, geográfica y dimensionalmente, a los grupos de Los Rojos o Los Guerreros Unidos.

¿Con la captura de la Tuta, de su hermano y del Zeta 42 se terminó el combate contra la delincuencia organizada en México?

Por supuesto que no.

La guerra iniciada por Calderón aún tiene episodios ocultos muy tenebrosos que la PGR tiene que descubrir para poder realizar una tarea de estabilización de nuestra seguridad pública.

Y a eso hay que sumar los pendientes que representan en México para la seguridad pública: feminicidios, extorsión, secuestro, robos a la alta escuela que están proliferando en los centros comerciales más caros del país, la evasión fiscal que tiene la PGR que combatir coordinadamente con la Secretaría de Hacienda, por citar los más relevantes pendientes que aguardan a la nueva procuradora.

El reto de Arely Gómez González al frente de la PGR es muy grande. Casi formidable.

Su tarea está mucho más allá de convencer a los antipeñistas que ella no es una empleada de Televisa.

Su nueva tarea pone en riesgo hasta su propia integridad física.

Cosa que deseamos jamás ocurra.