En torno a recientes acontecimientos
La libertad no consiste en hacer lo que se quiere,
sino en hacer lo que se debe.
Ramón de Campoamor
José Fonseca
En los días que corren, mucho se ha hablado, se ha escrito y editorializado sobre la libertad de expresión.
Curiosamente poco se ha hablado de responsabilidad, como si el ejercicio de la libertad no conllevara una responsabilidad hacia los demás, hacia la sociedad en la cual vivimos.
Al respecto viene a la memoria un ejercicio académico realizado hace más de 25 años y contado en The New Yorker.
Se le preguntó a un reportero: “Imagine que usted es reportero en los tiempos de la Segunda Guerra Mundial. En esa época, como bien sabe, partían convoyes cargados con equipo militar y soldados para Europa. Estos convoyes eran acechados por los submarinos nazis, para atacarlos y hundir los más barcos que pudieran. Recuerde que por esa razón se mantenían en estricto secreto las horas en que partían de puertos norteamericanos, porque con saber el día y la hora, a los nazis les bastaba hacer simples cálculos de velocidad y las ineludibles rutas para interceptarlos y hundirlos. Si usted, como reportero, por casualidad tuviera información sobre el día y la hora de partida de uno de esos convoyes, ¿sería información exclusiva, la publicaría en su periódico?”
“Claro que sí” —respondió rápidamente el reportero.
“¿Y si por la información publicada fuera interceptado el convoy por los submarinos nazis y hundidos muchos barcos, no sentiría responsabilidad por los marinos y soldados que hubieran muerto?”
“Por supuesto que no” —respondió con igual rapidez el reportero—, yo sólo habría publicado una exclusiva; la responsabilidad sería de quien ordenó que el convoy de buques saliera a la hora que salió”.
Un ejemplo, comentaba el redactor de The New Yorker, de lo fácil que es convencernos a nosotros mismos de que en el ejercicio de la libertad de expresión no puede haber límites. Y, por supuesto, tampoco responsabilidad alguna.
Sin embargo, sí hay consecuencias de nuestras acciones profesionales, aunque a veces pretendamos ignorarlas.
En plenitud el periodismo espectáculo que tanto temía el veterano reportero norteamericano Dan Rather, con frecuencia se nos olvida que el ejercicio de toda libertad conlleva una responsabilidad.
Curiosamente, ése no ha sido tema del intenso, apasionado y hasta delirante debate sobre la libertad de expresión que ha encendido los ánimos en las opiniones publicada e ilustrada y, por supuesto, en las redes sociales. ¿Olvido o desmemoria selectiva?
jfonseca@cafepolitico.com
