Norma Salazar
No conozco a un político que se entregue a un pueblo y más que lo haya cautivado. Tampoco sé en qué grado este libro lo sea pero indudablemente surgió de una necesidad de compartir vivencias personales sobre aquel periodo histórico y oscuro de la República de Cuba y de la juventud combatiente de Armando Hart Dávalos.
La doctora Elosía M. Carreras Varona comienza de manera individual a escribir el libro Hart Pasión por Cuba; nace de una fiel convicción de que la historia contemporánea cubana ha de escribirse con la fuente en mano y con un solo objetivo primordial: mostrar las profundas transformaciones que impulsó el doctor Armando Hart Dávalos, digno representante, como testificara Pablo González Casanova: “El éxito de la Revolución Cubana y su inmensa capacidad de resistencia serían inexplicables sin la fuerza que significan la moral de lucha y el valor en el combate para la construcción de un mundo que se encamine a la justicia y la libertad.
Cabe destacar que este libro pasó por varias secuencias de estudio hasta la versión final de la tesis doctoral en Ciencias Filosóficas titulada Presencia de la tradición electiva cubana en el ideario educativo de Armando Hart Dávalos (1959-1965) y de una continua promoción a la inmensa obra inédita del Dr. Hart.
La doctora Carreras, esposa del doctor Hart, ha procurado deshilvanar en este libro los orígenes e ideales filosóficos, políticos, éticos, culturales y científicos; la evolución histórica del pensamiento filosófico y pedagógico en más de dos siglos desde José Agustín Caballero, Félix Varela, José de la Luz y Caballero y por supuesto José Martí, entre otros.
Al leer el minucioso trabajo de investigación que expone la doctora en Ciencias filosóficas, descubrimos una breve plática de Hart en entrevista con Pedro de la Hoz y que fue publicada en el periódico Granma el 12 de junio del 2000: “Todos éramos muy jóvenes, pero teníamos que asumir la dimensión de un hecho que, como dijo Fidel, era más grande que nosotros mismos. Hubiera sido irresponsable ponerme a inventar desde aquel cargo, de modo que lo primero que hice fue contar con la gente con experiencia. Si algo sabía era la gran tradición pedagógica cubana y allí estaban, convocados por la Revolución, personalidades como Dulce María Escalona, Herminio Almendros, Abel Prieto, Aguilera Maceiras, León Bicet, Consuelo Porto, Max Figueroa, Tina Esteva, Raúl Ferrer […]. Ellos y muchos más son los protagonistas del impulso inicial de la magna obra educacional de la Revolución”.
Cuando se retrata a la persona que captamos con el lente, nosotros cometemos una falsa intromisión porque la hemos visto como ella misma nunca se observará, representa una apropiación simbólica de su persona. Narrar es también un acto que nace de la necesidad de capturar algo que ha pasado frente a nuestros ojos, existen dos enfoques diferentes entre escribir un tenaz y pulcro discurso político o escribir una efímera declaración, con ello me refiero al momento crucial de la Revolución Cubana. Quedó plasmado en la fotografía del antiguo Campamento Militar de Columbia donde se congregaron más de cuarenta mil niños de todas las escuelas de la capital cubana, un momento histórico en el que fuera antes de 1959 el campamento asaltado por Fulgencio Batista y que los muros fueran derribados posteriormente por el comandante Camilo Cienfuegos, allí se convertiría posteriormente en Ciudad Escolar Libertad y, es ahí donde Fidel Castro pronunció su inmemorable discurso: “Este es el único país de América que conquista una fortaleza y la convierte en escuela”.
Para el ávido lector e investigador no debe olvidar que Cuba fue encadenada a un imperialismo político, económico y diplomático que había comenzado a gestarse desde la ocupación y continuaría fortaleciéndose en las próximas décadas, viene la Enmienda Platt impuesta como condición para retirar las tropas y el surgimiento de la república, le secundaría el Tratado de Reciprocidad Comercial, el Arrendamiento de territorio para una Estación Naval y el Tratado Permanente de Relaciones, todo esto firmado bajo el gobierno de Tomás Estrada Palma que fortaleció el neocolonialismo por 56 años.
A su vez con el gobierno de Estrada Palma sirvieron al imperialismo norteamericano, controlaban el comercio cubano y por ende sus riquezas del país, un sometimiento político y económico por dicha Enmienda Platt, así, se consolidó un dominio absoluto sobre Cuba.
Focalizado el punto esencial pudo atacar todos los vicios del neocolonialismo, ahora como Ministro de Educación, el abogado Hart promovió grandes cambios revolucionarios sin perder el contexto histórico y socio-cultural cubano de la primera mitad del siglo XX: “La enseñanza deberá llegar a todos (…), porque de otra manera no se podrá construir la nueva sociedad”.
Por ello en buena medida su investigación de la doctora Carreras está orientada al legado de la obra de Armando Hart, asimismo divulga la obra inédita de este emblemático político, precursor de la Revolución Cubana al lado de Fidel Castro y en segundo término nos describe cómo este hombre en los comienzos del año 1959 y con tan sólo 28 años de edad supo desafiar y dirigir con rotundo éxito apoyado por el pueblo, la más ardua tarea y primordial empresa que necesitaba Cuba, ser el primer territorio libre de analfabetismo del continente americano, término con palabras del propio protagonista del libro: “A mí una de las cosas que más me gusta es trabajar con la política y con las ideas, y eso es lo que me hace más dichoso. Me siento muy honrado con poder ejercer el oficio de político, al modo revolucionario, porque soy un político que se orienta por la tradición de Martí”.