Encuestas, alianzas, candidatos independientes

José Luis Camacho Acevedo

Sólo faltan 70 días para que se celebren las llamadas elecciones intermedias en México, es decir las que marcan el primer trienio del ejercicio sexenal de los presidentes de la república.

Las condiciones en que llega el país a este proceso comicial son por demás controvertidas y complejas.

Señales de corrupción, conflicto de interés, insuficiente respuesta a la violencia y una economía entrampada por el entorno internacional y las resistencias internas de los grandes capitales y las oposiciones de derecha e izquierda a las reformas estructurales han dado como resultado la impronta de un presidente que sufre una grave pérdida de confianza de sus gobernados.

El IMO, de César Morones, acaba de publicar un revelador estudio de la pérdida de confianza del ciudadano en las instituciones.

Ante ese escenario del desempeño gubernamental, muy próximo a la categoría de lo catastrófico, los pronósticos sobre nuestro porvenir se acumulan en encuestas, aparición de candidatos ciudadanos, alianzas entre las diferentes fuerzas políticas que consideran poder ganar así a la connivencia anunciada del PRI con el PVEM.

Un recuento de lo que dicen analistas y columnistas en los diferentes medios de comunicación durante esta semana:

Sergio Sarmiento dice en Reforma en su columna “Carrera cerrada” que entre el PRI y el PAN hay solamente tres puntos porcentuales de diferencia según la encuestadora Parametría de Francisco Abundis.

En Milenio, Héctor Aguilar Camín analiza en su columna “Alianzocracias posibles” que lo dicho por Sarmiento cambia en la medida en que el PRI y el Verde sumen en alianza 40% de los votos en 2015. Pero que si el PAN y el PRD se unen alcanzarían casi 38 puntos (cifras aproximadas de las que menciona la columna de Aguilar Camín).

Y un eventual repunte de Movimiento Ciudadano, más los votos del PT, darían casi cuatro puntos más y superarían con 2 puntos al PRI-PVEM.

El caso de Morena podrá ser visto en su real dimensión como factor de alianza hasta conocer sus números en la elección del próximo 7 de junio.

Regionalmente aparecen fenómenos como Jaime Rodríguez, El Bronco, candidato independiente a la gubernatura de Nuevo León, ha ocasionado que el PAN peligre como segunda fuerza política de esa entidad.

Según encuesta de El Universal, la priista Ivonne Álvarez —gracias a los votos que El Bronco le ha quitado al PAN que postuló a un candidato cuestionado como Felipe de Jesús Cantú, en lugar de la favorita Margarita Arellanes— lleva una ventaja de cerca de 20 puntos tanto al Bronco como al panista Cantú.

En Michoacán sorpresivamente la candidata del PAN, según sondeos del Gabinete de Comunicación Estratégica de Liébano Sáenz y Federico Berrueto, Luisa María Calderón Hinojosa, hermana del expresidente Felipe Calderón, da la vuelta a las encuestas que apuntaban inicialmente a favor de Silvano Aureoles Conejo del PRD, y a quien muchos señalaron como el candidato de Los Pinos, y ahora se ubica dos puntos adelante del perredista.

El escenario económico se compone ligeramente con la recuperación de la paridad del peso frente al dólar.

La violencia no para. La delincuencia organizada, a pesar de la captura de grandes de sus capos, sigue dominando regiones muy importantes del país.

La encuesta de El Universal sobre las elecciones en Nuevo León consigna un dato por demás preocupante: casi 50% de los encuestados considera que sí habrá dinero del crimen organizado en los comicios.

El proceso electoral de 2015 está en su recta final. Al final del año, apenas comience el otoño, se desatará la lucha por las candidaturas de las 12 entidades que renovarán sus gobiernos en 2016.

Y pasados esos comicios, que cambiarán radicalmente la correlación de fuerzas políticas que existen en la actualidad en México, en 2017 vendrá la elección de gobernador en el Estado de México, clave para la sucesión presidencial, y con eso terminó electoralmente el sexenio.

Alianzas, encuestas, candidatos independientes marcarán, sin duda, el nuevo mapa de preferencias electorales en México.

La sociedad está a la espera.